La experiencia africana de las niñas-madres
‘LINGUI: LAZOS SAGRADOS’
Chad-Estado francés-Bélgica-Alemania. 2021. 87’ Tít. Orig.: ‘Lingui’. Dtor. y guion: Mahamat-Saleh Haroun. Prod.: Melanie Andernach. Int.: Achouakh Abakar Souleymane, Rihane Khalil Alio. Fot.: Mathieu Giombini. Mús.: Wasis Diop. Mont.: Marie-Hélène Dozo.
El cineasta del Chad Mahamat-Saleh Haroun visitaba por tercera vez el Festival de Cannes con ‘Lingui’ (2021), y antes lo había hecho con ‘Un hombre que grita’ (2010), que le valió el Premio del Jurado, y con ‘Grigris’ (2013) en la segunda ocasión. En ninguno de los títulos ha repetido temática, por más que se quiera contemplar el cine subsahariano como algo monolítico, y su nueva realización es abiertamente feminista.
En ella aborda sin rodeos la terrible y extendida experiencia de las niñas-madre. Y, al contrario de la mayoría de películas occidentales sobre embarazos no deseados, lo hace desde el punto de vista de la madre y no del de la menor.
Se da la circunstancia de que la madre protagonista también sufrió el problema en sus propias carnes, lo que le provocó el rechazo de su familia y de la sociedad. Esto le convierte en una madre coraje cuando le toca defender a su hijita adolescente frente a un entorno hostil. La chica no quiere tener al bebé, lo que complica la situación en un país como Chad, donde ni la ley ni la religión musulmana permiten el aborto.
Ante le creciente acoso deberán plantearse abandonar su barrio en las afueras de la ciudad de N’Djamena y moverse en una total clandestinidad.