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Homenaje en Bilbo a los seis ejecutados en la Rebelión de la Sal de 1634

EH Bildu ha homenajeado este lunes a los bilbainos víctimas de la represión durante la conocida como la Rebelión de la Sal de 1634. La coalición soberanista ha destacado algunos paralelismos que existen entre aquella crisis y la actual y ha señalado que hay que cambiar las políticas públicas.

EH Bildu homenajea a los ejecutados en la Rebelión de la Sal de 1634. (Aritz LOIOLA/FOKU)

Convocadas por EH Bildu, decenas de personas han homenajeado este lunes a los seis bilbainos ejecutados en la Rebelión de la Sal de 1634. Han depositado claveles rojos bajo la placa conmemorativa de la iglesia de San Anton, antiguo emplazamiento del Ayuntamiento, donde fueron ahorcados varios de los cabecillas de la revuelta.

El conflicto se originó el 3 de enero de 1631 tras una Real Orden que elevaba el precio de la sal hasta un 44% y ordenaba la requisa de toda la sal almacenada, que a partir de ese momento sólo podría ser vendida por la Real Hacienda. Esto se debió a la necesidad de la Corona española de los Austrias de mantener el costoso ejército en las guerras del norte de Europa.

Pero tal y como ha recordado Jone Goirizelaia, la portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Bilbo, las protestas derivaron en una rebelión popular en toda Bizkaia en contra de todas las actuaciones recentralizadoras del Reino español y en defensa de los derechos forales.

Tras varios años de conflicto, la rebelión fue finalmente reprimida en la primavera de 1634. Seis de los principales cabecillas de la revuelta fueron detenidos y ejecutados: Martin Otxoa de Aiorabide, Licenciado Morga y Sarabia, el escribano Juan de Larrabazter, los hermanos Juan y Domingo de Bizkaigana, y Juan de la Puente Urtusaustegui.

A unos se les aplicó el garrote en la cárcel y otros fueron ahorcados en la plaza pública, justo al lado de la Iglesia de San Anton, a cuya fachada estaba adosada la casa consistorial. En ese lugar se encuentra actualmente una placa conmemorativa, donde hoy decenas de personas han depositados claveles rojos en memoria de los ejecutados.

«Ciertos paralelismos»

Goirizelaia ha señalado que, «salvando las distancias», existen «ciertos paralelismos» con aquella crisis económica, política y social y en las decisiones que toma el Estado español actualmente. «Ante eso, ha llegado el momento de unir fuerzas y darle la vuelta a la situación», ha indicado.

«Hoy en día también estamos viendo a muchos trabajadores y trabajadoras que están luchando por sus derechos», ha recordado antes de mencionar a los trabajadores de Tubacex, Petronor, PCB, H&M, y Bilboko Argiak, entre otros.

Tenemos un compromiso con la memoria, pero también con los derechos de la ciudadanía y con otro modo de hacer política», ha señalado. En este sentido, ha dicho que hay que cambiar las políticas públicas y «hay que poner a las personas en el centro».

«Defender los intereses de las clases populares»

Para finalizar, EH Bildu también ha querido homenajear a las personas que peor lo están pasando durante la crisis de la pandemia: «a las personas en paro, al pequeño comercio, a la hostelería, a las personas que han hecho labores de cuidado, a los y las jóvenes en situación de precariedad y a los y las pensionistas».

«Hay que reforzar los servicios y la políticas públicas. Frente a intereses recentralizadores y de las élites, EH Bildu va a seguir recogiendo el compromiso de la Rebelión de la Sal y defendiendo los intereses de las clases populares de Bilbo y de todo Euskal Herria», ha concluido Goirizelaia.