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Entrevue
Adolfo Lacunza
Fotógrafo del Parlamento navarro

«Para mí, son todos iguales a la hora de sacar la foto. Contamos lo que pasa en el Parlamento»

Adolfo Lacunza ha trabajado treinta años como fotógrafo del Parlamento navarro. En el último pleno, recibió, por sorpresa, una ovación de electos y compañeros. En esta conversación nos relata las diferencias de esta labor desde los comienzos hasta el final.

Adolfo Lacunza, en el hemiciclo del Parlamento navarro. (Iñigo URIZ/FOKU)

Treinta años como fotógrafo del Parlamento navarro y toca jubilarse. Tres décadas de una trayectoria en la que comenzó como colaborador.

Sí, cuento el inicio en el año 1991 porque fue cuando dejé el periódico, ‘Navarra Hoy’. Había empezado a hacer alguna cosa con Nati, que estaba con Carlos Gil [responsable de Protocolo y Prensa del Parlamento], y me llamaba a mí. Pero más como un trabajo más de publicidad que por compromiso.

Era lo que ahora se llamarÍa un freelance.

Sí, un freelance. Te llamaban porque solucionabas un montón de cosas. No solo la foto como testigo, sino que había que hacer una foto de algún cuadro o de alguna otra cosa. Como hacía cosas de iluminación, no tenía problema. O tocaba hacer un reportaje de cómo estaba no sé qué obra. Hacía un poco de todo.

Lo que tocaba.

Sí, ¡cómo para decir que no a algo! Si no te especializas, te mueres del asco.

El panorama ahora está mal y antes también. 

Parecido.

En treinta años ha cambiado mucho la fotografía y también el propio Parlamento. Ahora estamos en un edificio amplio y luminoso, pero en esa época había unas dependencias en la calle Arrieta y los plenos se hacían en Carlos III, en un anexo del Palacio de Nafarroa.

El edificio aquel era muy pequeñajo. A mí me llamaban más para hacer cosas protocolarias como visitas. Eso era en la calle Arrieta. ¿Conociste aquello?

Sí, sí...

Era un trabajo mucho más protocolario. Que si venía el rey, que si alguna comisión, o que le daban una medalla o algún reconocimiento a alguien... «Oye, Adolfo, ¿puedes venir?», te decían. E ibas. Era así, eran cosas sueltas, no había una continuidad.

Antes había una separación total entre prensa y los señores parlamentarios. Ahora veo mucha más soltura

Me imagino que en esa época compaginaría esa labor con otros trabajos.

Sí, sí, claro. Cuando dejé el periódico es porque había empezado a hacer cosas de publicidad. Me interesaba un poco el tema del estudio. Había que fotografiar vinos, catálogos de empresa, ... Era básicamente a lo que me dedicaba. Lo que pasa es que seguía trabajando con algunas revistas del medio como ‘Negocios en Navarra’ o ‘Ze Berri?’, la de euskara con la que llevo colaborando un montón de años también. Seguía haciendo cosas de reportaje, pero haciendo ya trabajos de publicidad. Llevaba seis años en ’Navarra Hoy’ y estaba haciendo siempre lo mismo: Osasuna, Parlamento, fiestas de los pueblos y ruedas de prensa, ruedas de prensa y ruedas de prensa. Llega un momento en el que dices «soy fotógrafo y quiero hacer cosas nuevas». Tenía un amigo que tenía una agencia de publicidad y empecé a trabajar con él para hacer cosas diferentes.

Lo del Parlamento era realmente un complemento...

Sí, sí, claro. Era un decir que sí a todo. La idea era ser reportero, pero se abría un camino nuevo e interesaba aprender a iluminar botellas y a hacer retratos o books, o fotos de moda o publicidad para el Leclerc. Era darle a todo. Era más por ambición personal de empezar a hacer cosas nuevas para ver si eras capaz. Hasta que no llegaron al Parlamento Elena Torres [presidenta del Parlamento entre 2007 y 2011] y compañía y Alberto Catalán [presidente del Parlamento entre 2011 y 2015] con la web no se le dio mucha importancia a la imagen.

Esas comisiones en la calle Arrieta y esos plenos en Carlos III eran muy diferentes a los de ahora. Había poco espacio y estábamos amontonados.

Y a la vez distantes. El sistema era aquí la prensa y aquí los señores parlamentarios. Había una separación total. Ahora no sé cómo os manejaréis con ellos, pero yo veo mucha más soltura. Antes todo era «hasta aquí no puedes pasar», todo superreglado. El Parlamento nunca ha sido un sitio muy claro.

Es una cosa bastante rígida. Ha cambiado a mejor, pero sigue siendo algo rígido.

Yo creo que sí, al menos en lo que se refiere a la transparencia. Sin duda. Han tenido que dar un gran salto, por narices. Le haya gustado a alguien o no le haya gustado. Pero entras aquí y ya está todo organizado. Pero el Parlamento tendría que haber sido una cosa mucho más cercana a la gente. De hecho, hay muchísima gente que confunde el Gobierno de Navarra y el Parlamento de Navarra. A la gente le cuesta entrar aquí a ver exposiciones. Hay un techo de cristal. Puedes entrar aquí, pero hay que pasar por un filtro. Ojalá fuera un lugar a la gente pudiera venir porque hay algo que le interesa. Al final, es la casa de todos. Así, como el Gobierno de Navarra es la casa del que manda, aquí no, aquí sí que están todos.

En el Parlamento hay momentos en los que existe una tensión muy alta, con debates encendidos sobre temas polémicos. Pero hay otros plenos que son de transición o aburridos...

Para un gráfico, aburridos.

Y para un redactor también...

Cuando es un pleno movido, subes a descargar las fotos y estás con la cosica esa de que tienes material. Llevas rato, pero tienes un material. Realmente, luego va a tener la misma publicidad que un pleno aburrido. En la prensa igual no, pero para nosotros es el mismo trabajo. Se cuelgan las fotos en la web y ya está. Pero hay otras veces que subes y ves que no se ha movido nadie, que todo el mundo ha hablado desde su sitio, no hay ninguna alianza entre ellos por lo que todo es superestático. ¿Qué haces? Pues hacer perfiles, detalles. Sabes que no son informativos. Pero cuando cuentas un pleno, cuentas cómo es ese pleno. Y hay veces que es lineal. También es verdad que en un pleno aburrido cuatro o cinco personas se mueven a negociar y te dan mucho juego. Y no corresponden con la intensidad que haya podido tener ese pleno. Sin embargo, hay otros plenos que son más intensos, pero no has terminado de pillarlos o no estás en el sitio adecuado y no se refleja que ha habido semejante tensión. Siempre considero que la labor del fotógrafo del Parlamento tiene que ser diferente a la del fotógrafo de prensa. Todos los parlamentarios, en el atrio están naturales. Entran al pleno y se ponen la capucha de la ideología. Yo siempre he hecho al revés. Llego aquí con mi ideología, que todos la tenemos, y en el momento que entro en la puerta la dejo fuera. Me da igual que movidas haya o deje de haber, yo cuento lo que hay. Cuidando la buena información, por supuesto. Esa ha sido mi intención.

Hay muchísima gente que confunde el Gobierno de Navarra y el Parlamento de Navarra. A la gente le cuesta entrar aquí a ver exposiciones

Como fotógrafo del Parlamento es necesario mantener una neutralidad total y absoluta.

Sí. Y te aseguro que es lo que me ha permitido estar trabajando tantos años. Para mí, son todos iguales a la hora de sacar la foto. Estoy contando una cosa que está pasando dentro del Parlamento, con más o menos sentido de la composición. Intento no perderme lo que realmente va a pasar, pero siendo aséptico. Esto es lo que ha habido.

Hemos mencionado antes el Parlamento cuando estaba en la calle Arrieta. La nueva sede es mucho mejor para trabajar desde el punto de vista de la imagen.

Sí, sí. A nivel técnico, por supuesto que es mucho mejor. Aquí nadie usa un flash. Allí, si no lo usabas, te quedabas sin foto. El salón de plenos es un poco conflictivo a nivel de luces para fotografiar. Pero ves lo que hay ahí, fotografías lo que hay, intentas técnicamente salvarlo. Tenemos técnica suficiente para defendernos. Suele ser más peculiar cómo te hago a ti una foto diferente hoy cuando estás siempre en el mismo sitio. Entonces estás más atento a un gesto. El verdadero reto es ese, cómo hacer fotos diferentes cuando todo el mundo está quieto más o menos en el mismo sitio.

Esas fotos que no son diferentes, sirven muchas veces como fondo de archivo.

Claro, claro. Nosotros tenemos una sola arma, que es la cámara. Tiene que ser todo muy directo. Y lo tienes que leer fácil. Si hay que explicarlo, algo ha fallado. Realmente, es actividad parlamentaria. No es una abstracción de una escena que tú ves y te imaginas de otra forma porque ese día estabas jodido. No, es contar lo que hay aquí.

Igual excede de vuestra labor, pero hay fotos que dicen cosas. Por ejemplo, los de EH Bildu hablando con el PSN. Que si antes no hablaban, que ahora sí. Hay una interpretación de lo que hay más allá de la imagen que es relevante en la política navarra. 

Claro, claro. Lo que la gente tiene que tener claro es que si el PSN ahora habla con Navarra Suma tú no sabes qué están hablando. Solo sabes que están hablando. Luego, cada uno puede sacar las conclusiones que quiera. Posiblemente, dos medios de comunicación con dos ideologías diferentes verán algo diferente. Es una cuestión de cómo quieras verlo tú o de cómo se lo explicas a alguien que te ha comprado el periódico. Eso es otra cosa.

En este sentido, la web ha permitido que el trabajo luzca más, que llegue a más gente. Antes, las fotos se quedaban casi para consumo interno.

Al principio, se fotografiaba algún pleno. Luego ya se empezaron a fotografiar todos los plenos. Cuidamos muchísimo que todos los partidos salieran prácticamente en las mismas fotos. No se discriminó nada. Ni con Elena Torres, ni Alberto Catalán, ni con Ainhoa Aznarez ni ahora con Unai Hualde en la Presidencia del Parlamento. Una de las cosas que costó al principio fue que la gente pudiera descargar las fotos que colgábamos en la web. Les dije que eso era básico, que había que poner las fotos con la suficiente calidad. ¿Cómo controlas que lo que se descargan sea de calidad? Filtrándolo tú.