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Alexei Navalny, en huelga de hambre, es ingresado en un hospital penitenciario

A punto de cumplir tres semanas en huelga de hambre, el opositor ruso Alexei Navalny ha sido trasladado a un hospital penitenciario. Según el Servicio Federal Penitenciario ruso, Navalny habría aceptado que se le den «vitaminas».

En esta fotografía, tomada el 26 de diciembre de 2019, Alexei Navalny aparece en un pasillo de la oficina de su Fundación Anticorrupción (FBK), en Moscú, custodiado por policías. (Dimitar DILKOFF | AFP)

Alexei Navalny, que comenzó una huelga de hambre en prisión el pasado 31 de marzo, ha sido traslado a un hospital de otra cárcel cercana, según ha informado este lunes el Servicio Federal Penitenciario de Rusia (FSIN), que afirma que su estado de salud es «satisfactorio».

«Se ha tomado la decisión de trasladar a A. Navalni al hospital regional para condenados, que se encuentra en el penal IK-3», ha señalado en un comunicado el departamento del FSIN para la región de Vladimir, donde el político opositor cumple condena.

Las mismas fuentes han indicado que, «con el acuerdo del paciente», se le ha prescrito «un tratamiento con vitaminas».

La situación en que se encuentra Navalny tras su nuevo encarcelamiento ha elevado la tensión diplomática entre Rusia, por un lado, y la UE y EEUU, por otro, que han advertido a Vladimir Putin de posibles consecuencias si el estado del líder político continúa empeorando.

Ha perdido 16 kilos desde que fue encarcelado

Según dijeron los colaboradores de Navalny el fin de semana, su vida «pende de un hilo», porque tiene graves problemas de salud y no puede ver a su médico de confianza.

Su esposa, Yulia Navalnaya, le visitó la semana pasada en la cárcel y alertó de que había perdido mucho peso y hablaba con dificultad.

«Pesa 76 kilos, cuando mide 1,90. Después de mi cita con Alexei estoy aún más preocupada por él», indicó. «Nunca había visto un rostro tan escuálido, pero no tiene intención de rendirse», dijo.

El político preso, de 44 años, ha perdido 16 kilos desde que ingresó en prisión, el pasado febrero, y 9 desde que comenzó su huelga de hambre en protesta por la negativa de los servicios penitenciarios a que le examine un médico de confianza.