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Favoritismo claro para el Baskonia en un derbi con más peligro de lo que parece

Después de ganar en el Palau y machacar a Asvel Villeurbanne, los gasteiztarras llegan plenos de confianza y dispuestos a meterse en el Top 8 de la Liga ACB. Los bilbainos se ponen la piel de cordero para visitar una cancha en la que solo ganaron en diciembre de 2007, con Spahija en el Baskonia.

Jayson Granger acomete a un Goudelock que seguramente no juegue este derbi. (Endika PORTILLO / FOKU)

Después de las victorias de Liga ACB en el Palau Blaugrana y de Euroliga frente a Asvel Villeurbanne, Bitci Baskonia afronta el derbi que enfrenta a los gasteiztarras frente a Surne Bilbao Basket a partir de las 20.45 como claro favorito. Después de las convulsas se manas que sucedieron en Gasteiz a la llegada de Neven Spahija, parece que el técnico de Sibenik está dando con la tecla y que sus jugadores, a falta de que en época navideña Alec Peters se reincorpore tras su operación de rodilla, empiezan a ofrecer lo que se pensaba que podían dar.

Mientras tanto, en el seno de Bilbao Basket este viernes han resoplado al conocer que el partido que no jugaron ante el Breogán el pasado domingo no lo han perdido, o que alal menos tendrán la opción de jugarlo y perderlo, llegado el caso, o ganarlo, con un poco de suerte. No es que sea una buena noticia recibir una multa económica, pero a falta de pan, buenas son tortas, como dice el refrán.

Y sin embargo, el derbi del Buesa Arena tiene más peligro que el aparente.

Saski Baskonia se está sumergiendo en un proceso de remontada, así en la competición doméstica como en la Euroliga, teniendo el Top 8 de ambas competiciones entre sus objetivos. Y mientras que sabe que en Europa esa remontada es muy difícil, la cosa cambia en la Liga ACB, al menos en teoría.

Con un balance de 6-6, Saski Baskonia ocupa la décima plaza de la Liga ACB, pero tiene la ¡cuarta! posición del Joventut a una sola victoria. Si los pronósticos se cumplen, los gasteiztarras pueden optar a pasar esta misma semana al Top 8 de la clasificación, sobre todo si consiguen derrotar a Bilbao Basket con una diferencia abultada, algo que podría suceder en cualquier caso.

Y es que Bilbao Basket solo ha ganado un partido de la Liga ACB en el Buesa Arena: un 2 de diciembre de 2007, por 78-80 y con Txus Vidorreta expulsado, con 20 puntos de un Marcelinho Huertas erigido en el principal verdugo de aquel Saski Baskonia que dirigía... Neven Spahija.

En total, de los 36 derbis entre gasteiztarras y bilbainos desde que coinciden ambos en la Liga ACB sonríe a los baskonistas por 28-8. Por ende, esconder el favoritismo del Baskonia es absurdo, pero por el mismo precio, Bilbao Basket nada tiene que perder, teniendo en cuenta que por ahora no ha ganado un solo partido lejos de Miribilla, aunque sí es cierto que se ha mostrado competitivo en casi todos ellos.

Así las cosas, Alex Mumbrú no ha dudado en ponerse la piel de cordero en la previa al duelo del sábado. «Siempre es bonito jugar en Gasteiz. Siempre es bonito porque es un derbi, es seguro que hay más de 10.000 personas animando al Baskonia y seguro que tendremos un ambiente hostil», ha dicho el preparador badalonés, históricamente uno de los «malvados predilectos» de Indar Baskonia y de la afición baskonista en general.

La experiencia de septiembre

El último «cruce de caminos» entre estos dos equipos fue la final de la Euskal Kopa, el pasado mes de septiembre. Nadie lo hubiera imaginado, pero el 93-68 con el que se impusieron los bilbainos retrató y desnudó de alguna manera las carencias que pocos imaginaban que iba a tener Saski Baskonia.

«Seguro que va a ser un partido bien distinto, pero nos queda la espinitia de lo que fue aquel partido de pretemporada», admitía tras el partido de Euroliga el capitán baskonista Jayson Granger.

Regimantas Miniotas, uno de los verdugos del Baskonia aquel día, ya juega para Zalgiris, y Andrew Goudelock, que también martilleó la canasta gasteiztarra, difícilmente estará disponible para Alex Mumbrú.

Aunque podría estarlo. Lo más normal es que Goudelock vea este partido desde la grada o desde su casa y sea Khyri Thomas el encargado de ejercer de escolta extracomunitario entre los hombres de negro, debutando con la camiseta bilbaina, al igual que el base serbio-venezolano Stefan Peno. En caso extremo, Mumbrú pudiera optar por no convocar al pívot Jeff Withey y dar entrada a Thomas y Goudelock, pero no parece muy probable.

No lo parece porque en estos momentos, difícilmente parece haber efectivos interiores en el seno de Bilbao Basket capaces de frenar la capacidad ofensiva de Steven Enoch, mientras que sus habituales lagunas en defensa no pintan tan graves ante los hombres de negro al no tener estos una referencia anotadora interior muy clara, por mucho que Ángel Delgado pudiera hacer daño a la endeblez reboteadora de los pupilos de Neven Spahija.