Yolanda Díaz será vicepresidenta tercera y seguirá en Trabajo
Yolanda Díaz, asumirá finalmente la Vicepresidencia Tercera y mantendrá la cartera de Trabajo dentro de la reorganización del Gobierno español tras la salida de Pablo Iglesias.
La noticia saltó a última hora de la tarde, horas después de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, volvieran a verse tras casi dos meses de no reunirse a solas y del comunicado emitido por el Ejecutivo, en que se señalaba que había «acuerdo» en los cambios que debían acometerse tras la salida del Ejecutivo del también ministro de Derechos Sociales, pero agregaba que faltaba rematar algunos «detalles».
El líder morado había pedido que la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, le sucediera como vicepresidenta segunda y la diputada por Nafarroa, Ione Belarra, se hiciera cargo de la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030. Finalmente fuentes gubernamentales señalaron que Díaz será relegada a la Vicepresidencia Tercera a cambio de que pueda mantener sus competencias como titular de Trabajo, lo que la situará en el organigrama por debajo de la ministra de Economía y vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que pasará a ocupar la Vicepresidencia Segunda.
Moncloa había informado con anterioridad que «falta» por «rematar algunos detalles en base al acuerdo de coalición» entre socialistas y morados, que implica que en cualquier crisis de Gobierno ambas partes deben mantener el mismo peso en la estructura del Ejecutivo, pero solo en caso de «renovaciones que alteren la estructura del Gobierno» se deberán renegociar «los términos de la coalición».
El «detalle» que faltaba tenía que ver con Díaz, ya que en caso de ocupar la Vicepresidencia Segunda y mantener la cartera de Trabajo se daría una incoherencia administrativa al estar por encima de Calviño, coordinadora de asuntos económicos en el Ejecutivo y bajo cuya órbita de actuación se encuentra el Ministerio de Trabajo.
Se esperaba que el obstáculo –un clásico ya en este Gobierno de coalición por los enfrentamientos entre el ala liberal que comanda Calviño y el ala progresista que comanda Iglesias– se subsanara en los próximos días, ya que el todavía vicepresidente y líder de Unidas Podemos no dejará su cargo hasta bien entrado abril (alrededor del día 20), antes de que comience la campaña electoral madrileña.
Pero los obstáculos se superaron finalmente ayer, aunque Sánchez se había reservado la prerrogativa de realizar los últimos ajustes en su equipo y aclarar las nuevas relaciones jerárquicas, marcando los tiempos en lo que parece responder a una cuestión de comunicación y táctica del presidente, cuyo liderazgo se apoya tanto en la semiología, y de su asesor principal, Iván Redondo.
Lo importante, las políticas
Fuentes parlamentarias cercanas a la formación morada señalaron a Efe un cierto malestar por la presión que consideran que ha ejercido Economía al querer estar por encima de Trabajo, toda vez que el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 tenía la Vicepresidencia Segunda y funciones de menor relevancia que las de los departamentos de Calviño y de Díaz.
Otras fuentes más cercanas a la Vicepresidencia Segunda indicaron que «tampoco se trataba de enfadar a Calviño» por lo que finalmente salió adelante la propuesta de Sánchez.
El entorno de Yolanda Díaz, por su parte, explicó a la agencia de noticias española que para la ministra de Trabajo lo importante son las políticas que se llevan a cabo y que ella no iba «a pelear por ser un ‘número dos’ o un ‘número tres’».
Fuentes del sector de UP en el Ejecutivo de Pedro Sánchez manifestaron, en cualquier caso, que el hecho de que la ministra gallega no sea vicepresidenta segunda, como era y proponía Iglesias, es una cuestión formal, pero que la estructura global del acuerdo de Gobierno se mantiene intacta.
Más allá de esos detalles estéticos, es importante en términos políticos que quede clara la relación entre Díaz y Calviño porque son las dos protagonistas principales del diálogo social con los empresarios, en un año en el que se espera dar un empujón a las derogaciones puntuales de la reforma laboral del Partido Popular.
Si bien Iglesias dejó claro que pondrá todos sus esfuerzos en irse de la vicepresidencia con la ley de Alquileres ya aprobada por el Consejo de Ministros (aún en plena negociación), también hay proyectos importantes que heredará Ione Belarra en el Ministerio de Derechos Sociales, como es la ley de protección de la infancia y la adolescencia (la llamada ley Rhodes por el pianista víctima de abuso que la impulsó) y la ley de protección animal (que promete polémica ya que recoge algunos elementos antitaurinos).
El PP denuncia a Iglesias
Mientras, y como no ha habido grandes polémicas estos días, el PP vio conveniente dotar de más crispación a la precampaña por la Comunidad de Madrid y denunció a Pablo Iglesias ante la Junta Electoral Provincial de la capital por «vulnerar los principios de neutralidad, imparcialidad e igualdad» al anunciar su candidatura para las elecciones autonómicas.
Según la denuncia presentada, el artículo 50.2 de la ley orgánica del Régimen Electoral General fue vulnerado por el líder morado con su vídeo ya que desde que se convocan elecciones hasta que se celebran «queda prohibido cualquier acto organizado o financiado por los poderes públicos que contenga alusiones a las realizaciones o a los logros obtenidos o que utilice imágenes o expresiones coincidentes a las utilizadas en su propia campaña por alguna de las entidades concurrentes». Según el PP, el vicepresidente segundo utilizó su «cargo y despacho institucional» para realizar un «acto encubierto».
Sin bajar la bandera de la judicialización de la política, el PP de la Comunidad de Madrid apuesta todo a absorber los votos de la presunta derecha moderada que representa Ciudadanos y descansa su futuro en la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso, que mantiene su tono trumpista sin temores ni complejos. En una entrevista con Ana Rosa Quintana en Telecinco, Díaz Ayuso le dijo que si alguien era calificado de «fascista significa que está en el lado correcto» de la historia. Así están las cosas en Madrid.
Portazo de Más Madrid a una alianza con Unidas Podemos
La formación de Iñigo Errejón, Más Madrid, decidió decir «no» a la propuesta de Pablo Iglesias de acudir en una candidatura a las elecciones del 4 de mayo. La respuesta de Iglesias fue «respeto absoluto», pero el tono mediático estuvo lejos de ser amable. Errejón y la candidata de Más Madrid, Mónica García, eligieron aludir al machismo, sumándose a la estrategia de la derecha crispada de ubicar al líder de UP en un lugar incómodo (el lunes tuiteros de derechas lanzaron una campaña en esa línea). Errejón dijo que el feminismo «había enseñado que a veces» los hombres no debe ser los protagonistas, mientras que García pidió una reducción de «testosterona» y se quejó: «Las mujeres estamos cansadas de hacer el trabajo sucio para que en los momentos históricos nos pidan que nos apartemos». La más contundente fue la portavoz de UP en Madrid, Isabel Serra, quien lamentó la negativa a la unidad y recordó que a García se le ofreció ir a unas primarias para dirimir la cabeza de lista.D.G.