La OPEP y Rusia desoyen a Occidente, y Biden libera parte de las reservas de EEUU
Como se esperaba, la alianza OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, ha confirmado su estrategia de subir a cuentagotas su oferta, pese a la crisis energética que sacude a unos mercados convulsionados por la guerra en Ucrania. Joe Biden ha reaccionado liberando un millón de barriles al día.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenará este mismo jueves liberar de sus reservar estratégicas un millón de barriles de petróleo al día durante los próximos seis meses –es decir, un total de 180 millones de barriles– para responder a la escalada de precios de la energía derivada de la invasión de Ucrania por el Ejército de Rusia y, por ende, intentar controlar la desbocada inflación.
La Casa Blanca ha adelantado en un comunicado la decisión del mandatario, que posteriormente ha confirmado Biden en una rueda de prensa. Los medios especializados han señalado que un movimiento de este nivel en las reservas estratégicas de petróleo de EEUU no tiene precedentes.
El consumo diario medio de EEUU en el año 2020, muy afectado por la pandemia de covid, fue de 17,17 millones de barriles diarios (mbd), mientras que en 2019 alcanzó el pico de la década con 19,47 millones. Tomando esta última referencia, la decisión de Biden supondía aumentar el suministro aproximadamente un 5%.
La reunión de la OPEP+ ha durado solo 11 minutos
El anuncio de la Casa Blanca ha llegado poco después de que se confirmara que la OPEP+ ha hecho oídos sordos a las peticiones de Occidente para que aumente sus exportaciones de crudo con el fin de rebajar los precios energéticos.
El resultado de la reunión estaba tan asumido que la videoconferencia ministerial de la alianza petrolera que lideran Arabia Saudí y Rusia apenas ha durado 11 minutos.
En un breve comunicado, la OPEP+ ha señalado que se ha acordado un aumento del bombeo conjunto en 432.000 barriles diarios en mayo, como estaba previsto ya en un acuerdo adoptado en julio de 2021.
Con ello, el tope de la producción conjunta subirá hasta 42,126 millones de barriles diarios (mbd), que supone cerca del 42% de la demanda mundial del ‘oro negro’. De ese volumen, 25,589 mbd corresponden a diez socios de la OPEP (Venezuela, Irak y Libia están exentos del compromiso de limitar sus extracciones) y 16,537 mbd a los aliados no miembros.
Cifras de papel, alejadas de la realidad
Sin embargo, se trata de unas cifras sobre el papel que contrastan cada vez más con las reales y, por lo tanto, están poniendo en tela de juicio la credibilidad del grupo, como ha comentado Wanda Rudich para la agencia Efe, ya que muchos de los productores llevan meses sin lograr alcanzar sus metas de extracción por diversas razones, sobre todo técnicas, derivadas de una caída de las inversiones en sus industrias petrolíferas.
En consecuencia, la oferta real ha venido alejándose de la pactada en el acuerdo de julio con el objetivo de recuperar el nivel prepándemico mediante modestos aumentos mensuales hasta setiembre de este año.
Ya en febrero, según cálculos publicados por la OPEP el 15 de marzo, la alianza bombeó 921.000 bd menos de lo fijado en la cuota conjunta meta y los analistas estiman que para mayo la diferencia superará el millón de barriles diarios.
El bombeo ruso, en entredicho
A esto se añade ahora la incógnita de cuánto extrae Rusia, o, lo que es lo mismo, hasta qué punto las sanciones impuestas por Occidente en represalia por su invasión de Ucrania están mermando su capacidad productiva y exportadora de energía.
El acuerdo certificado hoy fija en 10,549 mbd la cuota nacional rusa, idéntica a la saudí. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) –creada por la OCDE e integrada por los ‘aliados occidentales’– estima que cerca de 3 de los 8 mbd de crudo que ha estado exportando Moscú se habrán perdido ya en abril.
Y la que muchos expertos consideran la mayor crisis energética en medio siglo podría agudizarse aún más si el presidente ruso, Vladímir Putin, decidiera cortar los suministros a los clientes de países «inamistosos» que se nieguen a pagarlos en rublos a partir de mañana, viernes.
¿Antagonismo OPEP-AIE?
Sea como sea, la OPEP y la AIE dan muestras de un creciente alejamiento en sus enfoques, después de años de acercamiento y cooperación.
Mientras la AIE alerta de «un riesgo real» de que se produzca «la mayor crisis de oferta (petrolera) en décadas», la OPEP+ ha negado este jueves que haya cualquier tipo de escasez, y ha achacado el encarecimiento y la volatilidad de los precios exclusivamente a causas ajenas a su oferta.
«Las perspectivas apuntan a un mercado bien equilibrado», han subrayado los ministros de la alianza en su declaración final. «La volatilidad actual no se debe a los fundamentos (oferta y demanda), sino a los acontecimientos geopolíticos en curso», han añadido en una evidente alusión a la guerra en Ucrania.
Firme alianza con Moscú
El resultado de la reunión de hoy no ha supuesto ninguna sorpresa para los mercados petroleros, ya que varios responsables de la OPEP habían avanzado su apuesta por mantener las cosas sin cambios.
No solo habían dejado claro que iban a hacer oídos sordos a las presiones occidentales para un aumento más sustancial del bombeo, que abarate la energía y la inflación, sino que también habían defendido la alianza con Rusia que la OPEP forjó en 2016.
Es por esto que también se esperaba que Washington intente aliviar la situación con una gran liberación de sus reservas estratégicas de petróleo, que según medios estadounidenses podría ser de hasta 180 millones de barriles en los próximos seis meses.
En reacción a esta expectativa, los ‘petroprecios’ abrieron la jornada de este jueves con fuertes retrocesos, en torno al 5%, que dejaba al barril del crudo Brent en 108 dólares, y a 102,10 dólares al petróleo intermedio de Texas (WTI).