Lakua apuesta por impulsar la natalidad: 200 euros al mes por hija/o y gratuidad de guarderías
El Gobierno de Lakua ha aprobado la «Estrategia Vasca 2030 para el reto demográfico», que incluye iniciativas para favorecer la «recuperación» como la ayuda de 200 euros al mes por hija/hijo hasta los 3 años o la gratuidad de 0 a 2 años en las escuelas infantiles, aprobadas en mayo en el Parlamento.
Partiendo de que «la tendencia de envejecimiento de la población» es un factor «negativo» al mismo nivel que la elevada edad media de emancipación de los jóvenes, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu aboga por una «transformación demográfica» basada en fomentar la natalidad y desarrollar herramientas financieras (préstamos) para impulsar la autonomía personal-familiar a una edad más temprana.
Esa transformación «implica un cambio cultural sistémico e integral que afecta a buena parte, si no a la práctica totalidad, de las políticas públicas y en todos sus niveles», según se afirma en el documento sobre el ‘Marco General’ de la ‘Estrategia Vasca 2030 para el reto demográfico’ que ha aprobado este martes el Gobierno de Lakua.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el secretario general de Transición Social y Agenda 2030, Jonan Fernández, ha presentado el contenido de la estrategia y ha destacado que en sus previsiones incluye las 74 resoluciones aprobadas en el pleno monográfico del Parlamento de Gasteiz celebrado el pasado 18 de mayo.
«Muchas de estas resoluciones fueron aprobadas con el voto favorable de todos los partidos de la oposición. Este hecho tiene gran relevancia porque el demográfico es un reto de primera magnitud y es necesaria una visión estratégica y de país compartida», ha indicado.
Principios filosóficos y valores éticos
La estrategia 2030 para el reto demográfico cuenta con dos documentos: el del ‘Marco general’, que describe «el espíritu o filosofía» en el que se fundamentan las decisiones proyectadas; y el ‘Documento operativo’, que incluye el plan de actuación. Ambos se adjuntan a este artículo, en sus redacciones en euskara y castellano.
El ‘marco’ recoge las «bases éticas» de este plan de intervención partiendo de la «hipótesis» de que «existen unas bases universales, no coyunturales, que sobreviven a las crisis y que, también ahora, pueden mostrar su utilidad en tiempos de zozobra». A este respecto, se alude a los impactos de la pandemia de covid y de la guerra de Ucrania.
Algunos de esos principios son la «humildad» a la hora de reconocer «nuestras propias limitaciones». «Ni lo podemos, ni lo sabemos todo. Así es la condición humana», se recoge para añadir que «necesitamos aprender, ayudarnos y colaborar».
También destaca que «la construcción de cualquier proceso de soluciones necesita asentarse en el aprecio explícito de aquello que tenemos y es positivo», lo que denomina «el valor positivo persistente». Además, se incluyen los principios de «responsabilidad y conciencia ética personal» y el de «solidaridad y conciencia de dignidad humana».
Y se acompañan de «cuatro valores» con «sustrato ético»: el diálogo, la cooperación, la perseverancia y la proactividad.
Pasando a las «premisas estratégicas», el ‘marco’ señala que la estrategia ha de incorporar una «perspectiva de transformación sistémica» (políticas de vivienda, empleo, educación, sociosanitarias...) que debe ser «compatible con la vocación reformista de la actuación política e institucional».
En este apartado se recoge, entre otros puntos, la «perspectiva de garantía de derechos y de la autodeterminación y autonomía de las personas mayores», apuntando que si en 2021 eran 18.000 las que vivían en residencias, son más de 500.000 las personas pensionistas, por lo que «la inmensa mayoría viven en sus hogares».
A continuación aparece la «perspectiva de centralidad del proceso emancipatorio de las personas jóvenes», subrayando que «uno de los factores que más claramente describe la actual situación de crisis es la dificultad creciente con que se encuentran las personas jóvenes para hacer realidad su proyecto de vida con autonomía».
La realidad frente a los deseos
Otra «referencia central» al desarrollar la estrategia debe ser, según se recoge en estos documentos, «la diferencia que se produce entre lo que las personas jóvenes explicitan como su deseo en materia de emancipación, construcción de familias, edad de maternidad y número de hijos o hijas, y lo que realmente ocurre».
«Todas las encuestas y estudios sociológicos de los últimos años confirmar una misma línea de datos: existe una brecha entre el deseo y la realidad», se afirma.
Un par de ejemplos: la mayoría de las personas encuestadas en la CAV opina que la edad media ideal para emanciparse son los 25 años; sin embargo, «la edad media de emancipación de la juventud vasca es de 30,2 años». Y mientras «la media sitúa el número ideal de hijos/as en 2,2», la tasa de natalidad es de 1,28 por mujer.
«Ni las instituciones, ni las políticas públicas pueden ni deben determinar las decisiones que corresponden al ámbito personal, familiar o privado», se asume en el texto en el que, no obstante, se añade que «deben favorecer que esas decisiones se pueden adoptar sin retrasos o limitaciones provocadas por la falta de condiciones».
La conclusión es esta: «Las personas deben poder emanciparse a la edad que corresponda a su proceso de autonomía personal y tener el número de hijos que desean y cuando lo desean».
Al mismo tiempo, en el siguiente texto se asume que «continúa la tendencia de envejecimiento de la población y no se observan avances en la edad media de emancipación», así como que «tampoco revierte la tendencia a la baja en las tasas de natalidad», y que «los datos nos sitúan entre los países de la Unión Europea que peor balance demográfico presentan».
El plan de actuación: presupuestos y calendario
En el ‘Documento operativo’ se justifican y detallan las «iniciativas complementarias» respaldadas por el Parlamento autonómico con el objetivo de configurar «un ecosistema de medidas y condiciones favorables para la recuperación demográfica», entre las que destaca la ayuda de 200 euros al mes por hija o hijo hasta los 3 años; los prestamos para proyectos de emprendimiento, formación o vivienda para jóvenes; o la gratuidad de la etapa 0 a 2 años de las escuelas infantiles «reforzando el Consorcio Haurreskolak».
Estas tres iniciativas tienen el año 2023 como fecha en el «calendario de puesta en marcha».
El «incremento de las ayudas directas por hijo o hija a cargo», que sumarían 7.200 euros por familia al finalizar el trienio, será compatible con las prestaciones actuales a las familias numerosas entre los 4 y 7 años, con las deducciones fiscales en vigor y con las ayudas por hija o hijo de la RGI.
La estimación presupuestaria es de 125 millones de euros y la responsabilidad de su implementación recae en la Viceconsejería de Políticas Sociales.
En cuanto al «programa de préstamos para proyectos de emprendimiento, formación o vivienda de personas jóvenes», antes de su implantación se realizará un estudio que evalúe las ayudas ya existentes y, luego, «durante los primeros cuatro años», «se mantendrá a modo de proyecto piloto de manera que se pueda evaluar su impacto y se vayan ajustando sus características a las necesidades de la juventud».
Hay que puntualizar que de lo que se habla es de «préstamos subsidiados o sin intereses y con posibilidad de devolución a largo plazo».
En este caso, el presupuesto estimado es de 20 millones de euros, aunque se incide en que queda «pendiente de detallar tras estudio previo», a cargo de la Dirección de Juventud.
La tercera medida se orienta a «consolidar el conjunto de medidas para fomentar la conciliación, la universalidad de la educación y la igualdad de oportunidades». La estimación presupuestaria para un curso completo es de 7 millones de euros y su desarrollo correrá a cuenta del Departamento de Educación.