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La exclusión de Swift complica las transacciones para los bancos rusos

La decisión de excluir a los bancos rusos del sistema de mensajería financiera Swift complica las transaciones financieras, aunque no se han incluido en la misma a Sberbank, la mayor entidad del país, ni a Gazprombank, la entidad que procesa las operaciones energéticas con la UE.

Sede de Swift en La Hulpe, cerca de Bruselas. (James Arthur GERKIERE | FRANCE PRESSE)

La Unión Europea (UE) publicó ayer miércoles la norma que expulsa a siete bancos rusos del sistema de mensajería financiera Swift. La lista no incluye a Sberbank, la mayor entidad del país, ni a Gazprombank, la entidad que procesa la mayor parte de las operaciones energéticas con la UE. En concreto, la lista de entidades que serán expulsadas son Bank Otkritie, Novikombank, Promsvyazbank, Bank Rossiya, Sovcombank, Vnesheconombank (VEB) y VTB.

En esa retórica belicista de moda ahora, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, llamó «opción nuclear» a esta decisión, pero qué es el Swift y cuál es el alcance real de la medida.

Qué es Swift

Swift se creó en 1973 para reemplazar al telex en el envío y recepción de mensajes financieros. No es por tanto un sistema de pagos, sino un sistema de mensajería segura entre bancos. Participan en él unos 11.000 bancos de más de 200 países. Su sede está en Bélgica, lo que le obliga a cumplir la ley belga y la regulación de la UE que, por esa razón, ha sido la encargada de decidir la expulsión de esos siete bancos.

Swift establece los protocolos que han de seguir los bancos en sus comunicaciones. En 2007, por ejemplo, cambió el formato de los mensajes de pago para permitir que las instituciones financieras cumplieran la recomendación del GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional) para luchar contra la financiación del «terrorismo».

Swift se puede imaginar como un sistema de correos electrónicos entre bancos que contienen las instrucción de las operaciones a realizar.

Cómo se mueve el dinero

El dinero, sin embargo, no se mueve de un banco a otro. En realidad, los bancos suelen tener cuentas mutuas (el banco B tiene una cuenta en el banco A y este, a su vez, tiene una cuenta en el banco B) en las que van sumando y restando las operaciones que realizan ordenadas por sus clientes. Cuando llega un mensaje swift cada uno de ellos apunta en esa cuenta una parte de la operación y la otra en la cuenta del cliente.

Esto exige a los bancos que tengan socios en otros países que funcionen como bancos corresponsales. Pero no todos los tienen, por lo que a menudo estas operaciones tienen que hacerse en varios pasos, primero a una entidad, luego a otra en otro país que es la que tiene un banco asociado en un tercer país. Este sistema hace que el sistema sea bastante lento, laboriosos y, por tanto, caro. Un pago suele costar de 40 a 120 dólares y dependiendo de los pasos que se den puede demorarse de tres días hasta tres semanas.

Swift estima que se realizan alrededor de 50 millones de transacciones por día. El dólar estadounidense es la moneda dominante –el 50% de las transacciones–, seguido del euro –30%– y la libra esterlina –5%–.

Otros servicios de pago como PayPal o Western Union tienen por detrás un banco, es decir, tienen cuentas en diferentes entidades de las que son clientes, de modo que al final toda la responsabilidad de las transferencias recae en los bancos. Eso los convierte en una especie de policía del dinero.

Cómo funcionan las sanciones

Existen dos tipos de sanciones: a personas o entidades concretas y la expulsión de un banco del sistema Swift. Las sanciones son simples listados de personas y entidades castigadas.

Las sanciones suponen un trabajo añadido para los bancos. Y hacerlo mal puede tener grandes costos. En 2015 impusieron una multa de 8.900 millones de dólares a BNP Paribas por fallos relacionadas con transacciones iraníes, sudanesas y cubanas.

Se pueden complicar mucho más cuando entran en juego contratos a plazo o de futuros. En esos casos, por ejemplo, ¿cuándo debe una entidad detener los pagos si el contrato se firmó con anterioridad? Y este tipo de contratos son muy habituales en las materias primas, y Rusia es uno de los principales exportadores. La Unión Europea ha dado un plazo de 10 días, se supone que para liquidar todas las operaciones pendientes y después cerrar definitivamente el acceso.

El otro modo de sancionar es sacar directamente a los bancos del sistema Swift, que es lo que hicieron con Irán. En marzo de 2012, las sanciones financieras contra Teherán llevaron a prohibir dar servicios de mensajería financiera a entidades iraníes autorizadas. Y es lo que han hecho ahora con los bancos rusos.

Consecuencias para Rusia

Esa exclusión del Swift complicará mucho las transacciones con el exterior de la economía rusa. De todas formas, al no ser completa, podrá seguir comerciando con el resto del mundo.

También puede comerciar mediante trueques de mercancías o utilizando otras monedas que no sean el dólar. No ha trascendido como pagará, pero, por ejemplo, Pakistán anunció el lunes que comprará dos millones de toneladas de cereales y seguirá abasteciéndose de gas ruso.

Además, existen sistemas alternativos y con la tecnología de las criptomonedas aparecerán muchos más. China tiene el CIPS (Sistema de Pago Interbancario Transfronterizo). Todavía es un sistema pequeño, pero serviría a ambos países y al mismo se podría adherir otros Estados. La OTAN expulsa a Rusia de su mundo, pero hay otros mundos que también están en este.