Costas incoa expediente sancionador a Petronor por construir la planta de coque sin permiso
La Demarcación de Costas ha incoado un expediente sancionador a Petronor por construir la planta de coque sin contar con permiso. Meatzaldea Bizirik lo considera una infracción grave que puede acabar con la demolición de la instalación inaugurada en 2013.
Dos años después de que la Audiencia Nacional avalase que la planta de coque se construyó sin permiso a pesar de ocupar dominio marítimo terrestre, Costas ha notificado la incoación de expediente sancionador. Han pasado ocho largos años desde que Meatzaldea Bizirik presentase la primera denuncia en 2012 y que el tribunal especial haya instado hasta en tres ocasiones al órgano dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a que ejecutase la sentencia.
La abogada Cristina Álvarez Vaquerizo ha expuesto en una comparecencia telemática desde Madrid que ahora se abre un proceso que se puede prolongar durante un año y que puede terminar en el desmantelamiento de la polémica Unidad de Reducción de Fueloil (URF). En ese plazo, ha apuntado, se debe resolver el expediente por lo que considera una infracción grave que solo puede concluir con la orden de demolición de la planta que comenzó a construirse en 2007.
La letrada ha insistido en que la Ley de Costas es tajante en el caso de confirmarse la infracción grave. Ha asegurado que confía en el desmantelamiento de la planta, aunque ha reconocido también que se puede dilatar la resolución a causa de los pasos que pueda adoptar la defensa de Petronor. Además, los ecologistas tienen la posibilidad de solicitar la paralización cautelar de la actividad mientras se resuelve el expediente.
Esa infraestructura levantada sin autorización de Costas permitió en 2019 a Petronor alcanzar su récord de ventas. Durante estos años, la planta inaugurada por Felipe de Borbón en abril de 2013, ha causado un impacto severo al medio natural de su entorno, ya sea con la ocupación de la marisma del Barbadun o las emisiones de partículas contaminantes.
En 2017, coincidiendo con la parada general del complejo petroquímico, la compañia introdujo mejoras en la URF para atajar los continuos escapes de hollín que mantenían en alerta al vecindario de San Julian de Muskiz. Tampoco han faltado las sanciones por escapes, aunque han sido anecdóticas viendo la sucesión de incidentes o las irregularidades detectadas en el control de la calidad del aire.
Devolver las ayudas
Para Meatzaldea Bizirik, el proceso debe finalizar con el desmantelamiento de la planta y la recuperación medioambiental de la marisma, además han apuntado a que Petronor debería devolver las ayudas públicas recibidas para el proyecto, como los 400 millones de euros otorgados por el Banco Europeo de Inversiones.
Respecto a la restauración del entorno, Sara Ibáñez ha expuesto que hay un precedente, como fue el desmantelamiento de los tanques de CLH en la marisma. Ha manifestado que, después de años de trabajos, la playa de La Arena se ha convertido en una de las «más salvajes» de Bizkaia.
La asociación ecologista ha querido recordar el papel jugado por el Ayuntamiento de Muskiz, que otorgó la licencia de obras para la construcción de la URF «a sabiendas de que carecía del permiso de la Dirección General de Costas». Iñaki San Miguel ha citado un informe de la secretaria municipal, fechado el 14 de diciembre de 2009, que advertía de la irregularidad, que solo fue atendida por uno de los concejales que formaban parte de la Junta de Gobierno del Consistorio.