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Víctimas de abusos aceptan el perdón del arzobispo, «pero faltan la justicia y la reparación»

El arzobispo de Iruñea ha pedido perdón a tres víctimas de abusos sexuales en el colegio del Puy de Lizarra en un encuentro en el que le han recordado que «faltan la justicia y la reparación». Otras personas que los han sufrido y para las que no hay esa petición se sienten «víctimas de segunda».

Víctimas de abusos sexuales en el colegio del Puy de Lizarra y de Reparadores de Gares, a los que el arzobispo de Iruñea no ha pedido perdón, ante la puerta del Arzobispado de Iruñea. (Iñigo URIZ/FOKU)

El arzobispo de Iruñea y Tutera ha pedido perdón a tres víctimas de abusos sexuales en el colegio del Puy de Lizarra en un encuentro mantenido en el Arzobispado, una reunión en la que estos últimos le han recordado que «faltan la justicia y la reparación».

En concreto, las víctimas que se han reunido con Francisco Pérez han sido Jesús Zudaire, Fernando Roncal y Juan Arbizu. A la salida del encuentro, el primero de ellos ha valorado ante los medios la petición de perdón diciendo que «nos damos por satisfechos», aunque le ha puesto un pero, que es «la falta de la justicia y la reparación».

Zudaire ha recordado que el gesto del arzobispo se ha producido porque pusieron una denuncia canónica, a la que han dado credibilidad desde la Iglesia católica navarra al comprobar que había desaparecido el expediente de traslado del cura José San Julián, sobre el que recaían las denuncias presentadas.

«Tenían que estar en la cárcel»

Fernando Roncal se ha mostrado más contundente y ha señalado que «seguimos diciendo alto y claro que esto no es un pecado, es un delito. Y como tal, las personas que han ocasionado esto tenían que estar juzgadas y en la cárcel».

En relación a las palabras de Francisco Pérez en las que decía que había «llorado» por lo sucedido en el Puy de Lizarra, Roncal le ha recordado que «nos ha ignorado durante mucho tiempo y ahora, de repente, tiene el detalle de recibirnos y pedirnos perdón. Ojalá hubiese sido mucho antes».

En el encuentro con el arzobispo de Iruñea, le han recordado que existen más casos de abusos sexuales en otros centros pertenecientes a órdenes religiosas. Y según ha señalado Zudaire, si las víctimas presentan también una denuncia canónica, «como establece el protocolo», Pérez se ha comprometido a hacer de puente con los superiores de esas órdenes para que se investiguen las denuncias.

Sería una mediación, ya que, según les ha asegurado, «no tiene autoridad sobre ellas», una respuesta que no ha contentado a Roncal, quien ha puesto de relieve que «tiene autoridad moral para poner firmes a cualquiera y sobre todo siendo militar y de alta graduación, como es su caso».

Como todavía quedan muchos casos pendientes, Roncal ha señalado que el gesto de hoy del arzobispo «es una batalla ganada dentro de una guerra contra el poco respeto a las personas y la pederastia, pero todavía queda mucho por pelear».

Ese es el caso de las víctimas de abusos de los Reparadores de Gares. Dos de ellas esperaban pacientemente en las puertas del Arzobispado la salida de sus compañeros, ya que para ellos no había solicitud de perdón.

Un gesto «poco creíble e hipócrita»

Para denunciar esa discriminación, ha tomado la palabra Mikel Ezeolatxa, quien ha señalado que el gesto del arzobispo «nos parece poco creíble e incluso hipócrita» y además «nos genera una doble victimización por parte del máximo representante de la Iglesia en Navarra, que se exime de cualquier responsabilidad y nos convierte en víctimas de segunda».

Ha denunciado que la comisión creada desde el Arzobispado para investigar los abusos ha reconocido que «no se investigaron los delitos, no pecados, de pederastia en su momento» y que la Iglesia navarra «ha intentado limpiar su imagen con una campaña de marketing bien orquestada», mientras «nos cerraban en las narices las puertas del Arzobispado a las víctimas directas de los abusos».

Ha recalcado que «no buscamos revancha, ni tenemos odio», pero quieren que se esclarezca lo sucedido, que va saliendo a la luz a través de diversas investigaciones. En este sentido, han solicitado a las instituciones que «actúen ante el inmovilismo y falta de compromiso sincero de la Iglesia» y que se busquen «formulas de justicia restaurativa para aquellos delitos que la justicia ordinaria es incapaz de atender por la prescripción de los mismos».

Finalmente, han considerado «crucial que existan mecanismos como el puesto en marcha por la UPNA con el apoyo del Gobierno de Navarra que permitan poner cifras y dar voz a los abusos sufridos».

En este sentido, animan a toda persona que quiera ponerse en contacto con la Asociación de Víctimas de Abusos para recibir asesoramiento y apoyo en dicho proceso. Algo que pueden hacer a través del correo electrónico abusosiglesia@gmail.com o llamando al teléfono 608017000.