Del cielo de tormenta al azul claro, el mapa de la pandemia se despeja en Ipar Euskal Herria
En octubre la mayoría de las localidades del norte del país figuraban en un tono azul oscuro, que alertaba de la tormenta de la covid19. Hoy los claros se abren paso, pero el nubarrón lo pone la alta mortalidad. Repaso del mapa Géodes.
Las últimas cifras aportadas por la agencia se salud de Nueva Aquitania transmiten una evolución positiva de la pandemia, también en el departamento del que forma parte Euskal Herria.
No obstante, la forma más gráfica de tomar conciencia de esa evolución, tras cinco semanas de confinamiento aligerado, es el mapa que actualiza la plataforma Géodes de Santé Publique France.
El mapa publicado aquel 26 de octubre por NAIZ dejaba a las claras que la pandemia se extendía no ya en las zonas urbanas, y por tanto más pobladas, caso del BAB (Biarritz-Angelu-Baiona) o de otras localidades de la costa labortana, sino también en las zonas de interior.
Las semanas siguientes pusieron en evidencia esa situación, con una expansión de los contagios que hizo sonar la alarma al personal sanitario de Nafarroa Beherea.
De hecho, una cincuentena de localidades del interior labortano, así como de Zuberoa y Nafarroa Behera, aparecían a finales de octubre en el tono azul oscuro que sirve a Géodes para destacar una situación de alerta reforzada, con 500 casos o más por 100.000 habitantes.
Era el caso, a esa fecha, de localidades como Bidarrai, Ezterenzubi, Idauze-Mendi Atharratze, Pagola, Aintzila o Aldude.
La revisión del mapa a fecha de 30 de noviembre permite observar cómo han cambiado las cosas. No en vano desde el 30 de octubre en Nafarroa Beherea, Zuberoa y Lapurdi rige un confinamiento que limita la movilidad a actividades prioritarias como el trabajo, la educación, el deporte al aire libre o las compras.
El mapa ha ganado en claridad, fruto de esa caída sostenida de la tasa de incidencia de la epidemia. A escala departamental, se ha pasado de una incidencia que a fecha de 27 de octubre era de 382 casos por 100.000 habitantes a los 124 registrados hoy.
En consonancia con las cifras, en el mapa, las localidades que concentran un mayor número de habitantes: Baiona, Angelu, Biarritz, Mugerre, Hendaia o Hazparne experimentan una evolución positiva y aparecen ya en la franja de color que señala un nivel de contagio de 50 a 150 por 100.000 habitantes.
Urruña, Arbona, Ahize, Ozaze-Zühara o Getaria aparecen en el azul grisáceo elegido para la franja de diez a 20 casos por 100.000 habitantes. Y hay localidades prácticamente en blanco (menos de diez casos), como es el caso de Milafranga, Larresoro, Banka, Aldude, Atharratze o Irisarri, entre otras.
Once fallecidos en 24 horas
Con todo, el hecho de que el Departamento de Pirineos Atlánticos sea, junto al de Gironda, el territorio de Nueva Aquitania con más personas hospitalizadas por covid-19 (250) debe de servir de toque de atención, aunque es buen signo que sean los hospitales de Pau y Baiona los que cuentan con menos personas en servicio de reanimación (17).
La transmisión del virus, aunque a menor ritmo, sigue activa, insisten las autoridades sanitarias.
De hecho, volviendo al mapa de Geodes, Espeleta, Itsasu, Ortzaize, Iholdi, Gotaine, Ibarrola o Bunuze siguen en el azul oscuro (250-500 casos por 100.000 habitantes). En la escala de 500 a 1000 aparecen municipios como Donapaleu, Lartzabale, Idauze-Mendi o Lakarri. En la escala de máxima alerta (+ 1.000) se encuentran Gamere-Zihiga, Labetze-Bizkai y Urrustoi-Larrabile.
Esa evolución del cielo de tormenta a un azul claro no debe hacer olvidar la estadística más dramática es la que establece a 4 de diciembre en 203 la cifra de personas fallecidas por covid en el departamento que incluye a Ipar Euskal Herria y Bearne. En las últimas 24 horas once ciudadanos han fallecidos por covid-19 en el departamento.
Ese dato pone de manifiesto el carácter mucho más mortífero de la segunda ola en Ipar Euskal Herria, donde hasta final de junio se contaban menos de 30 fallecidos.