Tubacex: «Récord histórico» de pedidos un año después de alertar de una crisis «estructural»
Tubacex ha presentado este jueves los resultados del primer semestre de 2022, destacando que la cartera de pedidos se sitúa en «niveles de récord histórico». Esto choca con la posición que defendía hace un año, cuando echó mano de una crisis «estructural» para tratar de aplicar un ERE en Aiaraldea.
Tubacex ha presentado este jueves ante la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) los resultados del primer semestre de 2022. Las ventas de la compañía en ese periodo han alcanzado los 353,8 millones de euros, duplicando las obtenidas en el mismo periodo del año anterior, con un beneficio de 10,4 millones de euros. Una cifra que dista mucho de los 28 millones negativos de la primera mitad de 2021.
En un comunicado, la empresa ha puesto en valor los acuerdos alcanzados con la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi (ADNOC), Exxon y Petrobras, entre otras multinacionales vinculadas al sector energético. En total, la cartera de pedidos está por encima de los 1.500 millones de euros, «un nivel récord histórico».
«Nuestro buen posicionamiento en el mercado hace que la entrada de pedidos en esta primera mitad del año haya sido muy buena en todos los productos de muy alto valor añadido como OCTG, Umbilicales, Fertilizantes, Nuclear y otras aplicaciones de máxima exigencia para las que se requieren nuestros materiales especiales», ha manifestado Jesús Esmorís, consejero delegado de Tubacex.
Pese a que el entorno macroeconómico general «se presenta incierto», la firma ha confirmado su previsión de lograr en 2022 unos resultados superiores a los obtenidos en 2018 y 2019, antes de la crisis generada por la irrupción de la pandemia del covid.
En este sentido, conviene destacar que hace tan solo un año, en julio de 2021, la dirección de Tubacex defendía la vigencia de una crisis «estructural» para trata de aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) que, de haber obtenido el aval de los tribunales, hubiera dejado sin trabajo a 128 personas en la plantas de Amurrio y Laudio.
La huelga de los trabajadores, que se prolongó durante 236 días, fue clave para evitar los despidos. La plantilla siempre defendió que se trataba de una crisis conyuntural, y los resultados presentados por la empresa evidencian que tenían razón.