INFO

Controles intermitentes para marcar la entrada en vigor de la nueva normativa en la muga

Un control efímero por la mañana y una presencia intermitente de los agentes españoles a lo largo del día han marcado este martes la entrada en vigor de la nueva normativa de fronteras decidida la pasada semana en Madrid.

Policías franceses y españoles vigilan, esta tarde, el paso, en ambos sentidos, de la muga, en Behobia. (Guillaume FAUVEAU)

Este martes ha entrado en vigor la nueva norma de fronteras adoptada por el Gobierno español y que tiene el objetivo teórico de combatir la expansión de la pandemia, y el sentido político de dar a entender que se hace algo ante esas imágenes chocantes de «extranjeros dándolo todo» en la noche madrileña.

A primera hora de la mañana en los pasos de Hendaia-Irun no había una situación que diera a entender que algo había cambiado respecto a la víspera.

De acuerdo a la nueva normativa, desde la pasada madrugada agentes de la Policía española, con competencia exclusiva en frontera, o de la Guardia Civil, en las inmediaciones de los pasos, deben solicitar a los conductores una prueba PCR para entrar en «territorio bajo administración española».

Un periodista de la cadena Ser, Iker Ibañez, certificada de buena mañana un control ciertamente efímero en la muga del Bidasoa: de 7.50 a 8.10.

A esas horas el trasiego de vehículos suele ser intenso, ya que al tráfico internacional se suma el paso de los trabajadores que acuden a trabajar al otro lado de la muga.

La cola que se formaba a los pocos minutos llevaba a desistir a los agentes.

Segundo testado: 8.45. Otra «happy hour». Los accesos a centros escolares y la actividad comercial animan particularmente a esa hora el ir y venir de vehículos.

Resumen de lo observado por NAIZ. En el puente de Santiago, solo los policías franceses procedían a esa hora, apostados junto a la carpa blanca que mantienen de forma estable desde enero, al control de los vehículos que cruzaban en dirección a Hendaia. Sin rastro de agentes españoles del lado de Ficoba.

La imagen era similar en el puente de Behobia. Controles, a decir verdad poco exhaustivos, para entrar en Lapurdi. Y paso de vehículos y de algunos peatones hacia Behobia-Irun sin presencia tampoco de policías españoles o agentes de la Guardia Civil.

«Yo he pasado el control para ir a Irun a hace un encargo rápido y cuando he vuelto, como media hora más tarde, ya no estaban», explicaba Ane, que ha parado de vuelta en la panadería de Pausu.

Con todo, no se confíaba: «habrá que ver qué pasa», afirmaba con cierta resignación, empleando una sentencia universal que vale para rubricar casi cualquier análisis popular ligado a la situación sanitaria y a sus múltiples derivadas, incluida, claro está, la movilidad en la muga.

Un mismo protocolo

A priori, desde hoy, a ambos lados de la muga se debía seguir el mismo protocolo.

Solicitud de PCR negativo realizado como máximo de 72 horas a los conductores que, de manera añadida, acrediten motivo suficiente para el desplazamiento.

Solo los transportistas y los transfronterizos, esto es los vecinos de localidades situadas en un radio de 30 kilómetros a ambos lados de de la muga, están exentos de presentar la prueba negativa de covid-19.

Los vecinos del norte de Euskal Herria tienen en todo caso una ventaja. A diferencia de lo que ocurre en Hego Euskal Herria, en los tres territorios los test PCR son gratuitos. Basta con acudir a un laboratorio y realizarse la prueba, aunque los resultados en ocasiones tardan en llegar uno o dos días.

A a espera de que las pruebas salivares, que han empezado a realizarse en centros escolares, lleguen a las farmacias «a mediados de abril», sí pueden realizarse en esos establecimientos las pruebas de antígenos.

En todo caso, hoy la verdadera prueba estaba en la muga, y puede decirse que el el análisis de los controles terrestres anti covid no ha dado un resultado del todo concluyente.

Efectivamente, salvo en algunos momentos, no se ha producido el control en las dos direcciones en los pasos que enlazan Irun con Hendaia, Biriatu y Urruña. Los franceses han seguido con los controles permanentes, los uniformados españoles han optado por controles intermitentes y de corta duración.

Con todo, desde hoy, los vascos deberán prepararse para pasar, seguro un control, y muy posiblemente dos, para transitar de norte a sur y de sur a norte por su país.