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Entrevue
Fermin Gorraiz
Presidente de EHNE-Nafarroa

«El reto de la ganadería es el relevo generacional. Somos cuatro y viejos»

Fermin Gorraiz es presidente de EHNE-Nafarroa desde el congreso que el sindicato celebró en octubre, sustituyendo a Imanol Ibero. Además, es ganadero en el valle de Longida tras tener que abandonar Itoitz. Hablamos con él sobre los retos del sector. Y también de las macrogranjas.

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Desde octubre es el nuevo presidente de EHNE-Nafarroa. ¿Cómo afronta esta responsabilidad?

Hemos cambiado toda la dirección menos dos. Excepto Alberto Benito y yo, todos los que han entrado son nuevos. Son de diferentes sectores. Hay gente bastante joven. Lo que no tenemos es mujeres, no hay manera. Es reflejo de que normalmente las mujeres se encargan de su explotación, del trabajo de casa y de sus hijos. Hay mujeres que están ellas en la explotación y su compañero trabaja fuera. Tienen que hacer todo. El problema es de disponibiliad de tiempo. Hay una renovación porque es impresicindible. No se puede estar ahí toda la vida. Por estatutos, en EHNE está limitado a dos mandatos. El principal objetivo que tenemos es que haya nuevas instalaciones y que la agricultura y la ganadería sean familiares, porque son las que unen la actividad con los pueblos. Si hablamos de macrogranjas, hablamos de un propietario que está donde sea con trabajadores que habitualmente son inmigrantes y no tienen un arraigo en la zona.

Se habla mucho de la despoblación y hay zonas en las que la ganadería es la única actividad.

Estamos en actividad muy poca gente. Si te das una vuelta por toda la zona norte de Navarra, es de pena. En diez años, muy poquicos ganaderos van a quedar. Hay más gente mayor que yo que jóvenes. Y yo tengo 57 años, por lo que me quedan diez años. U ocho. En diez años, ¿qué va a pasar aquí? Hay algunas primeras instalaciones de gente joven que ha dejado trabajos buenos en la fábrica porque le gusta esta actividad. Hay gente que ha cogido la explotación de su padre cuando se ha jubilado. No para hacer lo mismo, pero para seguir en la misma línea. Uno de los problemas que tiene el sector, al margen de la rentabilidad, es que nosotros somos culpables de la situación. Desde que era chaval he escuchado «no os quedéis aquí, que esto es muy duro». Si los que estamos en el sector damos esa imagen, no creo que se instale mucha gente. También hay gente que se instala y busca nuevas formas.

¿La agricultura y la ganadería puede ser atractivo para la juventud teniendo en cuenta la precariedad que existe en otros sectores?

Es que hay que hablar también de eso. Podría ser que esto se acabase porque fuera hay unos sueldazos de impresión. Pero no hay esos sueldazos de impresión. Desde el sector hay que animar a nueva gente, que se puede vivir de esto.

Desde EHNE en colaboración con el Gobierno navarro han puesto en marcha una iniciativa en busca de jóvenes.

Sí, con el Servicio Navarro de Empleo. Se han hecho varias charlas por todo Navarra para explicar cómo está el sector y qué hace falta para una primera instalación. Hay bastante gente que ha ido a esas charlas y que tiene interés en instalarse pero no tienen información. Técnicos de EHNE les han explicado qué opciones tienen. Es que necesitamos gente joven, porque estamos cuatro y muy mayores.

Se habla mucho mediáticamente de las macrogranjas, pero ¿cuál es el principal problema que tiene el sector?

El problema más acuciante que tenemos hoy es la subida de los costes de producción. Es lo más duro. Por ejemplo, el pienso ha subido un 40% desde setiembre de 2020 a hoy. La electricidad y el gasoil también han subido. La leche ha subido algo, pero muy poco, está muy mal. En el vacuno de carne, se ha subido un 15%, lo que nos permite compensar la subida del pienso. En diciembre de 2020 había subido el pienso y la carne estaba barata, por lo que estábamos apurados. Ahora, por lo menos compensamos la subida de los costes.

Hemos vivido una polémica interesada en torno a las macrogranjas. ¿Cómo ve esta cuestión?

Comer, se va a seguir comiendo. Pero con otra forma de cuadras distinta a la que tenemos ahora. Ya han entrado las macrogranjas a nivel ganadero y las macroexplotaciones a nivel agrícola. Estamos hablando de fondos o dinero que viene de otros sectores, que no se ha generado en la agricultura o la ganadería. Para una explotación familiar es una competencia desleal. En las explotaciones familiares se van haciendo ampliaciones o mejoras en función de lo que sacas. Las macrogranjas o las macroexplotaciones son la muerte para las explotaciones familiares. Una macrogranja no va a ir al Pirineo, porque le resulta más complejo. Toda la zona norte de Navarra se va a quedar sin actividad. Es más barato producir en una macrogranja que en una explotación familiar de montaña. Si no cambia, cada vez va a haber más macrogranjas y menos explotaciones familiares. Lo que le pido a la administración es que diferencie claramente a grandes empresas y las familiares. La empresa familiar tiene que estar mejor tratada que las grandes empresas.

De cara al futuro, la Ley de Bienestar Animal introducirá cambios.

Con esta ley va a haber más restricciones, va a haber menos animales por metro cuadrado. El coste de producción va a ser más alto. El consumidor tiene que ser consciente de que no va a poder comprar el mismo producto por el mismo precio. Va a subir por narices. Si no, las granjas van a tener que cerrar. El lado positivo de eso puede ser para las granjas extensivas o carnes de más precio (cordero, vacuno y caballar). La carne que ahora se produce muy barata, va a estar más cara, por lo que nos va a hacer menos competencia. Hay mucho consumidor que ahora va a precio, movido por el poder adquisitivo, que es el que es. Se compra lo que se puede. La diferencia entre el pollo y el cerdo y un filete de ternera se va a reducir.

El precio de la leche es otra de sus reivindicaciones. Han llevado a cabo movilizaciones recientemente.

Reclamamos que no se venda por debajo de los costes de producción. Los costes de producción son orientativos, porque hay cuadras que producen el litro de leche a 35 céntimos, otras a 37 y otras a 40. Depende de las inversiones, la maquinaria o las instalaciones. Vemos que para que sea rentable al productor, a la industria y a la distribución el litro de leche tiene que venderse a 72-74 céntimos. La semana antes de la movilización Mercadona subió el precio dos céntimos. 1,5 al ganadero y 0,5 a la distribución. Todas las demás leches de marca blanca habían subido dos céntimos. Lo que pedimos es que suba a 72-74, lo que permite vivir al ganadero, a la industria y a la distribución. Porque ahora están a pérdidas. El consumidor, de media, consume 70 litros de leche al año. Si le ponemos diez céntimos, son siete euros al año. Si es una familia de cuatro personas supone gastarse 25-30 euros más al año en leche. ¿Eso qué es? Pues da rentabilidad a todo el proceso. Creo que hablamos de una ridiculez, pero no hay manera. El otro día estuve hablando con el de Mercadona, porque les dijimos que si no mueven ficha, nos tendrán enfrente otra vez. Y no va a ser igual que la vez anterior. A nivel estatal, el que más leche mueve es Mercadona. Si ellos mueven ficha, los demás mueven. Están deseando todos subir para que el ganadero esté mejor, la industria esté mejor y la distribución esté mejor, pero si Mercadona no se mueve... La leche se está utilizando como reclamo.

Ha mencionado antes a la administración. ¿Cómo son las relaciones que tienen actualmente?

Con la administración navarra tenemos buena relación. Desde que UPN abandonó el Gobierno, EHNE tiene las mismas opciones de ayuda que la UAGN. Antes no podíamos entrar al dinero de la formación. Con la administración tenemos buena relación, lo que le pedimos es que apoyen innovaciones en ganadería extensiva. Por ejemplo, ahora han salido los cercados virtuales, que consisten en un programa que se instala en la tablet o el móvil. Metes el GPS que has puesto a vacas, ovejas, yeguas, cabras, ... Haces un cercado en el mapa y es como un cercado eléctrico. Llegan los animales, les da la corriente y van para atrás. Es un sistema caro, pero vemos que es el futuro de la ganadería extensiva. Con eso, podemos mejorar nuestra calidad de vida y la de los animales. Sabemos en todo momento dónde y cómo están. Además, se realiza una labor medioambiental mucho mejor que la de ahora. Muchos montes de Navarra están abandonados porque no hay alambradas. Hay gente que está llevando las yeguas a pastar a Huesca para pasar el invierno. Aquí hay mucho monte que no se aprovecha porque está abierto. Con ese sistema se pueden aprovechar los montes. Hoy es caro, pero en el futuro será rentable. Y ahora tiene que haber ayudas para eso sí, sí o sí.

En su caso, su explotación es nueva porque tuvieron que abandonar la que tenían en Itoitz por la construcción del pantano.

Vivíamos en Itoiz. Cuando nos echaron de Itoiz era 2003, estuvimos tres años con las vacas fuera. No teníamos cuadra. No hacíamos de cebo, vendíamos los terneros de pequeños. Eran unas condiciones muy duras, en las que no hacíamos más que trabajar y no teníamos rentabilidad. No podíamos seguir así. Llegó un momento en el que dijimos que o hacíamos algo o nos íbamos a otra cosa. Decidimos hacer algo. Compramos un terreno. Hicimos estas naves en 2006. Nos costó tiempo porque lo hicimos todo nosotros. Bajamos aquí las vacas para el invierno, lo demás está en el monte. La forma de vida de ahora no tiene nada que ver con la que teníamos en Itoiz o los tres años que tuvimos las vacas en la calle. Aquello era muy duro.

Estos días se ha hablado mucho de la diferencia entre ganadería intensiva y extensiva. Pero hay veces que hay que recurrir a la intensiva.

Se habla mucho, sí. En Navarra todo el vacuno de leche, menos tres explotaciones, es intensiva. Pero hay ganadería intensiva que es familiar, a la que tenemos que defender a capa y espada porque está ligada al territorio. Y luego están las macrogranjas o las grandes cuadras, que pueden producir el litro de leche más barato y machacan a las explotaciones más pequeñas y familiares. En cuanto al vacuno de carne, en invierno las vacas están en extensivo, aunque depende de las condiciones que tenga cada uno. Pero el cebo de ternero se hace en intensivo, porque no hay otra manera de hacerlo. Si estás haciendo un ternero macho a un año, cuando hay una vaca en celo va a haber bronca tras bronca entre ellos. Hay un debate entre intensivo y extensivo, pero hay que conocer de qué se habla. Hay gente que habla y que no conoce el sector.

Y tenemos el tema de los residuos.

El residuo es residuo, en todos los sitios. Cuanto más grande es la explotación, más residuo hay. Pero los purines y el estiércol, bien gestionados, pueden ser un bien para la agricultura. Pero si vemos esos residuos que llegan al río Aragón en Caparroso, eso no. Pero un purín bien gestionado y echando al campo lo que hay que echar, no más, puede ser un bien para la agricultura como estiércol sólido. No contamina nada, enriquece la tierra. Lo que contamina es el abono químico. 

¿Qué le pediría al consumidor?

Tenemos que pedir a la gente que cuando vaya a comprar apueste por la calidad. En Navarra tenemos productos de calidad, sean de IGP o de denominaciones de origen. O de Reyno Gourmet. Son productos de calidad. Hay que fijarse en el precio, pero también en la calidad. Tenemos el Euskal Txerri. No tiene nada que ver ese producto, un cerdo que ha estado comiendo en el campo, con uno de granja. Que consuma producto de aquí, producto de calidad.