LAB critica a Lakua por mandar a Ertzaintza a reprimir las protestas en Tubacex
La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, se ha referido a las protestas contra los 150 despidos anunciados por Tubacex y ha criticado que el Gobierno de Lakua no toma medidas para salvar el empleo, sino que manda a la Ertzaintza a «reprimir las protestas».
La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, ha criticado que el Gobierno de Lakua «ha abandonado a los trabajadores a su suerte» y no está adoptando ninguna medida para salvar el empleo, sino que manda a la Ertzaintza a «reprimir las protestas sindicales y sociales», cuando los trabajadores «solo disponen de la fuerza de su cuerpo para poder defender sus empleos».
En una entrevista a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Aranburu se ha referido a los altercados registrados este pasado martes en Laudio en la entrada de Tubacex, durante la concentración de los trabajadores en contra de los 150 despidos anunciados por la empresa. Los incidentes se saldaron con tres trabajadores detenidos, acusados de «atentado contra agentes de la autoridad».
La dirigente de LAB ha recordado que Tubacex es una empresa que ha tenido «unos beneficios multimillonarios durante los últimos años» y que, «reforma laboral en mano, ha recurrido a lo que es más fácil, a intentar despedir a 150 personas ante un problema coyuntural por el que puede estar pasando la empresa».
Ante esa realidad, ha criticado que Lakua «ha abandonado a los trabajadores a su suerte» y ha censurado que «no se está adoptando ninguna medida para salvar el empleo», sino que, por el contrario, «se está mandando a la Ertzaintza a reprimir las protestas sindicales y sociales», cuando los trabajadores «solo disponen de la fuerza de su cuerpo para poder defender sus empleos».
«Estamos viendo imágenes que son muy duras, muy difíciles de dirigir. Ha pasado en PCB, ahora está pasando en Tubacex, y ante esa realidad, lógicamente la plantilla seguirá defendiendo sus puestos de trabajo y es un ejemplo de dignidad la lucha que están llevando a cabo», ha afirmado.
Aranburu ha advertido de que no van a permitir que el foco de atención se ponga en los incidentes, ante «una empresa como Tubacex, que ha obtenido beneficios multimillonarios y que en los últimos años ha tenido cuatro accidentes laborales con resultado de muerte que se podían haber evitado» y «ante una realidad en la que se abandone a los trabajadores a su suerte».
La secretaria general de LAB ha señalado que los trabajadores «están viviendo esta situación con mucha tensión y nerviosismo" y ha considerado que "el debate se tiene que centrar en qué medidas se tienen que adoptar para evitar este tipo de destrucción de empleo".
En el caso de esta empresa, y en otros casos que ha habido, Aranburu ha dicho que «tienen otras posibilidades para poder canalizar estas situaciones» y se pueden adoptar «otro tipo de medidas sin recurrir a los despidos tan fácilmente». Además, ha advertido de que se trata de empresas que, en muchos casos, durante los últimos años han recibido «ingentes cantidades de dinero público, y ahora, reforma laboral en mano, recurren a los despidos muy fácilmente».
«No hay compromiso real con el empleo, y, desde esa falta de compromiso real con el empleo se evita de hablar de otro tipo de medidas y entrar en esos debates», ha declarado.