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Apuesta por la división y no por la colaboración sobre Ucrania

La mayoría del Parlamento de Gasteiz, encabezada por PNV y PSE, ha preferido optar por la división en una declaración contra la invasión de Ucrania, apoyando a la OTAN, que apoyar acuerdos preexistentes o apostar por la colaboración entre Gobierno y oposición para hacer frente a la crisis actual.

El jeltzale Iñaki Agirre no cree en la vuelta a los acuerdos de Minsk que el PNV firmó en Madrid. (NAIZ)

Este jueves, por decisión de PNV y PSE en la Mesa, se han mezclado en el Parlamento de Gasteiz dos debates que tenían poco en común. Uno, el de la propuesta de EH Bildu para crear una comisión de estudio para compartir medidas entre Gobierno y oposición para actuar conjuntamente como pueblo al hacer frente a las consecuencias de la guerra. Otro, un texto del PP de condena a la invasión de Putin sobre Ucrania, con mención explícita a la OTAN. Se han tenido que debatir conjuntamente, aunque se han votado por separado.

La propuesta de EH Bildu, con un acuerdo con Elkarrekin Podemos-IU, ha sido rechazada. A pesar de que el lehendakari hablara de «economía de guerra» y todos los expertos coincidan en que esta crisis va a tener consecuencias enormes sobre la industria y la ciudadanía vasca, el PSE considera que ahora ya hay elementos de coordinación suficiente entre el Gobierno español y los grupos del Congreso y entre el Ejecutivo autonómico, las diputaciones y las ONG del sector.

Pero más taxativo en su posición de rechazo ha sido el parlamentario jeltzale Iñaki Agirre, que ha tachado la iniciativa de EH Bildu de «impresentable» por «tratar de lograr réditos políticos de una tragedia humana». Cabe recordar que el pasado 4 de marzo, al día siguiente del aniversario de la matanza del 3 de Marzo, el PNV también criticó una propuesta de EH Bildu sobre Martín Villa y el apoyo que le dio Elkarrekin Podemos-IU acusándoles de «hacer propaganda» y «buscar protagonismo» con las víctimas, y asegurando que «nos parece mal. No lo hemos hecho hasta ahora y no lo vamos a hacer». El mismo día, prácticamente a la misma hora, pero en el Congreso de los Diputados, el PNV presentaba varias preguntas al Gobierno sobre aquel 3 de Marzo de 1976, denunciando «el uso indiscriminado e injustificado de la fuerza letal» de las FSE.

Lo firmado en Madrid no vale en Gasteiz

El segundo debate ha sido sobre las fórmulas de rechazo a la invasión de Rusia y de apoyo al pueblo de Ucrania, a través de una propuesta del PP. EH Bildu presentó una enmienda a la totalidad que recogía, punto por punto, el documento que firmaron en el Congreso de los Diputados todos y cada uno de los grupos que forman parte del Parlamento de Gasteiz. Elkarrekin Podemos-IU ha defendido un texto en el mismo sentido.

PNV y PSE registraron también su enmienda a la totalidad, mucho menos belicista que la pactada finalmente con el PP. Lo que hubiera tenido un resultado distinto en la votación.

Pero a lo largo del pleno ha quedado claro que el objetivo de este debate no era apoyar a Ucrania, sino atacar a EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU por no alinearse con el discurso de la OTAN y tratar de presentarlos como fuerzas que apoyan a Putin y su criminal invasión.

En este contexto, Txarli Prieto ha hecho un discurso del que presumiblemente se hubiera avergonzado su otro yo más joven que se afilió al PCE en 1975 y fue secretario provincial del EPK de entre 1987 y 1991, o el que dirigió CCOO de araba entre 1982 y 1991.

Pero especialmente beligerante ha sido el jeltzale Iñaki Agirre, que ha acusado a EH Bildu y EP-IU de negarse a pedir sanciones contra Putin y de pretender que no se permita al pueblo ucraniano defenderse, lo que es evidentemente falso escuchando sus discursos y leyendo sus propuestas. Y ha ido más allá, al desacreditar sus llamamientos «a volver a los tratados de Minsk», cuando el propio PNV lo apoyó en el Congreso de los Diputados.

Y es que como han puesto en evidencia tanto Iñigo Martínez Zaton como Nerea Kortajarena, ninguno de los otros grupos ha explicado por qué lo que aprobaron en Madrid no sirve en Gasteiz, salvo si se pretende utilizar la tragedia humana de Ucrania para tratar de sacar rédito político y, además, en base a falsedades.