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Guardianes de los recuerdos de una situación insólita

«Izurria hemen, fotodiario de un confinamiento»

La primavera de 2020 la mayoría la pasamos en casa, obligados por la aparición de un virulento coronavirus que continúa castigándonos. Durante aquellos dos meses de encierro generalizado, Harkaitz Cano recogió en un diario sus vivencias cotidianas mientras los fotógrafos y fotógrafas de la agencia Foku pateaban las calles casi desiertas en distintos lugares de Euskal Herria buscando retratar los efectos de la pandemia en nuestro territorio e intentando documentar ese momento. De eso va precisamente ‘Izurria hemen, fotodiario de un confinamiento’, escrito en euskara y castellano por el escritor lasartearra e ilustrado por 157 fotos que captan lo que los demás veíamos, pero sobre todo lo que no.

Marisol Ramírez es una de las dieciséis profesionales que aportó a este proyecto sus fotografías. Recuerda esos días sin agenda informativa, ni ruedas de prensa, «saliendo a la calle a improvisar y sin saber a lo que nos enfrentábamos. La gente salía para comprar o a trabajar y se mostraba muy dispuesta a dejarse retratar. Queríamos tocar todos los temas desde los sanitarios, a los sociales, económicos… Creo que es un trabajo bastante completo. Entonces la sensación era de silencio, solidaridad, tristeza y ahora es de cabreo monumental, amargura, frustración y egoísmo».

Hicieron miles de fotos de situaciones inéditas: lugares habitualmente concurridos completamente desiertos, los aplausos de las ocho a los sanitarios, entierros sin nadie, niños jugando en garajes... pero también escenas divertidas en esos hogares sin tremendas noticias que convertían su balcón en una fiesta. La memoria es frágil y las personas olvidan: «Cuando nació la fotografía se la calificó como el espejo de la memoria y realmente somos guardianes de los recuerdos porque las imágenes sirven para echar la vista atrás y acordarte del momento, de la situación», señala la fotógrafa vizcaina.

Además de a Marisol, los lectores de GARA, NAIZ, GAUR8, 7haizetara, 7K... conocen de sobra el trabajo de los otros quince profesionales que han colaborado en esta publicación y son: Jon Urbe, Jaizki Fontaneda, Gillaume Fauveau, Juan Carlos Ruiz, Bob Edme, Idoia Zabaleta, Raul Bogajo, Gorka Rubio, Aritz Loiola, Andoni Canellada, Iñigo Uriz, Andoni Lubaki, Luis Jauregialtzo, Jagoba Manterola, Endika Portillo y Juanan Ruiz. Muchos de ellos han trabajado en alguna o en muchas ocasiones en Durangoko Azoka.

Marisol lleva cubriéndola desde principios de los 90 y ha conocido todos sus escenarios: el mercado, la carpa y Landako. Recuerda los años del revelado acelerado en la redacción y se congratula de que ahora haya hasta  un espacio para periodistas y fotógrafos. «Se ha hecho tan grande que ha cambiado mucho en la manera de trabajar, pero yo sigo viendo las mismas fotos de siempre: niños ojeando cuentos, autores firmando libros, la marabunta... Me va a dar pena esta vez, habrá que hacer esa foto de un Landako vacío». Y tanto.