Los 500 años de Amaiur y una República vasca, fondo de un multitudinario Aberri Eguna en Iruñea
Reivindicación y fiesta siguen de la mano en las calles de Iruñea, tras una multitudinaria movilización que ha dejado un doble mensaje, el recuerdo de Amaiur y el empeño en lograr una República vasca, para un proyecto con «ambición transformadora» en tiempos de importantes retos.
Memoria, reividicación y fiesta se mezclan desde esta mañana en las calles de Iruñea, donde el ambiente festivo y la animación musical con un marcado carácter multicutural han tomado el centro de la ciudad, primero en una gran manifestación, que ha reunido a miles de personas, y a esta hora en forma de animación musical y oferta lúdica en distintos puntos, en una soleada jornada que ha animado a muchas personas a quedarse en la capital navarra.
La propia movilización ha estado marcada por el tono festivo, protagonizado por txistularis, trikitilaris y una electrotxaranga, entre otros. Decenas de ikurriñas y banderas de Nafarroa junto a emblemas como el arrano beltza han completado una colorida fotografía, juntos a los escudos de los seis herrialdes y algunas senyereas y esteladas catalanas.
Participantes en la marcha llegados de otros puntos del país reconocían a NAIZ que «había ganas» de volver a un Aberri Eguna en Iruñea, en un evidente reencuentro con el recuerdo de ediciones pasadas.
La movilización ha contado, además, con una gran participación de jóvenes, la mayoría de ellos procedentes de Elizondo tras haber participado en la Gazte Martxa. Tal y como han comentado, había también muchas ganas de recuperar este encuentro, por «el gran ambiente» y por la gran cantidad de debates que se plantean, han explicado algunos participantes procedentes de Pasaia que, pese al cansancio acumulado, ya habían planificado sumarse a la manifestación en Iruñea como colof´çon a las últimas jornadas.
También se han sumado representantes de diferentes formaciones políticas de Països Catalans, Galiza, Asturias y Aragón, como ERC, BNG, CUP, Junts per Cat, Esquerra Valenciana, Més Mallorca, Més Menorca o Andecha Astur.
La marcha ha desembocado en el paseo de Sarasate, donde se ha celebrado el acto político, al que iban a seguir numerosas actividades de carácter festivo.
El primero en hacer uso de la palabra ha sido Joseba Asiron, ex alcalde de Iruñea y actual portavoz de EH Bildu en el Consistorio iruindarra, quien ha destacado «el significado especial» del Aberri Eguna de 2022, ya que «podemos mirarnos a la cara otra vez dos años de dura pandemia» y «sobre todo, porque recordamos el 500 aniversario de Amaiur, donde nuestro pueblo decidió llevar a cabo su último esfuerzo por defender su supervivencia y su soberanía».
Asiron ha celebrado el reencuentro «con gentes de otros pueblos y lugares, de otras lenguas y otras ideologías que creen en un mundo libre, solidario, igualitario, en los derechos del Sahara, Catalunya, Galiza, Corsica, de Euskal Herria y de tantos lugares». Y ha enviado un saludo especial para quienes se reunían en Azkaine, Ipar Euskal Herria siguiendo el llamamiento de Euskal Herria Bai.
A continuación, Izar Hernando, secretaria de Juventud de EH Bildu, ha comentado las sensaciones que le genera el castillo de Amaiur y la recordada resistencia por la independencia de Nafarroa, sobre la que ha puesto de relieve la necesidad de recordar el papel jugado en la misma por las mujeres.
Hernando ha enlazado ese pasado con el presente, ya que «cinco siglos después, seguimos», y ha dado unas pinceladas sobre cómo cree que será la Iruñea de dentro de 500 años y cómo le gustaría que se siguiera celebrando el Aberri Eguna en 2522. Con un pueblo que «con músculo antifascista», haga frente a «la ola autoritarista, machista, racista y homófoba», mientras sigue avanzando «en el camino de la soberanía».
«No quieren que recordemos»
Finalmente, en lugar del coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, que no ha podido acudir al evento por problemas de salud, ha tomado la palabra la portavoz de la formación abertzale en el Parlamento de Nafarroa, Bakartxo Ruiz.
Ruiz ha recordado que tres años después, se celebraba de nuevo el Aberri Eguna y cómo, al igual que ocurría durante el franquismo, los «inquisidores del siglo XXI atacan nuestros símbolos y al euskara, pero 500 años después, aquí estamos y seguiremos estando. ¡Si no querían taza, aquí tienen taza y media!».
Con el 500 aniversario de la defensa y caída del castillo de Amaiur muy presente en este Aberri Eguna, Ruiz ha puesto de relieve cómo «el régimen ha pretendido que olvidemos que una vez fuimos soberanos». «No quieren que recordemos» esa parte de nuestra historia, al igual que lo sucedido en el 36 y «a todos aquellos que lucharon por una sociedad mejor de personas libres e iguales» y ha asegurado que «no vamos a parar hasta construir la primera República Vasca».
También ha destacado que «han pretendido que olvidemos que Nafarroa es parte nuclear de Euskal Herria» y cómo con el Amejoramiento que las élites aprobaron hace 40 años, buscaban «separar a Nafarroa del resto de territorios vascos, hurtándonos la voz y la palabra para decidir nuestro futuro».
Ruiz ha abogado por un futuro mejor basado en la democracia frente al autoritarismo que «ataca los derechos de las mujeres y criminaliza a los migrantes y los pobres», y que aflora en «los nacionalistas españoles de una, grande y libre».
Ante a ese autoritarismo, ha defendido el derecho de autodeterminación de todos los pueblos y ha recordado la presencia en Iruñea de partidos procedentes de Catalunya, Galiza, Aragón y Asturias.
Ruiz ha destacado que ese autoritarismo también se plasma en las guerras que sacuden el planeta y frente a las que ha apostado por la paz y que a la hora de resolver los conflictos políticos, «el camino es la palabra».
Todo ello en un contexto de cambio climático y «colapso del sistema capitalista que está llevando al empobrecimiento masivo de una población que no puede hacer frente a las facturas», a la subida disparada de los precios.
El modelo vasco de la utopía
Una situación que hace todavía más necesaria «la soberanía y no pararemos hasta lograr la República vasca. El Aberri Eguna es el día de nuestra utopía, pero una utopía que vamos construyendo día a día siguiendo un modelo vasco». Un modelo que se caracteriza por «la promoción de la movilidad sostenible, la creación de comunidades energéticas, la puesta en marcha de comedores municipales y la soberanía alimentaria, impulsando una nueva política de vivienda, poniendo a disposición del público viviendas sociales y comunitarias…».
Todo ello basado en el trabajo de la comunidad, en el auzolan, porque «frente al autoritarismo y la incertidumbre, nuestra receta es la fuerza de la comunidad», en la que figuran «los vascos y vascas senegalesas, saharauis, ecuatorianas, colombianas y de multitud de orígenes. Porque esta es la Euskal Herria del siglo XXI que queremos: plural, diversa, multicultural, tierra de acogida».