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Botxo Riders, la cooperativa que compite contra plataformas como Glovo en Bilbo

Las cooperativas de repartidores a domicilio se van haciendo su hueco en Euskal Herria. Hace menos de un año en Bilbo surgió Botxo Riders con el objetivo de crear unas condiciones laborales dignas para los riders y apoyar el comercio local. Sus impulsores han contado a NAIZ su experiencia.

Trabajadores de Botxo Riders en la plaza Circular. (Laura DELGADO GARCIA)

Las condiciones laborales y el modelo empresarial de las plataformas de reparto a domicilio, como Glovo, Deliveroo, Amazon o Uber, han sido objeto de debate durante los últimos años. El tema ha llegado varias veces a los tribunales, que en numerosas ocasiones han dictaminado que sí existe relación laboral entre el repartidor y la plataforma. Sin embargo, estas empresas se niegan a cambiar su forma de funcionar, hasta tal punto de criticar con dureza la nueva Ley Rider. Ante estas empresas, cada vez son más los trabajadores que se unen en cooperativas.

Una de las últimas en crearse ha sido Botxo Riders, en Bilbo, que se ha unido a la Gasteiztarra Eraman o a la gipuzcoana Blokal. Surgió en setiembre de 2020 y, al estar todavía en una fase inicial del proyecto, solo cuenta con tres trabajadores. Sin embargo, sus bicicletas ya han echado a rodar por las calles de la capital vizcaína.

Ihering Delirrage, uno de los impulsores de la cooperativa, ha explicado a NAIZ su experiencia. Lleva desde 2017 trabajando como rider. Primero lo hizo en Deliveroo y más tarde en Glovo y Uber Eats.

«Al principio las condiciones eran aceptables, pagaban bien por pedido y llegaba para un sueldo. Luego, una vez que se establecieron, incorporaron más Riders de forma desproporcionada a la demanda para asegurar que estuviera siempre alguien disponible en las horas valle, lo que resultó en menos repartos para nosotros. Asimismo, bajaron la tarifa por cada reparto. Llegué a estar una media de 12 horas/día activo en la APP para llegar al sueldo mínimo. Todo esto sin cotizar, sin seguro, condicionados a las decisiones estratégicas de la compañía que organizaba el trabajo, sin seguridad y sin estabilidad», recuerda.

Pese a que la profesión le gustase, con esas condiciones no podía vivir de ello, por lo que en 2020 se unió a varios compañeros y decidieron crear una cooperativa siguiendo otros proyectos que se estaban dando en Europa y el Estado español. Con la ayuda de la federación de cooperativas de reparto en bicicleta, CoopCycle, en setiembre comenzaron a hacer los primeros repartos.

Valores

En palabras de sus fundadores, son tres los valores que caracterizan Botxo Riders: apoyo al comercio local, promoción del uso de la bicicleta y condiciones laborales dignas. Asimismo, sienten que su proyecto contribuye a la transformación de Bilbo.

«Estamos adaptados para solucionar especialmente los problemas que tienen los productores locales a la hora de entregar sus productos en la ciudad. Para ello usamos la bicicleta, la cual creemos que es una herramienta importante de transformación de las ciudades y consecuente mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Las condiciones laborales dignas es la premisa sin la cual no se puede llevar nada de eso a cabo de forma sostenible en el tiempo», detallan.

Reparten el 100% de los pedidos en vehículos a pedales. Dependiendo del tipo de producto que tengan que transportar usan bicicletas normales con mochilas, bicicletas de carga o triciclos. Señalan que sus clientes son muy variados y pueden llevar de todo: documentos, flores, cestas de comida, cajas de botellas, muebles… «todo lo que entre en nuestras bicis hasta 200kg».

En relación a la tarifa, explican que en restauración trabajan con una comisión sobre el valor del envío más un fijo que paga el consumidor final. Con el comercio local tienen la ciudad dividida en zonas y las tarifas tienen como referencia peso, volumen, tiempo de entrega y tiempo entre encargo y entrega. Los valores están entre 1,20€ y 15,00€ por entrega.

Fase inicial

Actualmente, Botxo Riders la componen tres socios trabajadores y están en una fase inicial del proyecto. «Estamos probando, estandarizando los procesos, descubriendo con la experiencia propia y de compañeros de la federación cómo generar las condiciones ideales para los compañeros que se sumen a Botxo Riders», explican.

Trabajan aproximadamente 40 horas semanales, cobran el mínimo interprofesional, y cuentan con el seguro obligatorio para el convenio de transporte de mercancía por carretera.

Con empresas como Glovo, Deliveroo o Amazon, están en un sector con una gran competencia, pero, pese a ello, son optimistas: «Nosotros lo vemos posible, ya que la calidad del servicio que ofrecen estas empresas, a pesar de contar con unas condiciones laborales más agresivas y una mayor cantidad de ingresos (lo que les permite invertir más en publicidad), es muy parecida. Aunque para ello es fundamental el esfuerzo por parte de la población a la hora de consumir, no solo en este sector sino en muchos otros».

Ley Rider

El Congreso español aprobó hace unos meses la Ley Rider con el fin de regularizar el sector. Los trabajadores de Botxo Riders consideran que es tan solo un primer paso para «desprecarizar» el sector.

«Reconoce la relación laboral entre plataformas y repartidores por un lado, pero abre camino a la tercerización de las flotas que en otros colectivos como se ha visto que se sigue vulnerando los derechos de los trabajadores. No ofrece una solución a los millares de repartidores que se quedaran sin trabajo y tampoco hay un intento de regularizar la situación de los inmigrantes sin permiso de trabajo», señalan.