Greenpeace denuncia que las aerolíneas no toman medidas para combatir su impacto climático
Greenpeace ha denunciado que ninguna de las siete aerolíneas europeas que ha analizado se compromete a reducir a cero sus emisiones, «eligiendo en su lugar soluciones de dudosa eficacia como como la compensación de carbono o los combustibles sostenibles de aviación».
A encargo de Greenpeace, el instituto de investigación Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa (Observatorio RSC) ha realizado un análisis crítico del sector aéreo europeo. El documento recoge los resultados de dicha investigación sobre la responsabilidad, compromiso y resultados medioambientales, sociales y de gobernanza de los siete grupos aéreos europeos más grandes según ingresos en 2019: Lufthansa, Air France-KLM, International Airlines Group (IAG), Ryanair, easyJet, SAS y TAP Air Portugal.
Tal y como resume el grupo ecologista, los siete grupos están fallando a la hora de reducir sus emisiones de CO2 en línea con el Acuerdo de París. «Las compañías aéreas tendrían que reducir los vuelos al menos un 2% anual para contribuir a mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 ℃. Sin embargo, ninguna de las compañías analizadas dispone de objetivos de reducción anuales para sus emisiones de gases de efecto invernadero, ni se han comprometido a reducir vuelos, ni prometen su completa descarbonización para 2040», explica.
En 2019, estas siete aerolíneas fueron responsables de 170 millones de toneladas de Gases de Efecto Invernadero (GEI), el equivalente a más de la mitad de las emisiones de toda España en un año.
Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace, subraya que la aviación es el medio de transporte más dañino por pasajero/kilómetro y la fuente de emisiones en el transporte que más rápido está creciendo en Europa. Además, asegura que regulación actual no exige a las aerolíneas que reduzcan sus vuelos y se descarbonicen de verdad.
«El sector aéreo se beneficia de numerosas exenciones fiscales y ha recibido más de 30.000 millones en rescates post-covid. Por eso demandamos a la UE que acabe con los privilegios de las aerolíneas y coloque al sector aéreo en línea con el objetivo de 1,5 ºC, comenzando con la prohibición de vuelos cortos y una reducción de los vuelos de negocios cuando tengan trayectos equivalentes en tren», añade Fernández.
Desde Greenpeace señalan que las grandes aerolíneas, en lugar de reducir su impacto, «apuestan por lograr la ‘neutralidad climática’ a través de la compensación de emisiones». Se trata de un mecanismo basado en la idea de que, si contaminas, en lugar de reducir tus propias emisiones puedes seguir emitiendo CO2 y «compensarlo» pagando a un tercero para que, las reduzca en el futuro. Sin embargo, las investigaciones demuestran que solo un 2% de dichos proyectos resultó en una reducción real de emisiones.