Athletic: En progresión evidente, pero insuficiente para culminar los objetivos
El crecimiento experimentado por el conjunto rojiblanco durante la temporada ha servido para pelear por los puestos europeos hasta la última jornada. Sin embargo, como sucedió en la Copa y en la Supercopa, se ha quedado a las puertas del éxito.
El tiempo dirá si el presente curso será recordado como el final de una etapa, con más o menos éxito, o el inicio de una nueva andadura. Serán los próximos resultados los que marquen las valoraciones. Cuando Caparrós se marchó tras clasificar al Athletic para Europa nadie podía esperar que Bielsa estuviera a punto de completar una obra maestra o que Valverde después consiguiera que pareciera habitual jugar en Europa.
Desde entonces, por quinta temporada consecutiva, el conjunto rojiblanco no ha cumplido el objetivo marcado al inicio del curso y no disputará competiciones europeas. Es la tercera ocasión a lo largo de su historia en el que se prolonga esa ausencia durante tantos años.
En anteriores ocasiones sucedió entre finales de los 80 y principios de los 90, hasta que Heynckes con Julen Guerrero recuperó la ilusión. El siguiente tramo de cinco temporadas sin jugar en Europa se produjo en el inicio del siglo XXI con la transición desde la salida de Luis Fernández a la primera etapa de Valverde. Tras la salida del técnico gasteiztarra se encadenarían dos temporadas coqueteando con el descenso.
A diferencia de los anteriores ciclos, esta vez no se puede olvidar que en estos años el Athletic ha ganado una Supercopa, además de llegar a dos finales de Copa que en otras temporadas hubieran servido para entrar en Europa.
Este mismo curso ha alcanzado la final de la Supercopa y ha caído en semifinales de Copa. Asimismo, el equipo ha peleado hasta la última jornada de Liga por obtener el billete para la Conference League, pero no lo ha logrado. Los 55 puntos cosechados son la mejor puntuación desde la última vez que se entró en Europa en 2017 con Valverde.
La progresión a lo largo de la temporada es evidente. El equipo arrancó priorizando las labores defensivas y encadenó una racha de empates que le dificultaron meterse en los puestos de arriba. Fue mejorando sus prestaciones ofensivas con el paso de las jornadas y se mantuvo en media tabla hasta que en la segunda vuelta accedió al octavo puesto que no ha podido superar. Cuando ha tenido la posibilidad de asaltar las posiciones europeas, el Athletic ha fallado.
Esa sensación agridulce ha condicionado la valoración del trabajo de Marcelino y la falta de confianza de los precandidatos a Ibaigane ha desencadenado su despedida. La duda que se plantea es si hay plantilla para aspirar a más.
Falta de un goleador y la esperanza con los jóvenes
Esta temporada se han vivido partidos inolvidables en San Mamés en los que el equipo parecía invencible. Las eliminatorias frente a Barcelona y Real Madrid o las victorias en Liga contra conjuntos de la parte de arriba de la clasificación como Villarreal, Betis -con remontada incluida-, Real y Atlético se quedarán en el recuerdo. Sin embargo, tampoco se pueden olvidar los tropiezos contra Rayo, Cádiz y Celta, además de los empates contra Granada y Getafe.
Al Athletic le ha penalizado la falta de acierto ante la portería contraria y el no contar con un goleador determinante o jugadores que resuelvan partidos atascados con una genialidad. Iñaki Williams ha sido el que más tantos ha marcado, pero se ha quedado en 8. El delantero rojiblanco sigue siendo insustituible para el equipo y ha vuelto a jugar todos los partidos de Liga. Lleva ya seis temporadas sin perderse una jornada.
Munian ha sido el máximo asistente del equipo y ha ejercido de referencia ofensiva. Raúl García y Berenguer han bajado sus prestaciones con respecto a la campaña anterior y Oihan Sancet ha ofrecido muestras de su calidad. Las lesiones le han impedido consagrarse y liderar al equipo para subirse al tren europeo. Algo similar le ha ocurrido a un Villalibre que se ha perdido casi toda la temporada por las dolencias musculares y apenas ha podido ejercer de revulsivo.
La irrupción de jóvenes como Nico Williams y Vivian suponen también la esperanza para encarar el futuro. Otros como Zarraga y Serrano han tenido sus oportunidades, pero no han podido asentarse.
En el centro del campo Dani García, Vesga y Vencedor se han repartido los minutos y se sigue echando en falta algo más en la creación. El juego por el que apuesta Marcelino tampoco les ha ayudado a soltarse ante los rigores tácticos.
En la retaguardia, Iñigo Martínez, bien secundado por Yeray, se ha erigido en el líder del equipo. El de Ondarroa ha completado un curso de sobresaliente. Por su parte, Unai Núñez ha perdido protagonismo y los veteranos como De Marcos, Balenziaga y también Lekue han respondido con bastante solvencia. La baja de Yuri en toda la primera vuelta sí que se ha notado y al de Zarautz le ha costado ofrecer su mejor versión.
En la portería Unai Simón ha sido el titular, pero no se puede confiar ya que Julen Agirrezabala ha demostrado que puede discutirle el puesto en los partidos que ha disputado.
Petxarroman, que ha sido el único fichaje de la temporada, no ha tenido muchos minutos. Ezkieta y Capa tampoco han contado para el técnico y Nolaskoain y Morcillo salieron en el mercado invernal cedidos. Asimismo, Artola realizó la pretemporada con el primer equipo, pero tan solo participó en la primera eliminatoria de Copa.
Once del Athletic en el derbi contra la Real en San Mamés. (Monika DEL VALLE / FOKU)