Salmond acusa a Sturgeon de «mal manejo» de las acusaciones por abuso contra él
El exprimer ministro Alex Salmond ha acusado a Nicola Sturgeon de «mal manejo de las acusaciones» por abuso sexual en su contra, algo que, de confirmarse, podría provocar la dimisión de la premier escocesa. Ha añadido que «no está en la mejor posición para llevar Escocia hacia la independencia».
Alex Salmond ha declarado hoy en el Parlamento escocés ante un comité que investiga la fallida investigación del Gobierno de Nicola Sturgeon sobre las denuncias presentadas por dos funcionarias contra él por abuso sexual. Y, tal y como se esperaba, el exprimier escocés no ha hecho prisioneros y ha apuntado directamente a su sucesora y actual gobernante, Nicola Sturgeon.
En su declaración de apertura sobre la investigación que lleva a cabo el Parlamento de Holyrood también ha aprovechado para señalar que Sturgeon «no está en la mejor posición para llevar Escocia hacia la independencia». Quien liderase el movimiento independentista hasta el referéndum de 2014 ha señalado que «el paso a convertirse en un país independiente debe ir acompañado de instituciones cuyo liderazgo sea fuerte y robusto y capaz de proteger a todos y cada uno de los ciudadanos de la autoridad arbitraria». Algo que, a su juicio, Sturgeon no ha cumplido.
El rocambolesco caso que mezcla al movimiento independentista escocés, 13 denuncias por abuso contra Salmond y una guerra interna del SNP ha vivido hoy una de sus jornadas más esperadas. Antes de entrar en materia de lo sucedido hoy en Holyrood, conviene hacer un rápido repaso a los antecedentes. En otoño de 2017 nueve mujeres denunciaron a Salmond por distintos delitos sexuales, incluido uno de violación. Estas denuncias coincidieron en el tiempo con el anuncio del exlíder del SNP de volver al Parlamento escocés ante la «falta de determinación» de Sturgeon para convocar un nuevo referéndum de independencia. En marzo de 2020, el Tribunal Supremo escocés absolvió a Salmond de los trece delitos por «falta de pruebas» y este denunció una «conspiración» en el seno del Gobierno escocés y la dirección de su partido contra él. Dos de las citadas denuncias fueron realizadas por trabajadoras del Gobierno, por lo que el Ejecutivo llevó una investigación propia que anuló en enero de 2019 después de que una revisión judicial lo declarase «ilícito» y «lleno de prejuicios». Son irregularidades en esta última investigación lo que estudia la comisión ante la que ha comparecido Salmond en la jornada de hoy.
Y Salmond ha dirigido su primera bala a Sturgeon y su equipo de Gobierno. Ha reclamado que se asuman «responsabilidades» por el «mal manejo de las acusaciones». «Algunas personas dicen que es el fracaso de estas instituciones. No. La administración pública escocesa no ha fallado, su liderazgo ha fallado». En ese sentido, ha recordado que ya se condenó al Ejecutivo escocés a pagarle 50.000 libras. «El Gobierno actuó ilegalmente pero de alguna manera nadie tiene la culpa», ha señalado en tono irónico.
El exlíder independentista ha hecho gala de su oratoria y ha presentado una muy preparada declaración, incluso a la hora de responder a las preguntas de los parlamentarios que, en reiteradas ocasiones, han tratado de cuestionarle sobre las denuncias de las que fue absuelto hasta que la presidenta del comité, Linda Fabiani, ha llamado la atención para subrayar que «no está aquí en juicio», si no que se debían evaluar los comportamiento del Gobierno escocés.
De hecho, el verdadero interés de esta investigación recae en si Sturgeon mintió al asegurar que no conocía las acusaciones contra Salmond hasta una reunión entre ambos en su casa de Glasgow. Salmond sostiene que Sturgeon lo sabía de antes. Lo que parece probado es que la actual mandataria no registró aquella reunión en el acta del Gobierno y que está obligada a hacerlo con todas las reuniones gubernamentales. Ella, por contra, defiende que no fue una reunión gubernamental, sino un encuentro del SNP. Si se probara que sí que lo fue, entonces habría roto el código ministerial, lo que podría obligar a dimitir a la ministra principal escocesa.
Independentismo enfrentado a dos meses de las elecciones
De acuerdo con el exlíder del SNP, la propia ministra principal ha engañado de manera «repetida» al Parlamento sobre su implicación en este escándalo. Salmond ha insistido en que el nombre de una denunciante le fue revelado a uno de sus asistentes antes de una reunión clave en 2018. Ayer en el Parlamento, la premier negó que eso hubiera sucedido.
Asimismo, ha defendido que ha habido «una supresión deliberada de información inconveniente» para el Gobierno escocés durante las investigaciones. «No es un documento extraño que se ha perdido, es una secuencia de supresión deliberada de información inconveniente para el Gobierno».
Las acusaciones de abuso sexual fueron publicadas en octubre de 2017 por el Daily Record y Salmond ha señalado «alguien de la oficina de Nicola» como responsable de la filtración.
La semana que viene, Sturgeon
Preguntado por cuándo la premier se enteró de las denuncias por acoso, Salmond ha señalado que esa cuestión deberán repetirla la semana que viene, cuando le toque declarar a la propia Sturgeon. Hoy el exprimer ministro ha explicado que en aquel encuentro en Glasgow discutieron la situación y la estrategia a seguir. «Ella debía haber mediado, pero quería esperar al momento adecuado».
Preguntado, asimismo, por la naturaleza de esa supuesta conspiración, ha apuntado que «se llegó a creer que la pérdida de un caso judicial sería catastrófico para la propia Nicola Sturgeon».
Sturgeon ha insistido en que Salmond no ha presentado pruebas para demostrar que haya una conspiración.
Salmond y Sturgeon han llevado al independentismo escocés a ser mayoría en el país. Cuando el expremier asumió el liderazgo del SNP las encuestas apenas le otorgaban un 23% de apoyo al soberanismo escocés y lo dejó en un 45% tras el referéndum de 2014. Ahora, con Sturgeon al frente y el Brexit y la pandemia del covid-19 como agentes de peso, esa cifra ha superado el 50% para situarse, según las últimas encuestas, en una horquilla entre el 52% y el 56%. Sin embargo, el enfrentamiento entre sus dos grandes figuras, aliadas durante más de una década, amenaza con tumbar esa mayoría y habrá que ver el efecto que tiene en las elecciones escocesas de mayo, en las que el SNP aspira a la mayoría absoluta.