Sistema centinela, no válido para pandemia y carga para la atención primaria
Día a día aparecen miles de casos de covid, y el goteo de víctimas mortales no cesa, pero las instituciones han optado por modificar la estrategia de diagnóstico y anular la de rastreo, limitando las pruebas a colectivos vulnerables y abriendo la puerta a un «sistema centinela». ¿En qué consiste?
Durante las últimas semanas ha aumentado exponencialmente los contagios de covid-19, se ha intensificado la presión en los hospitales y, lamentablemente, han crecido el número de muertes. Según el último boletín del Departamento de Salud de la CAV, del 3 al 9 de enero fallecieron medio centenar de personas a causa del coronavirus. Pese a la gravedad de la situación, los responsables institucionales han anunciado cambios en la estrategia de diagnóstico, han suprimido directamente el rastreo, y se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de establecer un sistema centinela, similar al empleado para controlar la gripe o la varicela.
El propio presidente español, Pedro Sánchez, señaló este lunes en una entrevista concedida a la Cadena SER que «la variante ónmicron es más contagiosa pero parece que es más leve en cuanto a la gravedad de la enfermedad en las personas, y por tanto creo que tenemos que ir evaluando la evolución hacia una enfermedad endémica».
Criíticas de los profesionales
Esta idea ha sido criticada por los epidemiólogos, que insisten en que «en estos momentos el covid no es como el resto de enfermedades». «Es una pandemia y deberíamos seguir trabajando con esa vista. No estamos viendo lo mismo que en una temporada gripal estándar o incluso de las malas», ha apuntado este martes el vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), Oscar Zurriaga. Ha añadido otra cuestión: las redes centinelas están formadas por profesionales de Atención Primaria, «que en este momento no da para más».
Al fin y al cabo la red centinela sanitaria es un sistema de información orientado a la vigilancia en salud pública e investigación epidemiológica, «basado en la colaboración voluntaria de profesionales sanitarios de Atención Primaria, para el estudio de la frecuencia de las enfermedades y los determinantes de la salud», tal como apunta un articulo firmado por diferentes profesionales, entre los que figura el propio Zurriaga.
Este ha insistido en que «no es el momento de pedirles más esfuerzos» a los profesionales de Atención Primaria. Además, ha recordado que algunas comunidades autónomas han tratado funcionar con sistemas centinelas y «se han encontrado con la avalancha de casos. Hablar de que va a ser una solución es no conocer cómo funciona la realidad».
En el mismo sentido se ha pronunciado la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), que ve «precipitado» poner en marcha un plan de este calado cuando aún no se ha llegado al pico de contagios. En palabras de su portavoz, Lorenzo Armenteros, se pretende «minimizar la situación y esconder la cabeza debajo del ala».
A su parecer, la decisión de abordar del covid como si de una gripe se tratase está «más cercana a ocultar datos que se pueden conocer o ser alarmantes porque han sobrepasado cualquier situación de control por parte de las administraciones». Ha alertado de que se busca que «la población cargue con la responsabilidad de las medidas de control de progresión de la enfermedad y de todas las medidas para que la enfermedad no progrese».
Desde la Sociedad de Médicos de Atención Primaria (Semergen), Vicente Martín ha mostrado su preocupación por el gran número de reinfecciones, «con síntomas que antes no se veían». Y ha lanzado dos preguntas concisas: «¿Tenemos que ver como normal que haya 200 muertos diarios? ¿Cuál es el número de muertos que hay que entender como asumible?».
¿Y qué dice la OMS?
La OMS, por su parte, considera que la variante ómicron no será seguramente la última que tenga que ser clasificada como «preocupante», lo que evidencia que todavía es muy temprano para dar carpetazo a la pandemia. Y más con los ínfimos índices de vacunación en muchas partes del planeta.
Cabe señalar que un documento de la Organización Panamericana de la Salud, dependiente de la OMS, establece tres tipos de vigilancia en salud pública: la pasiva, la activa y la centinela. «Durante o inmediatamente después de una epidemia» recomienda la vigilancia activa, lo que implica «realizar una búsqueda intencional de casos».