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La brecha de género en los cuidados y el hogar se estrecha pero está lejos de cerrarse

El Eustat ha publicado este martes un estudio en el que analiza, entre otras cuestiones, el reparto de tareas domésticas y de cuidados entre la población de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa que tiene además un empleo fuera de casa.

Una mujer camina con una niña por un parque de Bilbo. (Aritz LOIOLA / FOKU)

La brecha de género sigue siendo desfavorable hacia las mujeres, si bien las diferencias se han reducido durante la última década. En 2010 las mujeres dedicaban 1 hora más al día que los hombres a las labores del hogar, 1,9 horas más al cuidado de hijos e hijas y 2,4 horas más para el cuidado de dependientes, mientras que en 2020 –fecha del estudio del Eustat– estas diferencias se habían reducido hasta las 0,6 horas, 1,2 horas y 0,7 horas, respectivamente.

El 51,1% de las mujeres declara que destina 5 o más horas al día al cuidado de sus hijos menores, porcentaje que, en el caso de los hombres, baja al 27%. El 42,7% de los varones dedica a esta labor 2 o menos horas al día.

De promedio, las mujeres que trabajan fuera de casa y tienen hijos menores de 15 años destinan de media 1,2 horas más al día a su cuidado que los hombres que se encuentran en la misma situación (4,6 y 3,4 horas, respectivamente).

En cuanto a las horas dedicadas al cuidado de las personas dependientes a su cargo, las mujeres ocupadas dedican de media casi tres cuartos de hora más al día que los hombres (2,3 y 1,6 horas, respectivamente). La proporción de personas ocupadas que atienden a personas dependientes regularmente es aproximadamente del 12%.

El reparto de tareas domésticas también resulta desigual, ya que casi nueve de cada diez hombres –el 84,8%– dedica 2 o menos horas a esas tareas, mientras que tres de cada diez mujeres –el 29,9%– emplea 3 o más.

Este reparto de funciones motiva que el 15,1% de las mujeres ocupadas esté muy insatisfecho con la colaboración que ofrece su pareja en la realización de las tareas domésticas. En contraposición, un porcentaje elevado de hombres ocupados está muy satisfecho con la participación de su pareja (69,6%).

Además, el 27,7% de las personas encuestadas afirma tener muchas dificultades para compaginar el trabajo con el cuidado de hijos menores y el 28,7% asegura tener ese mismo grado de dificultad a la hora de atender a las personas dependientes. El porcentaje es ligeramente mayor en las mujeres que en los hombres.

Horas extras

La encuesta también pregunta sobre la actividad laboral, en la que el 23,5% de la población ocupada tiene que dedicar, de forma habitual, más horas de las establecidas, mientras que otro 18,4% lo hace algunas veces.

En este caso además han cambiado las tornas. La prolongación de la jornada laboral siempre había afectado más a los hombres que a las mujeres, pero en 2020 eran las mujeres las más afectadas cuando la prolongación es habitual, 24,4% frente a 22,5%.

El temor a que solicitar excedencias o jornadas reducidas por motivos familiares afecte a la promoción profesional es ligeramente mayor entre las mujeres que entre los hombres, 30,5% y 26,5%, respectivamente.

El horario flexible de salida, una herramienta para mejorar la conciliación, lo disfrutan tres de cada diez personas ocupadas (32,6%). Desde el punto de vista del género, son los hombres los más beneficiados, ya que un 35,6% disfruta de la flexibilidad horaria frente al 29,3% de las mujeres.

Con respecto al año anterior se aprecia una disminución de 10,1 puntos en el porcentaje de personas que disfrutan de un horario flexible. En 2019 era el 42,7%, en 2020 el porcentaje baja hasta el 32,6%.

En cuanto a los diferentes tipos de jornada se percibe un descenso sostenido del porcentaje de personas que tienen jornada partida. De esta forma, en 2010 el 41,5% de las personas trabajaba en jornada de mañana y tarde, en 2020 este porcentaje se sitúa en el 32,5%.

En relación a las preferencias laborales, la población ocupada se decanta por la condición de asalariado (85,6%) frente a la de autónomo (14,4%) y prefiere trabajar en el sector público (64,7%) frente al sector privado (35,3%).