Los talibanes toman Herat, la tercera ciudad más importante de Afganistán
Los talibanes se han hecho en apenas 24 horas con el control de tres capitales regionales, entre ellas Herat, una de las principales urbes de Afganistán, mientras el Gobierno afgano habría tratado de frenar a los insurgentes ofreciéndoles un reparto de poder.
Qala-e-Naw ha sido la duodécima capital de las 34 provincias afganas en caer en manos de los talibanes en tan solo una semana, la tercera esta jornada, tras la meridional Ghazni y la occidental Herat, una de las mayores ciudades del país tras Kabul y Kandahar.
Ghazni es una provincia estratégica porque conecta a Kabul con el sureste y sur de Afganistán, mientras que Herat es uno de los principales centros comerciales y ejes de Afganistán, al compartir frontera con Irán y Turkmenistán.
Un alto responsable de las fuerzas de seguridad sobre el terreno ha explicado que las tropas afganas se habían retirado de Herat «para evitar más daños en la ciudad» y que se habrían dirigido a una base militar situada en el vecino distrito de Guzmara.
Como en otras ciudades, los insurgentes han izado sus banderas en edificios oficiales de Herat, como la sede la Policía, donde no habrían encontrado resistencia alguna, según ha constado un corresponsal de France Presse.
Actualmente hay combates en nueve de las 34 provincias afganas, donde en las últimas 24 horas 217 combatientes talibanes han muerto y 108 han resultado heridos, según el balance diario del Ministerio de Defensa afgano.
Este rápido avance de los insurgentes coincide con el inicio de la fase final de la retirada de las tropas extranjeras de Afganistán, que comenzó el pasado 1 de mayo y espera concluir a finales de este mes tras veinte años de guerra.
Precisamente, la veloz ofensiva ha obligado a los gobiernos estadounidense y británico a anunciar movimientos militares de última hora. El Pentágono ha detallado que enviará a 3.000 soldados a la capital afgana para evacuar a la mayoría del personal de su embajada, aunque la mantendrá abierta. El Ejecutivo británico, por su parte, desplegará temporalmente 600 soldados para colaborar en la salida del país de sus nacionales.
Reparto de poder
Incapaz de frenar el avance insurgente, el Gobierno afgano habría ofrecido a una delegación talibán en Doha, en el marco de las negociaciones de paz, un reparto de poder a cambio de poner fin a los ataques.
«El Gobierno afgano ofrece la participación en el poder a los talibanes y exige el cese inmediato de los ataques a las ciudades en el nuevo plan de paz», han dicho este jueves fuentes oficiales no identificadas al canal de noticias afgano 1TV.
El presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdullah Abdullah, que desde ayer está en Doha para asistir a reuniones internacionales sobre el futuro de Afganistán, ha «presentado [el] plan para poner fin a la crisis a [los mediadores de] Qatar», según el canal de noticias.
Por el momento no hay más detalles disponibles sobre esta propuesta, cuyo fin es poner freno al rápido avance talibán.
La portavoz de los Equipos de Negociación afganos en Qatar, Najia Anwari, ha aclarado a Efe, sin embargo, que las informaciones de los medios locales sobre la propuesta no responden a un nuevo plan presentado por las autoridades afganas, sino que forma parte de las rutinarias negociaciones de paz intraafganas iniciadas hace casi un año.
«El plan de paz que se plantea ahora es en realidad la hoja de ruta de la paz para el reparto del poder político de ambas partes y es uno de los temas a debatir en las negociaciones. No es algo completamente nuevo sugerir un reparto de poder. El objetivo es discutir esto en las conversaciones de paz para que podamos llegar a un acuerdo político para acabar con esta guerra destructiva», ha precisado.
Un portavoz de los talibanes en Qatar, Naeem Wardak, ha negado, por su parte, que por ahora hayan recibido dicha oferta. «No se ha ofrecido nada de eso», ha asegurado a Efe.