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La rebelión tory contra Johnson supera lo esperado en el voto sobre el certificado covid

Más de un centenar de diputados conservadores se han opuesto en el Parlamento británico a la aplicación del certificado covid para eventos multitudinarios, un duro toque de atención, superior al esperado, contra el primer ministro, Boris Johnson, asediado además por varios escándalos.

El ministro de Salud, Sajid Javid, defiende las medidas en el Parlamento británico.(Jessica TAYLOR/AFP)

Enredado en una serie de escándalos, el primer ministro británico, Boris Johnson, afrontaba este martes el enfado de su mayoría conservadora en la votación sobre nuevas medidas restrictivas ante la expansión de la pandemia.

Si bien se esperaba que unos 60 diputados conservadores empañaran la mayoría que tenía asegurada Johnson, la rebelión ha superado lo esperado, sobre todo en la votación sobre el certificado covid para entrar en discotecas y eventos multitudinarios. Más de un centenar de 'tories' han rechazado la medida.

Han sido 369 votos favorables frente a 126 en contra y los analistas dan por seguro que más de un centenar corresponden a diputados conservadores.

Con el fin de limitar la propagación del virus, Boris Johnson había anunciado entre las nuevas restricciones  el uso de mascarilla en el interior, las pruebas diarias para los casos de contacto, el teletrabajo y los certificados de vacunación obligatorios en eventos importantes.

Con su amplia mayoría en el Parlamento (80 escaños) y la ayuda de la oposición laborista, cuyo líder, Keir Starmer, había asegurado el lunes que respaldaría estas medidas, el Gobierno tenía asegurada la aprobación del texto.

En la votación sobre el uso de las mascarillas, que el Gobierno ha sacado adelante con 441 votos frente a 41, 38 de los rechazos también llegaron desde escaños 'tories', entre ellos los de varios exministros.

Rechazo conservador

«No queremos una sociedad en la que se pidan papeles y se prive a las personas de su libertad», ha argumentado durante el debate de hoy el conservador Tim Loughton.

El también conservador Mark Harper, uno de los cabecillas de la revuelta 'tory`ba acusado a su propio Gobierno de haber entrado sin necesidad en un «modo de pánico y emergencia».

El ministro de Sanidad, Sajid Javid, ha defendido, por su parte, que las medidas propuestas son «proporcionadas» ante la amenaza de la nueva variante ómicron.

«Creo que todas estas medidas son malas, que son desproporcionadas y que la evidencia de su necesidad es insuficiente», había adelantado el fin de semana el exministro del Brexit Steve Baker.

Gran Bretaña, uno de los países de Europa más afectados por la pandemia con casi 146.500 muertos, se enfrenta a una oleada de casos vinculados a la variante ómicron del coronavirus, que intenta contener con una campaña masiva de refuerzo de vacunación.

Dos años después de su histórica victoria electoral con la promesa de lograr el Brexit, el primer ministro ve desplomarse su popularidad en las urnas y se enfrenta a numerosas peticiones de dimisión tras una serie de escándalos.

El domingo, el “Sunday Mirror” publicó una foto de Johnson haciendo un juego en línea en Downing Street, rodeado de colaboradores, en diciembre de 2020, cuando se instó a los británicos a limitar sus interacciones sociales al extremo.

Los británicos también lo culpan de una fiesta que supuestamente se organizó en Downing Street el 18 de diciembre de 2020 cuando ellos mismos se vieron privados de las celebraciones a causa del coronavirus. Un vídeo filtrado que muestra a los colaboradores de Johnson bromeando sobre la «fiesta de Navidad» agregó más leña al fuego.

Esta serie de revelaciones relacionadas con las reglas de salud está dañando su credibilidad cuando plantea imponer otras nuevas.

También se suman a las acusaciones de corrupción, que en última instancia podrían resultar en el voto de censura del Partido Conservador contra Johnson.

El primer ministro fue llamado al orden el jueves por la costosa renovación de su vivienda en Downing Street. La Comisión Electoral multó a su partido por no declarar el monto total de la donación privada recibida para financiar esta obra.

Conservadores «despiadados»

Johnson también ha provocado indignación al intentar cambiar las reglas disciplinarias del Parlamento a favor de un diputado conservador, Owen Paterson, condenado por un caso de conflicto de intereses.

También hay preguntas sobre las lujosas vacaciones del primer ministro en el extranjero, las peligrosas conexiones de su gobierno con la comunidad empresarial o incluso acusaciones de amiguismo vinculadas a la asignación de escaños en la Cámara de los Lores (no electos) a generosos donantes del Partido Conservador.

Según Robin Pettitt, especialista en política británica, el discurso de Boris Johnson, conocido por su estilo poco convencional, podría permitirle superar uno o dos de estos escándalos. Pero si la acumulación continúa, «el Partido Conservador siempre ha sido muy despiadado cuando se trata de deshacerse de los líderes que no funcionan».