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Illa está a favor de referéndums «que unan y no que dividan» y vuelve a rechazar una amnistía

El candidato del PSC a president ha dicho que «hay que respetar el Estado de Derecho y el propio Estado de Derecho hallará soluciones a la situación» de los presos soberanistas. Ha dicho que él representa «la subversión a la situación actual» para dar «la vuelta a 10 años de fracaso» en Catalunya.

El candidato del PSC a president, Salvador Illa. (Lluís GENE/AFP)

El exministro de Sanidad, Salvador Illa, es la esperanza del PSC para retomar el liderazgo en Catalunya en el electorado no soberanista y concentrar el voto que en la elección pasada fue a parar a Inés Arrimadas (Cs). Será tal vez por eso que el candidato a president de la Generalitat se muestra en extremo cauto en sus respuestas y tampoco profundiza mucho en propuestas concretas.

En una conferencia con preguntas organizada por Nueva Economía Fórum, en la que ha participado NAIZ, Illa ha surfeado una y otra vez sobre sus ideas-fuerza más repetidas durante la campaña: la defensa del marco legal actual y del Estado de Derecho, su rechazo total a la celebración de un referéndum de autodeterminación y a una posible amnistía a los presos soberanistas, y la noción de que él representa «el verdadero cambio» frente a un independentismo que busca «imponer una mitad de Catalunya a la otra».

En un intercambio que se ha dado íntegramente en catalán excepto en el minuto final, Illa ha sido reiterativo con respecto a la importancia de «aprovechar muy bien» la oportunidad que representan los fondos europeos que llegarán a Catalunya para que «transformen la economía. Deben ser (gastados en) proyectos transformadores, amigables con el medio ambiente», aunque no ha precisado en concreto qué tipo de obras de infraestructura o innovación ve necesarias.

Preguntado por el moderador sobre qué tipo de relación anhela entre Catalunya y el Estado español, Illa ha respondido que «debe ser de abordar las cosas», de hablar «las cosas aunque sean incómodas». En ese sentido, ha asegurado que le «inspira» el modelo de gobierno actual del País Valencià, que «tuvo años de gobiernos marcados por episodios de corrupción y desprestigio de las instituciones» pero que tuvieron la «posibilidad de salir de esta dinámica al apostar los ciudadanos por un cambio».

«El de Ximo (Puig) es un Gobierno de coalición que, poco a poco, con mucho trabajo y evitando la grandilocuencia, ha avanzado y puso sobre la mesa la necesidad de reformar la financiación autonómica», ha recalcado, y ha recordado que en 2018 Puig encabezó un acto institucional en Barcelona en «reivindicación del corredor mediterráneo».

Sobre si apoyaría la realización de un referéndum para saber con exactitud la cantidad de ciudadanos que apoyan la independencia, ha aseverado: «Creo que ya sabemos cuántos catalanes quieren la independencia. No quiero más división en Catalunya y la independencia es divisiva. No tiene apoyo mayoritario ese planteamiento político. No soy partidario, estoy de acuerdo en referéndums que unen a la sociedad catalana y no dividen. Que mejoren la convivencia. Referéndums que unan sí, que dividan no».

Una amnistía no es posible

Ante la pregunta de NAIZ sobre su posición ante el reclamo de partidos soberanistas de aprobar una amnistía para todos los involucrados en el procés, ha señalado: «Una amnistía no es posible en nuestro marco de convivencia y creo que plantearla traería mucha frustración. Hay que respetar el Estado de Derecho y el propio Estado de Derecho encontrará soluciones a la situación».

De hecho, a fin de año los cuatro partidos soberanistas catalanes (ERC, JxCat, la CUP y el PDeCAT) anunciaron, pese a sus diferencias y en la precampaña electoral, que presentarán formalmente en el Congreso de los Diputados el 15 de marzo una proposición de ley para exonerar todos los delitos relacionados con el procés desde enero de 2013 hasta la actualidad, una ley de amnistía que no incluiría a los policías imputados por las cargas del 1-O.

NAIZ también ha indagado al candidato del PSC sobre si aceptaría alguna modificación a la inmersión lingüística vigente en Catalunya, ya que buena parte del voto unionista (Ciudadanos, Vox y PP) defiende cambios en favor del castellano. Illa ha considerado que «la inmersión ha funcionado» y que «se debe poner el acento en que los estudiantes al acabar la educación dominen el catalán, el castellano y el inglés».

«Planteo abrir una nueva página en la política catalana, dejar atrás 10 años que han sido un fracaso. Siempre con diálogo, respetar a todas las opiniones, con serenidad. Pido a los catalanes que concentren su voto en mi candidatura, que creo que es la única que puede hacer efectivo este cambio. Quiero un Gobierno de servidores públicos. Propongo un reencuentro primero de los catalanes con nosotros mismos, luego con los españoles y con los europeos», ha recalcado.

El líder del PSC ha añadido que la solución a los conflictos «nunca va a venir de una mitad de Catalunya imponiéndose sobre la otra». Ha abogado por un «diálogo dentro de la ley» y que en una nueva etapa su Gobierno se centrará «en lo que realmente importa» a la ciudadanía. «El único cambio real, una subversión a la situación, es nuestra propuesta. Los demás siguen en un planteamiento que ya ha fracasado», ha remarcado.

«El verdadero cambio»

Illa ha opinado que por ser él el eje de críticas constantes «desde los diferentes partidos» a derecha e izquierda, ello «pone de manifiesto» que representa «el verdadero cambio». Según el exministro, tiene «constatada la voluntad de cambio» tras tantos «años perdidos, que fueron un fracaso colectivo», y ha criticado al Govern: «Económicamente no estamos mejor que antes y no se está permitiendo desarrollar todo el potencial que tiene Catalunya. Nuestras instituciones no tienen el mismo prestigio que tenían antes».

Cuando ha sido preguntado por sus prioridades, no ha habido tampoco sorpresas: ha apuntado a la «protección de la salud, la recuperación económica, poner en marcha planes con los fondos europeos y respetar el Estado de Derecho y el marco de la ley».

Además, ha enviado una crítica por elevación a la exlíder de la oposición en Catalunya, Inés Arrimadas, y ha enfatizado: «Si yo gano las elecciones, yo sí me presentaré a la investidura». En 2018, la hoy presidenta de Cs rechazó presentarse como candidata en un pleno de investidura al no contar con los votos suficientes y con la justificación de que eso hubiera unido a todos los independentistas y al grupo de En Comú Podem.

Illa ha dicho durante la campaña que no dudará en acudir a Madrid, en alusión a las ausencias de autoridades catalanas en muchas reuniones de las autonomías con representantes del Estado, y esta mañana lo ha vuelto a afirmar porque «en Madrid se deciden muchas cosas que conciernen a los catalanes» y porque desea «tener una actitud de lealtad institucional con todas las instituciones».

El candidato, además, ha defendido a la alcaldesa de Hospitalet de Llobregat y presidenta de la Diputació de Barcelona, la socialista Núria Marín, quien fuera imputada el mes pasado por el juez que investiga la supuesta trama de desvío de subvenciones en el Consell Esportiu de L’Hospitalet. «Núria ha tenido una actitud de una persona que quiere colaborar con la justicia», ha subrayado.

El moderador de Nueva Economía Forum le ha preguntado por qué era el único candidato que participó del debate de este martes por la noche en TV3 que no se realizó un PCR, ni siquiera como un gesto, a lo que Illa ha respondido que «os protocolos no lo requerían porque era un debate que reunía las condiciones de seguridad. Las pruebas PCR no son un capricho, son de acuerdo a un protocolo, que es cuando eres contacto cercano de una persona contagiada. Las pruebas no sobran y deben hacerse cuando se tienen que hacer. No importa la cuestión de imagen».

Con respecto a la campaña y la pandemia, ha pedido a la sociedad catalana que vaya a votar porque «es seguro, tan seguro como ir a trabajar, o a comer fuera». «Hago una llamada a la participación porque es muy trascendente lo que pasará el 14-F. Es cambiar o no cambiar», ha aseverado.