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Putin quiere hablar con Biden de derechos humanos y también del asalto al Capitolio

Rusia ha anunciado este lunes que quiere abordar, en la primera reunión el 16 de junio entre Vladimir Putin y Joe Biden, asuntos como los derechos humanos y el enjuiciamiento de los partidarios de Trump que asaltaron el Capitolio.

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en la conferencia de prensa de hoy. (Pavel GOLOVKIN/AFP)

El encuentro entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Joe Biden y Vladimir Putin, tendrá lugar el próximo 16 de junio en la ciudad suiza de Ginebra y en un primer momento el Kremlin precisó que los líderes debatirán la lucha contra la pandemia y la «resolución» de los conflictos regionales.

Sin embargo, este lunes, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha manifestado en conferecia de prensa que están «preparados para discutir y no tenemos temas tabús. Hablaremos de lo que consideremos pertinente y estaremos listos a responder cualquier pregunta de la parte estadounidense. Esto implica también a los derechos humanos».

Además, ha afirmado que su gobierno esta dispuesto a discutir «los problemas que hay en Estados Unidos», y ha reconocido estar «muy interesado en el procesamiento de los acusados por los incidentes del 6 de enero», cuando militantes pro-Trump desencadenaron un sangriento asalto al Capitolio en Washington.

En Estados Unidos, «están ocurriendo muchas cosas realmente interesantes, inclusive desde una perspectiva de los derechos humanos, de los derechos de la oposición, y de la protección de esta oposición», ha respondido Lavrov a la pregunta de un periodista sobre si Moscú estaba preparada para abordar la situación de la oposición y los derechos humanos en Rusia, durante la entrevista entre Putin y Biden.

Estos comentarios tuvieron lugar además luego de que Biden prometiera, el domingo, decirle a Putin que Estados Unidos no «quedará de brazos cruzados en tanto» Rusia «viola» los derechos humanos.

Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos están a su nivel más bajo, a causa de grandes desacuerdos respecto a los más trascendentes temas internacionales, expulsiones cruzadas de diplomáticos, acusaciones de injerencia electoral, espionaje e inclusive ciberataques atribuidos a Moscú.