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Iraci Hassler, la alcaldesa comunista de Santiago, reflejo del cambio en Chile

La próxima alcaldesa de Santiago, la comunista Iraci Hassler, subraya su victoria en las pasadas elecciones municipales como muestra del «avance significativo de las fuerzas transformadoras» que está viviendo Chile y fruto natural del levantamiento social.

Iraci Hassler, la alcaldesa electa de Santiago, visita uno de los barrios de la capital chilena para agradecer el apoyo recibido. (Martín BERNETTI/AFP)

«Hay un avance significativo de las fuerzas de transformación en Chile», afirma la economista Iraci Hassler, de 30 años, primer miembro del Partido Comunista que gobernará el municipio de Santiago, el centro administrativo de la capital del mismo nombre, y en un país todavía gobernado por la derecha de Sebastián Piñera.

Concejala desde hace cuatro años y poco conocida en el resto del país hasta que fue elegida el pasado domingo, será la segunda mujer, desde el fin de la dictadura pinochetista en 1990, que gobernará la ciudad de 404.000 habitantes, a partir del próximo 28 de junio.

La ciudad de Santiago y sus más de 5,25 millones de habitantes –«el gran Santiago»– se compone de 32 municipios, sin que haya un organismo de gobierno que agrupe a todos ellos.

Iraci Hassler considera su elección como la culminación natural del levantamiento social de octubre de 2019. Lo que comenzó como una revuelta estudiantil contra un aumento en las tasas del metro, movilizó finalmente a cientos de miles de personas que salieron a la calle para reclamar más justicia social.

En el núcleo de su insatisfacción se encuentra el modelo económico ultraliberal responsable de la desigualdad galopante en un país muy alabado por órganos y gobiernos liberales por su aparente prosperidad económica.

Conciencia colectiva de la necesidad de cambio

«Hay un avance significativo de las fuerzas de transformación en Chile y creo que ha afectado lo que sucedió en el municipio de Santiago y a nivel nacional», ha afirmado a la agencia AFP.

En estos comicios múltiples, la victoria de candidatos independientes y progresistas para formar la Asamblea Constituyente, así como un fuerte empuje de las fuerzas de izquierda a nivel local y regional suponen, de acuerdo con el economista, una «reflexión sobre un modelo injusto, el modelo neoliberal que se aplicó a la Constitución de nuestro país».

Atribuye el viento del cambio que sopla en Chile a «una decisión colectiva, una conciencia de que, aunque parecía dormir en la sociedad chilena, se ha expresado muy claramente desde el 18 de octubre» de 2019.

Hoy, «existe la posibilidad de vivir bien, la dignidad, como un elemento central de una transformación a un nuevo modelo de desarrollo», sostiene, pidiendo un estado regulatorio y nuevos derechos sociales.

Origen en las protestas estudiantiles

Iraci Hassler es parte de estas nuevas figuras del Partido Comunista Chileno, la mayoría surgidas en las grandes movilizaciones de estudiantiles de 2011, como Camila Vallejo, una geógrafa de 33 años, ahora miembro del Parlamento, que fue activista por la educación gratuita y la calidad para todos.

«Una administración comunista en un gobierno local puede transformar las vidas de las personas», afirma Hassler, en referencia al municipio de Recoleta, un distrito obrero con población inmigrante cerca del centro de la capital, cuyo alcalde ha sido desde 2012 el comunista Daniel Jadue.

«Los prejuicios que rodean a los comunistas han sido demolidos», asegura, respondiendo a la polarización extrema de la política chilena en la que la derecha agita el espectro del fin de la propiedad privada y el regreso de la pobreza en el país.

Elogios y críticas

Incluso el presidente de la influyente confederación de producción y comercio, Juan Sutil, ha elogiado a Hassler, nieta de un gran empresario. «Es una mujer muy educada. Estudió en la escuela suiza, fue a la Universidad de Chile, es economista... será racional», ha afirmado Sutil.

Pero también ha recibido críticas neoliberales por su propuestas para fijar precios.

Hassler, que habla alemán y portugués gracias a su padre suizo-chileno y a su madre brasileña, planea abordar como prioridades los problemas del urbanismo, la gestión de residuos y la pobreza.

Afirma que su victoria «nace en realidad de los barrios de Santiago, en una expresión social y política sin precedentes».

Incluso su familia se sorprendió por su victoria. «Al igual que los medios de comunicación, la gente no creía que fuera posible. Están felices de que hayamos tenido éxito con tanto apoyo», señala.

Iraci Hassler afirma que no presta atención alguna al «ruido» de los medios de comunicación y que se va a centrar en su tarea, a la cabeza de un consejo municipal compuesto por ocho mujeres y dos hombres.