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La Real confirmó en Valdebebas que es fuerte en campo rival y débil cuando juega replegada

Concedió el gol de Vinicius con sus once jugadores en el área y 20 remates y 13 saques de esquina en apenas ocho minutos de tiempo efectivo en los que su línea defensiva estuvo en su interior. Los realistas generaron el gol y todo el peligro en el inicio del segundo tiempo al dar un paso adelante.

Zubimendi pugna con Casemiro en una jugada que refleja cómo fue el final del partido de Valdebebas. (Javier SORIANO/AFP)

La Real perdió el lunes en Valdebebas una oportunidad inmejorable para lograr una victoria ante el Real Madrid por intentar defender el gol marcado por Portu demasiado replegada. Una táctica castigada con el empate conseguido por Vinicius en el minuto 88 con diez jugadores realistas dentro del área y Carlos Fernández a punto de entrar.

El planteamiento de Imanol en Turín en la ida de la eliminatoria contra el Manchester United fue muy criticado por no replegar más las líneas cuando el análisis de las jugadas de ataque inglés demuestra que casi todas fueron al contragolpe sin opción a un repliegue.

Once días después la Real pecó y perdió dos puntos por jugar demasiado replegada y demostró en un mismo partido sus virtudes cuando juega en campo rival, como en los doce primeros minutos del segundo tiempo, y sus carencias en los 8 minutos y 21 segundos de tiempo efectivo en los que defendió dentro de su área.

En ese tiempo concedió 20 remates y 13 saques de esquina ante un rival que tiene ahora, por las lesiones de Benzema y Hazard, a sus mejores jugadores en el centro del campo y en la defensa, con lo que conviene evitar el repliegue excesivo, jugadas a balón parado y los remates desde fuera del área que concedió la Real a centrocampistas como Casemiro, Modric o Kroos que atraviesan un buen momento.

La Real empezó bien el partido, fiel a su estilo, con bastante control del balón y una buena presión alta que permitió recuperarlo en campo rival. En los primeros 18 minutos apenas estuvo minuto y medio en su área y solo concedió un saque de esquina y un remate de Casemiro que golpeó en Le Normand. Por contra, provocó un penalti del brasileño a Monreal no señalado y una buena jugada en la que Gorosabel se resbaló al intentar centrar y el balón fue a las manos de Courtois.

Primer paso atrás

A partir de ahí la Real jugó demasiado replegada y concedió ocho remates y otros cuatro saques de esquina antes del descanso, con una ocasión muy clara de Mariano que Gorosabel desvió al larguero y un posterior remate de Asensio que desbarató Le Normand.

Además tuvo un cabezazo de Varane a la salida de ese saque de esquina, dos remates de Casemiro y uno de Modric desde fuera del área sin oposición y una penetración de Kross que Zubeldia envió a corner.

La Real solo tuvo en esos últimos 27 minutos del primer tiempo una falta de Isak que desvió Casemiro en la barrera y que provocó el único saque de esquina que los blanquiazules sacaron antes del descanso.

Los blanquiazules entendieron que ese partido no les convenía y dieron un paso adelante para recuperar su presión alta en el inicio del segundo tiempo que coincidió con un cambio de sistema en el Real Madrid al colocar Zidane a Casemiro como tercer central.

Doce minutos excelentes

En los doce primeros minutos la Real provocó tres saques de esquina con dos buenas opciones de Monreal e Isak, el gol de Portu en un centro del navarro y un robo del murciano que cedió a Isak sin que llegara por poco a un remate muy claro. En esos doce minutos ningún jugador de campo llegó a pisar el área de Remiro.

A partir de ahí la Real vuelve a replegarse en exceso y, en una jugada en la que su defensa está casi medio minuto dentro de su área, permite a Kross rematar desde una posición en la que el alemán es muy peligroso y en el minuto 62 en el primer saque de esquina madridista del segundo tiempo Casemiro cabecea al superar a Zubeldia y su remate claro se va fuera por muy poco.

Desde el minuto 58 al 93 que acabó el partido la Real estuvo cinco minutos de tiempo efectivo dentro del área a pesar de que en una segunda parte apenas se suelen jugar unos veinte y que en Valdebebas en ese espacio hubo cinco parones para los cambios, ocho corners del Real Madrid, faltas y saques de puerta y de banda en los que los realistas intentaron arañar tiempo al reloj.

El dominio blanco se acrecentó al cambiar de sistema en el minuto 82 Imanol al dar entrada a Sagnan para jugar con una defensa de cinco y con la entrada de Aihen tres minutos después como interior derecho. El lateral extrañó la posición con dos pérdidas, una en una buena contra lanzada por Oyarzabal.

El central apenas tocó dos balones, uno en un pase y otro para enviarlo a saque de esquina. Además se resbaló al ir a presionar a Valverde en la jugada del empate en la que el uruguayo habilita a Lucas Vázquez y con diez jugadores realistas en el área y Carlos Fernández a punto de entrar en ella Vinicius remata con la mala suerte de que el balón golpea en Zubeldia y entra.

Y la Real dio por bueno el empate porque en el tiempo añadido, encerrada en su área, tuvo que defender tres saques de esquina, que estuvo bien en esa faceta, mientras que en ataque en los últimos 35 minutos solo tuvo un remate de falta de Le Normand y un balón de David Silva que Isak controló mal.

La conclusión

El análisis del partido demuestra que la Real, cuando fue fiel a su estilo y jugó en campo rival en el inicio del partido y, sobre todo, en los doce primeros minutos del segundo tiempo, fue superior al Real Madrid.

Cuando se replegó sufrió y concedió 20 remates y 13 saques de esquina, muchos para un equipo blanquiazul que es competitivo cuando tiene el balón y presiona en campo rival. Así es el que menos remates concede de la Liga, pero sufre cuando defiende en su área.

Es normal que el Real Madrid en desventaja obligue a replegarse al rival, pero no a cambiar de sistema o a dar entrada en el minuto 82 a un central que no tiene mucha confianza de Imanol, que prefirió sacar a Aritz tocado y a Zubeldia sin apenas entrenarse ante el Cádiz, ni a poner a un lateral zurdo como interior derecho.

Si del partido de Turín no se sacó la lección adecuada, cabe esperar que tras lo visto en Valdebebas se aprenda que la Real no es un equipo para jugar replegado. Solo con los dos puntos perdidos ante un Real Madrid que acabó con Rodrygo, Hugo Duro y Vinicius en la delantera, y los dos que se dejaron escapar ante el Betis en Anoeta tras otros cambios que tuvieron efectos negativos la Real estaría con 46, con nueve y el average sobre el equipo andaluz y el Villarreal a falta de trece partidos.