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Macron estudia la posibilidad de un nuevo confinamiento de al menos tres semanas

El Gobierno francés podría fijar en los próximos días un tercer confinamiento a nivel estatal si los datos sobre el endurecimiento del toque de queda, aprobado la semana pasada, no muestran una mejora de la situación epidémica, según ha señalado el Ministro de Sanidad, Olivier Véran.

Emmanuel Macron, durante una intervención en los medios. (Ludovic MARIN/AFP)

La posibilidad de que el Ejecutivo francés apruebe un nuevo confinamiento, que tendría una duración de al menos tres semanas, ha sido dada a conocer por el semanario ‘Le Journal du Dimanche’, donde se detalla que varios altos cargos prevén que un tercer confinamiento es inminente, y que el presidente, Emmanuel Macron, podría anunciarlo este mismo miércoles, tras la reunión del consejo de defensa.

«Primero quiero tener los datos sobre el efecto del toque de queda. Los tendremos la semana que viene. Si no caen, si las variantes comienzan a difundirse tomaremos medidas suplementarias, evidentemente. Y eso se llama confinamiento», ha señalado Véran en el diario ‘Le Parisien’.

Véran ha dicho que sólo volverán a cerrar si no hay alternativa y ha apuntado que el confinamiento fijado a finales de octubre, menos estricto que el de marzo y con las escuelas abiertas, resultó eficaz.

«Nuestro país presenta una fuerte tensión epidémica con más entradas hospitalarias que salidas. Esto tiene desgraciadamente una sensación de ‘déjà vu’. El toque de queda tiene que funcionar, tiene que servir para resistir a las nuevas variantes y para ganar tiempo», ha manifestado Véran.

Restricciones de entrada

El Estado francés ha puesto en marcha nuevas medidas en las últimas semanas para frenar la expansión del virus, que estos últimos días está dejando una media de 23.000 nuevos casos diarios.

Tras el segundo confinamiento entre finales de octubre y mediados de diciembre, el Ejecutivo activó un toque de queda a partir de las ocho de la tarde que fue adelantado el pasado sábado a las seis de la tarde por un período mínimo de dos semanas.

A partir de este domingo, el Gobierno ha impuesto la presentación obligatoria de un test negativo de PCR realizado en las 72 horas anteriores al viaje para la entrada por avión y barco de ciudadanos del espacio europeo.

Además, Exteriores indica en su página web de consejos a viajeros que a su llegada y tras presentación de PCR negativa, los europeos deberán aislarse durante siete días y realizar otro diagnóstico al final de este período. Sólo quedan exentos quienes lleguen por vías terrestres (carretera y tren).

El aviso insta además a los viajeros no europeos, que desde enero deben también presentar PCR a su llegada, a que permanezcan aislados una semana en un hotel establecido por las autoridades cuyos gastos correrán a cuenta del viajero.