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Rebordinos espera volver con la 70º edición de Zinemaldia a la situación de prepandemia

El festival está inmerso en los preparativos del que va a ser una edición especial y redonda por su 70 cumpleaños, aniversario que se apoyará en «tres líneas». Una de ellas es la de entregar un mayor número de Premios Donostia. Serán entre «cuatro o cinco», avanza su director, José Luis Rebordinos.

José Luis Rebordinos ha avanzado algunas de las claves del próximo Zinemaldia, que cumple 70 años. (Maialen ANDRES | FOKU)

Zinemaldia entregará en su próxima edición cuatro o cinco Premios Donostia. Será una de las formas de celebrar su 70 aniversario, para el que el director del certamen, José Luis Rebordinos, avanza la altísima calidad del cine producido en el Estado español. Sobre las producciones vascas, destaca que hay «bastantes cosas interesantes»; respecto al cine español agrega que llegará al certamen «lo mejor de los últimos diez años».

«Vamos a tener más problemas para ver qué dejamos fuera que para decidir qué seleccionamos», advierte Rebordinos en una entrevista con Efe.

También ha desvelado que en la Quincena de Realizadores de Cannes habrá a competición una cinta de esta buena cosecha, y no descarta que el festival francés quiera alguna más porque «el nivel es muy alto».

En este sentido, dice que «no es casualidad» que un filme como ‘Cerdita’, de Carlota Pereda, se haya presentado en Sundance, y que en la Berlinale haya habido tres títulos «tan importantes» como ‘Un año, una noche’, del catalán Isaki Lacuesta, que recibió el premio del jurado ecuménico; ‘Cinco lobitos’, de la vizcaina Alauda Ruiz de Azúa, que luego arrasó en Málaga; y ‘Alcarràs’, la gran triunfadora, con la que la barcelonesa Carla Simón ganó el Oso de Oro.

De la cinematografía internacional quedan todavía largas jornadas de visionados, pues de momento los miembros del comité de selección han visto unas 750 de los aproximadamente 3.000 trabajos que pasan por su manos en cada edición. «Ahora es cuando todo se dispara porque la producción mundial piensa en Cannes, es una locura», asegura.

Más espacios y mayor presupuesto

Los responsables del certamen donostiarra quieren volver a la situación prepandemia. Se proponen recuperar espacios como el del Museo San Telmo para la industria y la pantalla gigante del Velódromo, además de las fiestas, como la de apertura y clausura, a lo que se añadiría la actividad especial del 70 cumpleaños.

El aniversario se apoyará en «tres líneas», una de las cuales es la de entregar un mayor número de Premios Donostia a estrellas y figuras destacadas del cine. «Ya tenemos dos confirmados, estamos trabajando en otro muy cerca y vamos a intentar uno o dos más», precisa, sin poder dar más detalles aún.

Rebordinos explica que han optado por actividades «que gustan a la gente», quieren que sea «un tributo al público de San Sebastián», para el que preparan también una gran exposición que confían en «llevar a buen puerto» y que será un viaje «por la memoria» del certamen, durante el cual muchas personas podrán reconocerse en fotografías o en vídeos.

La tercera pata es el proyecto ‘Zinemaldia 70: todas las historias posibles’, un trabajo de catalogación, conservación y digitalización de los fondos de toda la historia del Festival que se inició en 2018, parte del cual estará ya disponible online a finales de año.

«Ya había materiales que empezaban a deteriorarse, pero afortunadamente no hay nada realmente de valor que se haya estropeado. Calculo que necesitaremos otros cuatro años para poner al día todo el archivo, pero hay ya mucho material restaurado. Es una labor carísima que no habría sido posible sin el patrocinio de Loterías y Apuestas del Estado», agradece.

En esta vuelta a la normalidad crecerá también el presupuesto. El plan es volver a los 8,5 millones de 2019, que se redujeron en 1,3 en 2020 y en 900.000 euros en 2021. «Es una apuesta arriesgada, pero esperamos salir vivos», comenta.

El efecto de la invasión rusa

Antes de la invasión de Ucrania por parte de Rusia era «muy optimista». Ahora admite que entre esta crisis y la energética se presenta «un año muy complejo», a lo que se suman las dudas que tiene sobre los ingresos de taquilla, pues no cree que, aunque se recuperen los aforos al 100%, el público vuelva masivamente a las proyecciones.

Con motivo de la agresión rusa a Ucrania, aunque no se emitió comunicado conjunto, hubo contactos con otros grandes festivales europeos y lo que acabaron diciendo cada uno «se parece mucho». «Lo que hemos dicho es que no vamos a apoyar a nadie que apoye a Putin ni ningún discurso proguerra, pero que obviamente no vamos a vetar a un cineasta por el país donde ha nacido», remarca.

«Nos vimos un poco obligados a salir con el comunicado porque todo el mundo nos preguntaba qué íbamos a hacer. Yo, personalmente, no lo habría hecho, porque el Festival de San Sebastián ha demostrado dónde está desde hace muchos años y vamos a estar ahí siempre, por lo menos mientras yo dirija este equipo. Nunca vamos a apoyar películas que van contra la democracia o que pretendan defender la violencia de unos contra otros», recalca.

Rebordinos va camino de los 61 años y seguirá al frente del Festival, puesto al que accedió en 2011, «hasta los 63 o 65» si el consejo de administración «así lo quiere». «Pero puedo asegurar que ese límite de 65 no lo pasaré, quiero hacer otras cosas personales relacionadas con el cine y no hacerlo a los 80 y con bastón», agrega.

Como director de Zinemaldia, lo que más le ha desgastado es «la incertidumbre», sobre todo la económica. En sus primeros años en el cargo, aún sin superar la crisis de 2008, estuvo una vez «a punto de dejarlo», admite. «Ahora me siento cómodo. Es un trabajo duro el de la primera línea, pero al mismo tiempo es muy ‘enganchante’ porque es muy bonito», valora.