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Un tren de noche diario entre Lapurdi y París a partir de 2024

La ‘Palombe Bleue’, el tren nocturno que enlazaba Hendaia y París, desapareció en 2017. Tras el breve intervalo, con la llegada este verano de ‘Le Pyreneen’, el servicio diario podría retornar en 2024, según la respuesta del Ministerio de Ecología galo a una pregunta del senador vasco Max Brisson.

Fotografía tomada en la estación de Hendaia el 1 de julio de 2017, cuando partió por última vez la 'Palombe Bleue'. (Bob EDME)

La mítica ‘Palombe Bleue’ (Paloma Azul) partía cada noche de la estación de tren de Hendaia para alcanzar la estación de Austerlitz, en París, a primera hora de la mañana siguiente.

Desaparecida, bajo el Gobierno de Manuel Valls, con ese u otro nombre, el tren nocturno entre Lapurdi y la capital francesa podría volver a prestar servicio a partir de 2024, de cumplirse las nuevas previsiones del Gobierno francés.

El senador conservador Max Brisson ha preguntado a la ministra de Ecología, Bérangère Couillard, sobre la puesta en marcha de la ‘Palombe Bleu’ «en su tradicional trayecto atlántico».

A su pregunta, la ministra ha respondido con el compromiso de que «a partir de 2024, el tren nocturno prestará servicio diariamente a las estaciones de Dax, Bayonne, Orthez y Pau», además de a las de Lurdes y Tarbes.

El senador vasco se ha felicitado, a través de un comunicado, de ese anuncio que espera se concrete «pasando efectivamente por el corredor Atlántico, esto es, vía Burdeos», a fin de «garantizar el servicio al País Vasco y Bearne con auténticos horarios de noche».

La matización de Brisson obedece al hecho de que la decisión de que ese tren no llegara directamente de París, vía Burdeos-Dax, sino que alcanzara la costa vasca desde Tolosa (Occitania) llevó a un retraso en el recorrido y un cambio en los horarios en el origen de la bajada del número de usuarios que sirvió a SNCF y Gobierno de excusa para proceder a su supresión.

La ‘Palombe Bleue’ hizo su último viaje entre Hendaia y París el 1 de julio de 2017.

Ello, pese a la campaña llevada a cabo desde meses antes por distintos colectivos sociales y sindicatos para que se mantuviera ese popular servicio, sacrificado en favor del TGV, bajo mandato del presidente socialista François Hollande.

Plan de Relanzamiento y servicio estival

Finalmente, en 2020, el llamado Plan de Relanzamiento Económico adoptado por el Gobierno de Emmanuel Macron volvió a encarrilar el debate sobre el tren de noche.

El plan contemplaba una inversión de 4.700 millones en el servicio ferroviario, de los que 100 millones debían destinarse a la reapertura de dos líneas de tren de noche.

Fue el entonces ministro de Transporte, Jean-Baptiste Djebbari, el encargado de anunciar el retorno de dos trenes nocturnos: el París-Niza, que fue inaugurado por el ya exprimer ministro Jean Castex, el 20 de mayo de 2021, y el tren entre París, Tarbes y Hendaia.

Sin embargo, la segunda línea no se ha concretado en lo que se refiere al servicio cotidiano hasta la muga entre Lapurdi y Gipuzkoa.

El pasado verano el tren nocturno entre París y Hendaia volvió funcionar, pero el servicio del bautizado como ‘Le Pyrenneen’, se acotó a la temporada turística sin perennizar una alternativa que, por precio y comocidad, interesa a viajeros en busca de alternativas al TGV y al avión.

Así lo pusieron de manifiesto los colectivos de apoyo al tren nocturno, que llevaron un acto en la estación de Hendaia coincidiendo con la reanudación del servicio, el pasado verano, sumándose de paso a una jornada desarrollada en distintos estados europeos en favor de los trenes de noche.

A París por poco más de 20 euros

El viaje de ida y vuelta en TGV Hendaia-París oscila habitualmente entre los 150 y los 200 euros, dándose la circunstancia de que a veces se encuentren billetes de avión más baratos.

Sin tener en cuenta los descuentos, el billete del tren de noche cuesta en torno a los 40 euros, para un viaje de ida y vuelta si se opta por viajar en asiento reclinable y de unos 60-70 en litera.

Un billete algo más caro, de 40 euros (ida) incluye la opción añadida de, tras dormir en litera, poder darse una ducha a la llegada en la propia estación de Austerlitz.

Un servicio que permite ahorrarse el hotel en los desplazamientos a la capital gala.

El Gobierno francés contempla la puesta en marcha de una decena de trenes nocturnos.