La posfascista Meloni tranquiliza a la OTAN y a la UE pero esboza su agenda
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha prometido mantener firmemente anclada a Italia en a OTAN y la UE. Lo ha hecho en la presentación de su programa, y justo un mes después de la inquietud generada por la histórica victoria del posfascista Fratelli d'Italia en las legislativas.
La flamante primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha subrayado que su Gobierno seguirá siendo un socio fiable dentro de la UE y de la OTAN pero ha advertido a quienes quieren «vigilar» su gestión desde fuera que ni las autoridades ni la población italianas están dispuestas a recibir «lecciones» de nadie.
Italia «forma parte plenamente de Europa y del mundo occidental», ha zanjado en su discurso de política general ante los diputados.
La política exterior del nuevo Ejecutivo ha sido motivo de debate antes de que haya empezado siquiera a andar a raíz de las confesiones proPutin del líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, una de las tres fuerzas sobre las que se sustenta la coalición.
Además, el líder de la segunda, la ultraderechista Lega, Mateo Salvini, no ha ocultado nunca sus simpatías por la Rusia de Putin –bien correspondidas con guiños y sospechas de financiación por parte de Moscú–, y llegó a postularse como mediador tras el inicio de la invasión rusa de Chechenia.
Sin embargo, tal como hizo tras la difusión de las declaraciones de Berlusconi, Meloni ha prometido que Italia «seguirá siendo un socio fiable de la OTAN en apoyo al valiente pueblo ucraniano contra la agresión de Rusia».
«Aquellos que creen que es posible cambiar la libertad de Ucrania por nuestra libertad están equivocados. Ceder al chantaje [del presidente ruso, Vladimir] Putin sobre la energía no resolvería el problema; al contrario, lo agravaría, abriendo la vía a nuevas pretensiones y chantajes y a futuros aumentos (del precio) de la energía aún más gravosos que los que hemos conocido estos últimos meses», ha asegurado.
«Hacer más eficaz a la UE»
En relación con la UE, ha insistido en que no quiere «frenar y sabotear la integración europea, sino hacerla más eficaz», para añadir que el país respetará «las normas actualmente en vigor» en materia presupuestaria.
Eso sí, ha reivindicado «el derecho a hacerse preguntas» sobre su funcionamiento, lo que «no quiere decir que alguien se convierta en hereje».
Y es que Meloni ha asegurado que «la UE no siempre ha estado preparada» y ha advertido de que Italia «contribuirá a reformar las reglas europeas que no funcionan».
Incluye, sin duda, entre ellas la política migratoria, ya que, en su estreno, ha anunciado que exhortará a la UE a que recupere la propuesta de la operación naval Sophia, «que preveía el bloqueo de las salidas de barcos del norte de África».
Campos de filtración en África
«Pretendemos proponerlo a nivel europeo e implementarlo de acuerdo con las autoridades del norte de África, acompañado de la creación en África de centros de identificación, gestionados por organizaciones internacionales, donde sea posible examinar las solicitudes de asilo y distinguir quién tiene derecho a ser aceptado en Europa de quién no», ha explicado.
Pese a que inició su carrera en las juventudes del Movimiento Social Italiano, un partido posfascista, Meloni ha asegurado que «nunca he sentido simpatía por regímenes antidemocráticos, incluido el fascista», para añadir que las leyes raciales contra los judíos, aprobadas por el régimen de Benito Mussolini, «son el punto más bajo» de la historia italiana.
Por otra parte, la mandataria ha afirmado que siente el peso de ser la primera mujer en gobernar Italia y ha recordado a todas las mujeres «que pasan por dificultades para hacer valer su talento» y agradecido a aquellas mujeres que «construyeron esa escalera que hoy me permite romper este pesado techo de cristal».
Ello no le ha impedido recuperar, para sí, la denominación de su cargo como primer ministro en los documentos oficiales. Pionera como primera ministra sí, pero con cargo varón.
Votación en el Parlamento
Tras el debate, Meloni ha logrado su investidura en la Cámara de Diputados gracias a los votos de su coalición derechista y espera ahora completar el trámite este miércoles en el Senado, un formalismo por contar con mayoría.
Meloni ha alcanzado la mayoría absoluta con 235 votos a favor (de un total de 400), gracias a su partido y sus socios de coalición.
La oposición ha quedado en 154 votos, los del Partido Demócrata (PD), el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y los centristas Azione e Italia Viva, entre otros, mientras que cinco diputados se han abstenido.
El trámite de su investidura, un formalismo por contar con los números suficientes, terminará este miércoles en el Senado, en una sesión que comenzará a las 13.00 horas.