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Protesta sindical a las puertas de la factoría de la empresa Dassault, en Angelu

El azote de la tormenta Barra que se deja sentir con fuertes lluvias, viento y bajada de temperaturas no ha desanimado a los trabajadores de Dassault, movilizados desde primera hora a las puertas de la factoría, en Angelu.

Trabajadores de Dassault, durante la protesta, esta mañana, a las puertas de la factoría aeronáutica. (Guillaume FAUVEAU)

La tormenta Barra se hace sentir en la costa labortana en forma de lluvias, viento y bajada de temperatura. Una mañana fría en Angelu, a la que los trabajadores de Dassault Aviation han hecho frente prendiendo hogueras a la entrada de la factoría.

A convocatoria de los sindicatos CGT y CFDT, decenas de trabajadores se han apostado a la entrada de la empresa, donde han ofrecido una rueda de prensa a las 08.00.

La operación filtro, que se mantendrá durante todo el día, se dirige a presionar cara al periodo de negociación obligatoria en curso, y tiene como principal objetivo solicitar un aumento generalizado de los salarios.

El sector de la aeronáutica está en boca de todos estos días por el contrato millonario -estimado en más de 14 millardos de euros- que ha cerrado el presidente francés, Emmanuel Macron, durante su reciente visita al Golfo Pérsico. La visita se ha saldado con una venta a Qatar de 80 aviones Rafale, lo que beneficia directamente al gigante de la aeronáutica gala.

«O 200 euros de subida o nada de Rafale»

De hecho, una de las pancartas colocadas por los trabajadores en huelga rezaba: "O 200 euros o nada de Rafale", en alusión a la demanda de aumento salarial cursada por los sindicatos a la dirección de la empresa.

«Tras dos años de práctica congelación salarial ahora nos proponen un aumento gneral del 1,6%, lo que significa unos 27 euros por salario medio», ha explicado Christophe Brise, delegado de CGT, que ha destacado que una parte de los empleados, en particular los que están «en situación de monoparentalidad» voven con ingresos que les sitúan «en el umbral de la pobreza», una situación que ha tachado de intolerable, máxime a la vista de «los beneficios y los contratos firmados por Dassault».

Con 5, 5 millardos de cifra de negocio, el grupo Dussault, implicado en la construcción del avión Rafale, emplea a 12.000 trabajadores en el conjunto hexagonal.

Los contratos suscritos en Oriente Medio garantizan al grupo, que surgió como una empresa de carácter familiar en Lapurdi, carga de trabajo hasta 2031. Así lo confirmó Eric Trappier, director general de Dassault Aviation, a raíz de conocese la millonaria venta anunciada con motivo del periplo de Macron, objeto de críticas por organizaciones de derechos humanos.