La familia de Pablo González solo ha recibido dos cartas suyas en cinco meses
Pablo González cumple hoy 150 días desde que fue detenido y encarcelado en Polonia. Su pareja, Oihana Goiriena, ha pedido al presidente español, Pedro Sánchez, que interceda por él ante el presidente polaco. Asimismo, se han dirigido al Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU.
El periodista vasco Pablo González cumple cinco meses desde que fue detenido y encarcelado en Polonia. Desde entonces apenas ha podido comunicarse con su abogado de confianza y con su familia. Según ha explicado su pareja, Oihana Goiriena, en un vídeo, en estos 150 días solo han recibido dos cartas suyas.
«Nos cuenta que está bien, que se le hacen los días muy largos y que sigamos apoyándole. En estos cinco meses no nos han permitido hablar con él, ni a su familia ni a su abogado de confianza, por lo tanto no sabemos realmente cómo está», ha expresado preocupada.
Goiriena ha dicho no comprender «que a un ciudadano de la Unión Europea le estén negando sus derechos más básicos y que nadie haga nada». En todo este tiempo, ha añadido, su familia ha sentido «el calor y el cariño de sus amigos, pero a su vez también el abandono de las instituciones nacionales y europeas».
Por ello, y aprovechando que el presidente español, Pedro Sánchez, está de viaje en Polonia, le ha pedido «que se acuerde de Pablo, un ciudadano español detenido en un país de la Unión Europea al que se le está negando el derecho a hablar con su familia, que solo ha tenido cuatro visitas del cónsul en todo este tiempo y que no está teniendo la posibilidad de que su abogado de confianza conozca las causas por las que se le acusa».
«Quiero pedir a Pedro Sánchez –ha insistido– que interceda por Pablo ante el presidente polaco, para que pueda tener una defensa y un juicio justos, pero sobre todo para que se respeten sus derechos, que su familia podamos hablar con él y saber que está bien, que sus hijos escuchen a su padre y que Pablo sepa que cuenta con el apoyo de las personas que lo queremos y lo echamos de menos».
Generalidades de Sánchez
En su comparecencia ante los medios en Varsovia, Sánchez se ha limitado a mostrar su respeto al sistema judicial polaco y a señalar que el periodista vasco recibe la misma atención consular que los encarcelados en el extranjero.
No esperábamos grandes novedades sobre lo que @sanchezcastejon diría de Pablo Gonzalez tras su reunión con el primer ministro de Polonia pero, una vez más, nos ha decepcionado con palabras vacías, imprecisiones y mentiras. Aquí tenéis su declaración íntegra:#FreePablo pic.twitter.com/PbFtyGqIjN
— #FreePabloGonzález (@FreePabloGonz) July 27, 2022
Acuden a la ONU
Asimismo, la familia y el abogado de González se han dirigido al Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para exponerle su caso.
Tras relatar lo sucedido con el periodista vasco desde que fue detenido hace 150 días, exponen que su arresto es de carácter arbitrario porque su caso incluye los elementos que definen en esta clasificación.
De este modo, señalan que en la detención de González no se puede invocar base legal alguna que la justifica, ya que los hechos que se investigan no son constitutivos de ningún delito y «persiguen una finalidad muy distinta a la propia de cualquier proceso penal. Destacan que la actuación de las autoridades polacas ha sido arbitraria, ya que solo ha justificado su encarcelamiento en base a una escueta referencia a un supuesto espionaje.
Junto a ello, se subraya que su privación de libertad se produce como resultado del ejercicio de derechos y libertades recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. En este sentido, destacan que González estaba desarrollando su labor como periodista cuando fue detenido.
Asimismo, se menciona que la privación de libertad de González se produce con «una inoobservancia, total o parcial, de las normas internacionales relativas al derecho a un juicio imparcila», que están recogidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en instrumentos internacionales aceptados por los estados afectados.
A todo ello, se añade que en el caso de González se ha incurrido en una violación del derecho internacional por motivos de discriminación basada en el origen nacional, ya que se ha justificado su detención por disponer de un pasaporte ruso.