El desafío perdido de los candidatos disidentes en las legislativas francesas
La creación de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes) dejó heridas en el reparto de circunscripciones. Unos sesenta candidatos se mantuvieron pese a no contar con la investidura oficial. Esa disidencia, avalada por Hollande, Cazeneuve o Delga se ha estrellado en las urnas.
Finalizada la primera vuelta electoral de las elecciones legislativas francesas, los candidatos que han sobrevivido a la criba están ya lanzados a la campaña a la segunda vuelta, que tendrá lugar el próximo domingo.
Sin embargo, antes de pasar la página de la primera vuelta, no está de más afinar las cuentas sobre lo ocurrido con los candidatos que, desde distintos campos, pero, en particular desde el espectro progresista, desafiaron a las direcciones partidarias para buscar la elección en solitario.
Las disidencias afloraron nada más nacer la Nupes y la situación se volvió especialmente complicada para Olivier Faure, el patrón de un Partido Socialista cuyas riendas nadie quiso coger tras el calamitoso final de la presidencia de François Hollande.
La rebelión se articuló con el apoyo de algunos elefantes del partido, caso del propio expresidente, o de su ex primer ministro, Bernard Cazeneuve, que anunció su salida del partido, pero también contó con el apoyo de dirigentes en activo, como es el caso de la presidenta occitana Carole Delga.
Con los resultados en la mano, la aventura se ha traducido globalmente en un estrepitoso fracaso.
Empezando por el expresidente, la apuesta de François Hollande por la disidente Annick Taysse, en la primera circunscripción de Corrèze, se saldó con una derrota evidente.
Su patrocinada se quedó en un 10% de los votos. Y pasarán a segunda vuelta en esa circunscripción la candidata investida oficialmente por la Nupes, Sandrine Deveaud (25,40%), y el aspirante de Les Républicains (LR), Francis Dubois (20,62%).
La misma suerte corrió Réza Salami, disidente del PS en la segunda circunscripción de Brest, que se vio apeado de la carrera al reunir solo un 9,94% de los votos.
El antiguo primer ministro, Bernard Cazeneuve, llamó a votar por Salami a «quienes aman la democracia y rechazan el extremismo».
Su apelación cayó en saco roto. Los electores bretones auparon con más del 30% de los votos al candidato oficial de la Nupes, Pierre-Yves Cadalen, procedente de la France Insoumise, y que enfrentará en segunda vuelta al macronista Jean-Charles Larsonneur.
La abanderada de la revuelta
Pero si alguien ha simbolizado la «revuelta» de los socialistas descontentos con la unión de su formación a la Nupes esa ha sido la presidenta occitana Carole Delga.
Su cruzada antimelenchonista no se ha saldado con mejores resultados.
La primera vuelta ha sido una auténtica escabechina para la quincena de «rebeldes sudistas» a los que Delga dio su apoyo. Solo quedan en liza tres aspirantes.
Uno de los que recibieron el apoyo expreso de la occitana fue David Habid, diputado por la tercera circunscripción del departamento que engloba a Biarno e Ipar Euskal Herria.
Es uno de los que, a la postre, ha salido mejor parado. Tras 20 años de trayectoria institucional buscará el domingo un quinto mandato tras sacar en primera vuelta ocho puntos de ventaja al candidato de la Nupes, Jean-François Baby, procedente de las filas de la France Insoumise.
Mirando al norte, en el distrito 15 de París, otra socialista, Lamia El Aaraje, decidió mantener su candidatura frente a la aspirante investida oficialmente por la Nupes.
Se retiran disidentes y quedan investidas las aspirantes de Nupes
La insumisa Danielle Simonnet le adelantó en la primera vuelta el el 15 de París, por lo que el duelo entre disidente y oficialista se repetirá el domingo, aunque todo juega a favor de la representante de la alianza de izquierda, que reunió un 47,11% de los votos frente al 17,87% de la candidata díscola del PS.
A no ser que, siguiendo el consejo de Oivier Faure que, por cierto llegó primero con un solvente 46,90% en la circunscripción 11 de Seine-et-Marne, El Aaraje opte por retirarse antes del domingo.
No sería la primera candidata no investida en recular.
Solo en Seine-Saint-Denis dos disidentes de izquierda se han retirado hoy de la carrera tras ser superadas, el domingo, por las aspirantes de Nupes.
Clementine Autain y Soumya Bourouaha han visto como se despejaba hoy mismo su elección de facto al comunicar sus adversarias que no concurrirán a la segunda vuelta.
Marine Le Pen se impone en el magma de la ultraderecha
Si Olivier Faure tiene motivos para respirar algo más tranquilo, a la líder de Rassemblement National (RN), Marine Le Pen, el resultado de algunos excorreligionarios le puede consolar del disgusto de no haberse hecho con su propio escaño desde la primera vuelta.
Le Pen logró el 53,96% de los votos en el distrito de Pas-de-Calais en que concurría pero no alcanzó el 25% sobre censo, segunda condición indispensable para ocupar directamente el escaño.
Con todo, y más con los macronistas divididos, y sin acertar a activar la «barrera republicana» -en Pas-de-Calais llaman a votar en blanco y solo en media docena de circunscripciones más los macronistas han llamado abiertamente a votar a la candidatuta de la alianza de izquierda para frenar a RN- Le Pen espera cantar victoria el 19J, algo que tratará de impedir la candidata de la Nupes, Marine Tondelier, que reunió un 23,43% de de votos el pasado domingo.
Le Pen sueña con lograr un grupo parlamentario, y su victoria puede ser más dulce si se tiene en cuenta que en el viaje se ha deshecho de un concurrente tan mediático como Éric Zemmour, que no ha logrado clasificar a ningún aspirante de Reconquête a la segunda vuelta, empezando por él mismo, eliminado en el Var.
No ha corrido mejor suerte Florian Philippot, ex mano derecha de Le Pen y azote como Zemmour de la líder de RN, que ha naufragado en estas legislativas.
Pese a unir fuerzas con el líder de Debout la France, el incombustible Nicolas Dupont-Aignan, que sí logró pasar en su distrito de Essone, el patrón de Les Patriotes se quedó en un 4,6% y llegó sexto en su circunscripción de la Moselle.
Cabe recordar que en 2017 Philippot sí logró pasar a segunda vuelta, pero entonces concurrió bajo la bandera de Marine Le Pen que, primero en la presidencial y ahora en la elección legislativa, se ha impuesto como la referencia de la ultraderecha francesa.