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La iglesia vasca que acogió el cónclave crucial de los comunistas chinos

A cinco kilómetros de Yan'an se alza la iglesia de la Virgen de Begoña, construida por franciscanos vascos del santuario de Arantzazu de Oñati, y que albergó en 1938 el plenario del Comité Central del Partido Comunista de China con Mao Zedong a la cabeza.

Mao, en el centro de la primera fila, en una reunión celebrada en Yan'an en 1942. (NAIZ)

Una iglesia levantada en Yan'an por franciscanos vascos acogió el cónclave crucial de los comunistas chinos en 1938 y marcó así «el destino» de China, según llegó a señalar Mao Zedong. Una circunstancia prácticamente desconocida sobre la que Javier García, de Efe, ha indagado en un viaje al norte de la provincia septentrional china de Shaanxi, donde los comunistas se refugiaron tras la Larga Marcha y se hicieron fuertes durante 12 años hasta su triunfo en 1949.

Cuando los misioneros franciscanos vascos la terminaron en 1934, la iglesia se convirtió en la mayor edificación de Yan'an, por entonces una pequeña ciudad de apenas 3.000 habitantes.

Con su estilo gótico y sus 25 metros de alto y 16 de ancho, se la conoció como la catedral de la ciudad y pasó a ser uno de los mayores templos católicos de la región, principal destino de los franciscanos en China por su cercanía a la Ruta de la Seda.

Marx, Engels, Lenin y Stalin, en el retablo

Pero solo pudo desempeñar su función religiosa apenas dos años, hasta que en 1936 los comunistas chinos liderados por Mao llegaron a Yan'an y convirtieron la ciudad en un bastión donde recuperarse.

La iglesia fue confiscada y pasó a albergar momentos clave de aquellos años, como el encuentro secreto de 1936 entre Zhou Enlai –el lugarteniente de Mao– y Zhang Xueliang, comandante de la zona noroeste del Kuomintang.

En esa reunión clandestina y nocturna se fraguó la suspensión de la guerra civil entre comunistas y nacionalistas para hacer frente entre ambos a la invasión japonesa.

Con todo, la reunión más decisiva que albergaría la basílica no llegó hasta el otoño de 1938, cuando el sexto plenario del VI Comité Central del PCCh se pasó dos meses discutiendo entre sus capiteles góticos la forma de organizar el partido y luchar contra los japoneses.

«Hubo dos cruciales reuniones en la historia del PCCh. Una fue la conferencia de Zunyi en 1935 y la otra la sexta sesión plenaria de 1938, que fue la que decidió el destino de China», diría Mao años después.

De ese cónclave salió el famoso «marxismo con características chinas», que diferenció a China de la entonces Unión Soviética y que el país ha venido adaptando y aplicando desde entonces.

Entre los más de 50 participantes no faltaron los principales dirigentes comunistas. Además de Mao y Zhou Enlai, otros miembros del politburó como Zhu De, Wang Jiaxiang, Zhang Wentian o Peng Dehuai, intervinieron también en el plenario.

El altar se convirtió en el estrado de oradores y en el lugar del retablo, tapado por unos telones verdes, grandes fotografías de Marx, Engels, Lenin y Stalin, flanqueaban una bandera roja con la hoz y el martillo.

El resto del Comité Central ocupó unos bancos de madera, como los de los de los feligreses en misa –aunque sin reclinatorio– repartidos a lo largo de la nave central, de cuyos capiteles colgaban grandes pancartas y banderas rojas.

Esa misma decoración permanece todavía hoy en el templo, para deleite de algunos de los 50 millones de turistas que acuden cada año a Yan'an en busca del llamado ‘turismo rojo’, especialmente este 2021 en que se cumple el centenario de la fundación del PCCh.

Una basílica sencilla, pero imponente

Los franciscanos, muchos de ellos del santuario de Arantzazu de Oñati, llegaron al norte de Shaanxi a finales del siglo XIX y principios del XX.

El primer vicario apostólico de la región, Celestino Ibáñez (cuyo nombre chino era Yi Xinghua), eligió Yan'an como su residencia y compró más de 28 hectáreas en el pueblo de Qiaoergu para crear escuelas y construir la iglesia de la Virgen de Begoña entre 1930 y 1934.

Se trata de una basílica sencilla pero imponente, hecha en piedra y ladrillos color tierra. Consta de una nave central y dos laterales, coronadas en el frontispicio por sendas torres acabadas en pequeños pináculos.

Todas sus puertas y ventanas están dotadas de arcos e incorpora también elementos de la tradición china como la entrada orientada hacia el sur, en lugar de hacia el oeste, como en la mayoría de iglesias cristianas.

En el centro de su fachada, tres caracteres chinos inscritos en vertical con la leyenda «Señor de los Cielos» recuerdan que se trata de una iglesia católica.

Los franciscanos construyeron varias iglesias en la zona de Yan'an, algunas de ellas excavadas en la tradicional tierra amarilla de la región, al igual que los famosos ‘yadong’ o cuevas donde vivía gran parte de su población y que habitaron también durante 12 años los líderes comunistas antes de alcanzar el poder.