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La colaboración con las mutuas para la vacunación se ensayó en la CAV en febrero

Por ahora es solo un anuncio de cara a «los próximos meses» y quedará en manos de las comunidades autónomas la decisión de recurrir a este mecanismo. La posibilidad de que las mutuas se sumen a la campaña de vacunación contra el covid en el Estado español ya tuvo un efímero precedente en la CAV.

Vacunación contra el covid-19 en un centro de salud de Osakidetza. (Gorka RUBIO | FOKU)

El Gobierno español anunció el lunes que ha llegado a un acuerdo con las mutuas privadas que colaboran con la Seguridad Social para que tomen parte en el proceso de vacunación contra el covid-19.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, adelantó que el Ejecutivo firmará un convenio «próximamente» con «las mutuas de accidentes y la Fundación CEOE» para que las comunidades autónomas puedan utilizar «las capacidades logísticas» y «el personal» de esas entidades, que son «parte del sistema de Seguridad Social» para «vacunar» en «los próximos meses».

Como señaló Escrivá, las mutuas cuentan con «personal sanitario» y «locales» que podrán estar a disposición de las comunidades autónomas «si así lo consideran conveniente».

Lakua optó por las mutuas desde el principio

De hecho, el Gobierno de Lakua ya recurrió a las mutuas hace un par de meses, cuando se ponía en marcha la campaña de vacunación siguiendo un orden de prioridad en función de la edad y de la actividad social.

Con la Orden de 19 de febrero de 2021 de la consejera de Salud, Gotozone Sagardui, se inició el procedimiento para «la puesta a disposición de los centros sanitarios de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social sitas en la Comunidad Autónoma del País Vasco para colaborar en la vacunación frente al COVID-19».

Para llevar a cabo aquella iniciativa, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu no negoció previamente un acuerdo con las patronales de las mutuas, sino que apeló al estado de alarma decretado por el Gobierno español y a las competencias de la CAV en materia de planificación sanitaria.

En la misma orden se acordaba «solicitar a la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social (DGOSS) que autorice, en su caso, la puesta a disposición de los Centros Sanitarios de las Mutuas colaboradoras con la Seguridad Socia».

No funcionó como estaba previsto

La idea era que trabajadoras y trabajadores de ciertos sectores de la Administración fueran vacunados contra el coronavirus en las dependencias de las mutuas a las que estuvieran afiliados.

Aunque en la comentada orden no se limitaba su alcance a ningún ámbito concreto, en principio se enfocó hacia el de Educación, así como al sociosanitario o al del transporte, y la vacunación en las mutuas fue dirigida tanto al personal público como a quienes trabajan en empresas concertadas (comedores, limpieza...).

La improvisación de este sistema que mezclaba las funciones de Osakidetza y de las mutuas a la hora de dar las citas, las críticas de los sindicatos, que no fueron consultados previamente, y las primeras rupturas en el suministro de vacunas a escala de la UE hicieron que fuera suspendido a los pocos días.

De la visión patronal a la sindical

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha valorado positivamente este martes el convenio para acelerar el proceso de vacunación, resaltando que no se trata de las empresas vayan a vacunar a sus trabajadores «para que no se vacunen los demás», sino de que las mutuas pongan a disposición todo lo que tienen.

Además, ha asumido que en estos momentos faltan vacunas, lo cual es un problema del conjunto de la UE. «No lo ha gestionado tan bien Europa como nos hubiese gustado», ha dicho.

«Creo que hoy en día tenemos falta de vacunas, pero que dentro de un mes o de dos va a haber vacunas y todo lo que sea apoyo a lo público va a ser importante y ese es el fin de este acuerdo», ha apostillado.

No es esta la opinión de LAB, que considera que la administración de la vacuna «debería realizarse por parte del sistema público de salud» y ha criticado que las patronales de las mutuas «han estado desaparecidas durante los momentos más duros de la pandemia».

La central abertzale ha incidido que «la salud laboral debe contemplarse como parte de la salud pública y no de forma parcializada», para lo cual ha reclamado «capacidad normativa para decidir en Euskal Herria las políticas de seguridad y salud laboral».

«Los gastos de las mutuas por la dedicación de sus recursos humanos y materiales serán a cargo de la Seguridad Social, para lo que aprobará una partida para asumir dichos gastos, es decir, se destinará dinero publico a manos privadas», ha advertido.

¿Necesita Osakidetza la colaboración de las mutuas?

Por su parte, la portavoz de EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz, Maddalen Iriarte, ha indicado que se debería priorizar «la sanidad pública y universal para todo el mundo», porque, de lo contrario, «entramos en sendas muy peligrosos que pueden traer privilegios».

«Si las mutuas ayudan, habrá más vacunas, pero en nuestro caso, Osakidetza debería tener los recursos suficientes para responder a todo. Todos los ciudadanos somos iguales y debemos tener igualdad de oportunidades en estas cuestiones», ha destacado.

Iriarte se ha congratulado de que Osakidetza «ya se haya puesto las pilas» en la campaña de vacunación y que «haya cogido la velocidad que hasta ahora no ha tenido».

Durante la habitual rueda de prensa semanal, la propia consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha recordado este martes que Osakidetza y las mutuas llevan colaborando «desde un principio» en la vacunación contra el covid-19, por lo que no cree que el convenio anunciado por el Gobierno español vaya a suponer cambio alguno en la CAV.