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Una ardilla de Indochina en el monte Ulia, y no ha llegado saltando de árbol en árbol

El pasado fin de semana se detectó en la capital guipuzcoana un ejemplar de esta especie invasora procedente del sudeste asiático, posiblemente fugada o abandonada tras ser adquirida como mascota.

Ejemplar de ardilla de Indochina detectada en Ulia. (Rafa IRASTORZA)

El colectivo ecologista Parkea Bizirik ha informado de que una persona que paseaba por el monte Ulia, en Donostia, el pasado fin de semana, se topó con una amigable y extraña ardilla que no dudó en acercarse para comer de su mano, lo que aprovechó para sacarle fotos.

Sorprendido por tratarse de una especie desconocida, envió la imagen a Parkea Bizirik, que la rebotó a diferentes asociaciones. Finalmente, desde Itsas Enara llegó la respuesta: es una ‘callosciurus finlaysonii’, vulgarmente conocida como ardilla de Indochina, muy extendida en el sudeste asiático y que en Europa se ha propagado en Italia.

Cuenta la leyenda que en su tiempo una ardilla podía cruzar la península Ibérica saltando de árbol en árbol. No parece que este ejemplar haya utilizado este sistema para llegar desde Asia, ni siquiera desde Italia. Más bien todo apunta a que es una mascota que se ha fugado o ha sido abandonada.

El Ministerio español de Transición Ecológica la tiene incluida dentro de la lista de «peores especies alóctonas invasoras que amenazan la biodiversidad en Europa», y Parkea Bizirik recuerda que «el monte Ulia ya tiene su propia ardilla autóctona, la ardilla roja», y que «el comercio y la adquisición de estos animales exóticos como mascotas contribuye al tráfico ilegal de especies y provoca graves afecciones al medio ambiente».

Por ello, ha informado a la Diputación de Gipuzkoa y al Gobierno de Lakua, para que tomen las medidas pertinentes.