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La Policía española espera aplicar este año su «nueva arma» de identificación facial

La Policía española espera contar para este año con las «bendiciones legales» para poner en marcha un sistema automático de identificación facial que, de hecho, ya lleva tiempo probando y que considera «una nueva arma policial».

Policías de varios países europeos llevan tiempo probando la tecnología de reconocimiento facial. (PIXINOO/GETTY IMAGES)

Hace solo dos años la tecnología que permite el reconcimiento facial era vista como otro paso en la consolidación de una sociedad policial... en China. El cuestionamiento de su uso y de la amenaza para los derechos individuales en el país asiático solo mostraba que este era quien lideraba el desarrollo de esta tecnología.

Al año siguiente, el Estado francés incluía en la polémica Ley de Seguridad Global –que provocó fuertes protestas– un artículo que ampara el uso de drones para la filmación en masa de ciudadanos y eliminaba las últimas restricciones en cuanto al uso de las imágenes captadas por las cámaras móviles de los antidisturbios, abriendo las puertas al reconocimiento facial.

No era una excepción. La Unión Europea prepara una gran base de datos que recopilará, a partir de 2022, las huellas dactilares e imágenes faciales de «más de 400 millones de personas» de terceros países, para controlar la entrada y salida del espacio Schengen.

Y para este año, serán las fuerzas policiales del Estado español las que cuenten con un sistema automático de identificación facial.

Así lo espera el comisario general de Policía Científica, Pedro Luis Mélida, que ha participado en el curso de verano de la Universidad Complutense organizado por la Fundación Policía Española.

Mélida ha recordado que Alemania fue el primer país que implantó estos sistemas de reconocimiento facial, ya en 2008, y que el Estado francés, más allá de la nueva regulación de seguridad, lo utiliza desde 2013.

European Digital Rights (EDRi) extendía el año pasado al menos a 15 el número de países europeos que ya habían expermientado con tecnologías biométricas como el reconocimiento facial en espacios públicos,

«Una nueva arma policial»

«Los sistemas de identificación facial han llegado para quedarse, tienen un potencial enorme, como todo lo que está relacionado con inteligencia artificial, y por lo tanto yo creo que estamos hablando de una nueva arma policial», ha indicado el comisario.

Ha admitido que «es probable que en algunas circunstancias, como puede ser la captación de imágenes masivas, se puedan sufrir restricciones».

El cargo policial español ha pedido que se acelere su puesta en marcha y se den «las bendiciones legales» para que en el mes de octubre los sistemas automáticos de identificación facial «sean una realidad».

Ha añadido que las fuerzas de seguridad españolas han realizado ya pruebas «con resultados muy buenos» y ha insistido: «Son un arma que podemos utilizar».

Mélida ha explicado que la Policía también utiliza como bases de datos las imágenes que se captan y difunden «en segundos en todas partes» a través de redes sociales para cotejar imágenes de personas que están siendo buscadas.

El riesgo de errores

No obstante, ha señalado que una gran parte de las imágenes utilizadas en este ámbito por la Policía proceden de cámaras de seguridad motivo por el que responsables policiales suelen mantener encuentros con representantes de empresas del sector para avanzar en la calidad de las grabaciones, un aspecto «en lo que queda camino por recorrer», ha señalado.

La violación de la privacidad y la vulneración de derechos fundamentales son algunas de las amenazas sobre las que organizaciones civiles resaltan en el uso de estas tecnologías, pero también en su posible uso erróneo, que puede llevar a la detención y condena de personas sobre una base eventualmente defectuosa.

«La precisión de la tecnología ha aumentado considerablemente, pero esta sigue presentando siempre un cierto grado de error que puede repercutir negativamente en los derechos fundamentales», afirmaba en un informe de 2019 la Agencia de la Unión Europea por los Derechos Fundamentales.

En Estados Unidos la Alcaldía de San Francisco o el Ayuntamiento de Portland han prohibido el uso de esta tecnología a sus agencias locales, entre ellas a la Policía.

Aunque el reconocimiento facial tiene también su otra cara. El uso para reconocer a los policías que intentan ocultar su identidad en casos de abusos y brutalidad.