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Tapia aboga por «acelerar» los trámites para facilitar los proyectos de energías renovables

La consejera autonómica de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha considerado que los trámites administrativos para hacer realidad los proyectos de energía renovables son «muy largos» y ha defendido que sean de «interés prioritario» para poder «acelerarlos».

Instalación de electricidad en Hernani. (Jon URBE | FOKU)

«Si todos los proyectos eólicos solicitados en la actualidad, más los fotovoltaicos, más la parte de autoconsumo, fueran realidad dentro de 4-5 años, Euskadi conseguiría el objetivo previsto para 2030: pasar del actual 8% de generación de energía propia al 21%, y lograr así reducir la dependencia energética», ha indicado.

Tapia ha calificado el proceso administrativo como «una dificultad adicional» para poner en marcha dichos proyectos, y ha apostado por darles «un impulso», dada la situación de emergencia energética.

Sus declaraciones han tenido lugar tras una charla en que ha destacado que el debate sobre la extracción de gas en la CAV «ya está cerrado», pero que su uso es «todavía intensivo» y se paga «muy caro», ya que procede de Estados Unidos y Rusia.

«¿Dónde se ubican?»

«Debemos abrir un debate serio sobre las renovables y el hidrógeno, y ser realistas. A día de hoy el sol y el viento no son suficientes para sustituir el gas y el carbón, necesitamos grandes instalaciones, y cuando llegue el hidrógeno verde también necesitaremos grandes infraestructuras si queremos reducir nuestra dependencia energética. La pregunta es ¿dónde se ubican?», ha planteado.

En el objetivo de «descarbonizar», además de apostar por las renovables, también hay que buscar «la eficiencia energética, una buena gestión de suelos y residuos, y crear infraestructuras para el almacenamiento de la energía. Tenemos que ser conscientes de que hay que hacer ese esfuerzo».

Ha apuntado también la posibilidad de crear comunidades energéticas en polígonos industriales, aprovechando las cubiertas de los edificios, y «producir energía y consumirla de forma más local y que mejore la factura».