Bomberos exigen reaccionar como Catalunya tras el incendio de 1998
Los bomberos de Nafarroa acuden a formarse a Catalunya, que vivió un incendio traumático en 1998, a resultas del cual se creó una unidad de élite, el GRAF, y se reforzaron las dotaciones. Los bomberos de LAB piden al Gobierno una reacción similar tras la peor oleada de incendios que se recuerda.
Los mejores bomberos forestales de Euskal Herria están en Nafarroa. Sencillamente, porque son los que más experiencia directa tienen. Y los mejores bomberos del Estado se encuentran en Catalunya, pues allá se han enfrentado todavía a más y mayores incendios. Los bomberos navarros van a Catalunya a formarse con los que más saben.
No es solo que los catalanes tengan una experiencia superior, además pasaron por el incendio de 1998 de la Catalunya Central. Aquel fuego quemó 27.000 hectáreas frente a las 10.000 que se calcula (muy someramente aún) que han ardido en la oleada de incendios en Nafarroa. No es que este incendio fuera el mayor en tierras catalanas, cuatro años antes se registró el de la Gargallá (76.000 hectáreas). Sin embargo, con Catalunya Central la Generalitat dijo basta. Y se puso manos a la obra.
Un año después, en 1999, nació el Grup de Recolzament d’Actuacions Forestals (GRAF). Se trata de una unidad hiperespecializada y permanente, que trabaja durante todo el año para evitar que incendios tan graves se vuelvan a repetir. Hay quien les llama hasta los GEO de los bomberos. Ayer, bomberos del sindicato LAB, que cuenta con casi la mitad de la representación de la plantilla, llamó a dar una vuelta de arriba abajo al Cuerpo de Bomberos de Nafarroa. Y una de sus demandas es, precisamente, esa: la creación de una unidad especializada y permanente que luche contra los incendios forestales.
Esto implica trabajar en invierno valorando riesgos, estudiando terrenos y pistas, formando a labradores y voluntarios, organizando, realizando quemas preventivas también y proponiendo cuantas otras medidas hagan falta. Copiando, en definitiva, lo que hacen los efectivos de élite del GRAF.
La demanda de LAB no es algo demasiado extraño ni implica inventar nada. Ya existen unidades especializadas dentro del Cuerpo en Nafarroa, como la que se dedica a rescates acuáticos, por ejemplo.
Obviamente, se requerirá de mucho más. Catalunya hizo mucho más tras su incendio traumático de 1998. Nafarroa necesita un revulsivo similar tras un letargo de décadas. LAB destacó que la plantilla de Bomberos no se amplía desde hace veinte años.
Mientras en el Parlamento se discute sobre si el nivel de alerta debería ser uno u otro como lo trascendente de este incendio, los trabajadores que apagaron el fuego denunciaron que eso da igual, que esta discusión es estéril, politiqueo. Que con nivel de alerta 0 o nivel de alerta 4 están los mismos bomberos en cada parque: tres. Solo tres. El número es tan corto, explicaron, que ni siquiera pueden realizar su trabajo con garantías de seguridad.
Yendo a lo concreto, esto significa que cuando se inició el primero de los incendios de esta oleada, el de Leire, estuvieron únicamente los tres bomberos del parque de Zangoza para contenerlo. LAB cree que, como mínimo, debiera de haber cuatro efectivos en cada parque si se quiere disponer de un servicio en condiciones. Entre otra batería de medidas, además, LAB incluye la mejoría de la brigada helitransportada. Esta demanda concreta fue respaldada por ELA a través de una nota de prensa.
Los incendios este año han llegado como la ola de calor, anormalmente pronto. Por ello y ante la evidente escasez de personal, los bomberos de LAB urgieron a que se amplíe el periodo de contratación para la campaña del verano y su cantidad. Pues, a consecuencia del cambio climático, la ventana temporal en la que este tipo de incendios son probables ha aumentado de manera considerable.
Más medios
A las demandas de más personal, de un equipo permanente y de la mejora de la unidad helitransportada, se suma también un aumento y actualización de los medios y equipos, entre ellos, los de seguridad para bomberos voluntarios.
El futuro control de estos incendios forestales que el cambio climático está propiciando –el de este año es el mayor que se recuerda, pero es que el de Tafallaldea de 2016, con 3.000 hectáreas, había sido el mayor de las cuatro décadas precedentes– requiere de algo más que reforzar los bomberos.
Así, LAB urgió a repensar en profundidad del Infona (Plan de Emergencias para Incendios Forestales de Navarra), cuya redacción última se llevó a cabo en 1999. Esto implica sentar a los especialistas del Departamento de Interior (los bomberos) con los de Medio Ambiente (guardas forestales) y el resto de agentes implicados. Pues lo que ha ocurrido no puede volver a suceder.
Tan grave ha sido el fuego, esas 10.000 hectáreas quemadas en zonas de Nafarroa, además, particularmente bellas, que LAB entiende que se han de asumir responsabilidades. Pide, en concreto, la dimisión de la directora general de Interior, Amparo López.
Hay otras críticas, también, de tipo organizativo sobre lo ocurrido. La selección de mandos no ha sido la adecuada, y la estructura es «precaria».
Y a todo esto añadieron que el salario de los bomberos no se mejora desde el año 2002.