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La reforma de la ley de alquileres tumba al Gobierno sueco en una moción de censura

El socialdemócrata Stefan Löfven es el primer jefe de Gobierno sueco que pierde una moción de censura. Esto se ha debido a que a los votos de la derecha se han sumando los del Partido de la Izquierda, aliado de Löfven que había exigido la retirada de una reforma de la ley de alquileres.

Nooshi Dadgostar, líder del Partido de la Izquierda, habla con los periodistas a su llegada esta mañana al Parlamento sueco. (Anders WIKLUND | AFP)

El Gobierno rojiverde en minoría del socialdemócrata Stefan Löfven, en el poder desde 2014, ha perdido este lunes una moción de censura en el Parlamento sueco al votar 181 diputadas y diputados a favor, seis más que la mitad de escaños totales, que era el mínimo requerido.

La moción, la primera que pierde un jefe de Gobierno sueco en la historia, ha sido apoyada por las tres fuerzas de la oposición de derecha –conservadores, ultraderechistas y democristianos– y por el Partido de la Izquierda (Vänsterpartiet), aliado externo de Löfven que había exigido la retirada de un proyecto de reforma de la ley de alquileres para mantener su respaldo al Ejecutivo.

A partir de ahora, el primer ministro tiene una semana para presentar su dimisión o convocar elecciones. Los próximos comicios legislativos estaban previstos para setiembre de 2022.

La dimisión del primer ministro sin convocar nuevas elecciones es sinónimo de difíciles negociaciones para apuntalar un nuevo Gobierno con apoyos sólidos en el Parlamento, pero parece la opción más factible en este momento.

Un vuelco muy rápido

Esta crisis sin precedente en la historia política de Suecia se ha desarrollado en un corto periodo de tiempo, apenas una semana.

El Partido de Izquierda (excomunista) había dado hace seis días un ultimátum de 48 horas al Gobierno para que retirase o cambiase el proyecto que desrregula los alquileres en nuevos edificios, una de las ‘líneas rojas’ marcadas por esa fuerza cuando negoció su respaldo a Löfven.

Pero sus 27 escaños no llegaban para presentar la moción (hacen falta 35) por lo que el ultraderechista Demócratas de Suecia (SD) se apresuró a hacerlo en su lugar el jueves.

Ese mismo día, el Partido de la Izquierda anunció su intención de apoyar la censura pese a que ello suponía mezclar sus votos con los del campo contrario en el Parlamento, en el que se incluye el ultraderechista SD.

Un reforma que rechaza la Asociación Nacional de Inquilinos

La razón esgrimida ha sido un proyecto, todavía en frase preliminar, de reforma de los precios de alquiler regulados, tótem de la izquierda sueca, que lo considera uno de los pilares del modelo social de este país nórdico, incluso en un contexto como el actual en el que el mercado de la vivienda de alquiler se encuentra saturado.

El proyecto, exigencia de centristas y liberales, supone que el alquiler en nuevas propiedades deje de estar regulado, y pueda ser acordado entre propietario y arrendador según el valor de mercado.

Una reforma menor que solo afecta a un mínimo porcentaje, dicen los socialdemócratas; un primer paso para la liberalización total de los precios de los alquileres, responden La Izquierda y la Asociación Nacional de Inquilinos.

Las promesas de último minuto lanzadas el domingo por el Ejecutivo de Löfven fueron vanas y la líder del Partido de la Izquierda, Nooshi Dadgostar, criticó el «teatro frívolo y político destinado a bloquear el proceso».

Posibles escenarios

La moción de censura pone fin al Gobierno constituido en enero de 2019 después de los cuatro meses de negociaciones que siguieron a las elecciones de 2018. Stefan Löfven ha presidido desde entonces un Gabinete de centro-izquierda que agrupaba al Partido Socialdemócrata y a los Verdes.

Para asegurarse una mayoría parlamentaria, el antiguo sindicalista metalúrgico selló un acuerdo con otras dos formaciones, el Partido del Centro y los Liberales, y alcanzó un compromiso menos sólido con el Partido de la Izquierda.

¿Cuál es el escenario que se dibuja ahora en el horizonte político sueco? «Creo que Löfven dimitirá», ha anticipado Anders Sannerstedt, politólogo en la Universidad de Lund. En su opinión, «nadie quiere unas elecciones extraordinarias» y «los socialdemócratas perderían bastantes votos si se celebrasen, según los últimos sondeos».

Es decir, «Löfven estaría pensando en presentar la dimisión para regresar rápidamente, como una ave fénix renaciendo de sus cenizas. Y es muy posible que lo lograra», ha añadido Sannerstedt.

Una reflexión que apoya su colega de la Universidad de Gotemburgo Jonas Hinnfors, que ha resaltado que el primer ministro «es un muy buen negociador». «Dado que la distribución de escaños sigue siendo la misma, lo más probable es que Löfven regrese», ha sostenido.