El donostiarra Daniel Maté Badenes pasa a ser la sexta fortuna del Estado español, según Forbes

Con 3.100 millones, el donostiarra Daniel Maté Badenes ha pasado a ser la sexta fortuna del Estado español, según la lista que ha hecho pública Forbes. Licenciado en la Universidad de Deusto, es el propietario de aproximadamente el 3% de la multinacional anglosuiza de metales y minería Glencore.

El donostiarra Daniel Maté Badenes ha pasado a ser la sexta fortuna del Estado español, con un patrimonio de 3.100 millones, 900 más que el año pasado, según la lista facilitada por Forbes. Maté ha arrebatado ese puesto a Juan Abelló.

Residente en Suiza, Forbes le califica como uno de «los perfiles más discretos» de la lista de ricos del Estado y cuya fortuna se centra en las acciones que posee de Glencore. Según la misma fuente, las diferentes crisis en el precio de los metales hicieron que su fortuna se devaluase bruscamente en 2015, pero el alza de los precios de las materias primas, especialmente el carbón, han multiplicado el valor de Glencore.

Licenciado en Economía y Derecho por la Universidad de Deuso, a los 25 años comenzó a trabajar en las oficinas de Marc Rich & Co. en Madrid. Unos años después se mudó a Suiza, a la sede de la empresa matriz, donde el propio Marc Rich le acogió como su pupilo.

En 1994 participó junto a otros ejecutivos en la operación liderada por Ivan Glasenberg para comprar a Rich parte de los activos de la empresa, que terminaría desembocando en la fundación de Glencore, en la que Maté se encargaría de dirigir la división de zinc de la multinacional. Hasta julio de 2020, cuando abandonó sus funciones directivas con la misma discreción con las que las ejerció hasta ese momento, destacan desde Forbes.

Además de las materias primas, Maté también ha hecho inversiones inmobiliarias a través de diferentes sociedades, comprando edificios que las administraciones públicas han sacado a subasta y también inmuebles que Telefónica puso a la venta.

En 2014, ya aparecía su nombre en la lista Forbes de las cien fortunas del Estado español. En aquel momento, en Euskal Herria sobresalía la familia Sendagorta, propietaria de Sener, principal industria armamentística y cliente habitual del Ministerio de Defensa español. Y en Nafarroa, a la cabeza estaba el empresario Antonio Catalán, adalid del régimen por su impulso a los pactos UPN-PSN.

En enero de 2020, Sortu realizó una acción simbólica en la Bolsa de Bilbo con la que quiso denunciar las desigualdades sociales y llamar a participar en la huelga general que iba a tener lugar el día 30 de ese mes.

Durante la misma, la portavoz Eneritz Zabala sacó a colación el caso de Daniel Maté y su fortuna de entonces, que era casi la mitad de la actual. En concreto, señaló que «mientras unos parásitos acumulan grandes fortunas a costa del esfuerzo de otras personas, los trabajadores y trabajadoras están condenados a la precariedad. En Euskal Herria, el parásito más grande se llama Daniel Maté: tiene un patrimonio neto de 1.660 millones de euros. ¡El equivalente al presupuesto de la Diputación Foral de Bizkaia para este 2020! En Euskal Herria, los 10 más ricos acumulan 6.800 millones de euros».

5.900 millones en manos de vascos

Maté es uno de los cinco vascos más ricos, que en total acumulan una fortuna de 5.900 millones, de la que más de la mitad está en manos del donostiarra.

El segundo vasco más rico es el empresario siderúrgico guipuzcoano José María Aristrain, accionista ‘significativo’ de ArcelorMittal y accionista ‘destacado’ de Tubacex, con una fortuna de 1.100 millones, 150 más que el año pasado. Su fortuna procede de Aceralia, que absorbió a la empresa familiar de Aristrain y él retuvo un 11 % de las acciones. Posteriormente se integró en ArcelorMittal.

El tercero de la lista Forbes es Juan Luis Arregui, natural de Mallabia, que aparece en el puesto número 36 a nivel estatal con una fortuna de 750 millones, 100 más que el año pasado. Es el presidente y principal accionista de la compañía de energía y celulosa Ence y es también accionista de Iberdrola con el 0,57% de los títulos. La cotización de Ence perdió más de la mitad de su valor entre 2018 y 2021, pero se ha recuperado en 2022 con un aumento del 35 %.

Víctor de Urrutia, nacido en Madrid, pero de ascendencia vasca, es el siguiente de la lista: atesora la tercera mayor fortuna de la CAV y la 43 del Estado con 650 millones de euros, cantidad que no ha variado en el último año. Además de ser ‘un relevante inversor’ a través de Asua Inversiones, es accionista mayoritario de la bodega riojana Compañía Vinícola del Norte (CVNE) y de la sicav Rentabilidad 2009.

En el puesto número 98 a nivel estatal y como quinta mayor riqueza de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa  figura Carmen Ybarra con 300 millones de euros, 25 millones menos que en la anterior lista Forbes. Es la propietaria del holding Onchena, con el que tiene participaciones en Vocento, Atrys, Ecoener, Reig y Solarpack, entre otras. Si se añade la parte que se atribuye a su familia, el total de la fortuna suma 600 millones, aunque una parte corresponde a la Fundación Adey.

Fuera de la lista, aparece Joseba Grajales, que el año pasado estaba en el puesto 98 con una fortuna de 250 millones, 25 más que este año. Grajales es propietario del grupo Keralty, la sociedad sucesora de Sanitas Internacional, una compañía de sanidad privada que opera fundamentalmente en Latinoamérica.

También ha quedado fuera de la lista José María Galíndez Zubiria, vicepresidente de la empresa de energías renovables Solar Pack, cuya fortuna se ha reducido de 400 a 200 millones en un año. Esa misma cantidad de dinero (200 millones) atesoran Marcial Ucin y hermanos, una familia que hunde sus raíces en el sector metalúrgico vasco.

Caída patrimonial del 7%

En lo que respecta al panorama estatal, no ha habido grandes sorpresas en la lista Forbes de las cien principales fortunas, con Amancio Ortega, Sandra Ortega, Rafael del Pino y Calvo-Sotelo, Juan Roig y Juan Carlos Escotet volviendo a repetir como las cinco grandes fortunas, sumando un total de 69.300 millones de euros de patrimonio, el 48,6% del total del ránking.

Amancio Ortega consolida su liderazgo con 53.500 millones, aunque su fortuna se reduce un 20,15% frente a los 67.000 millones de 2021, equivalente ahora a la suma de los 27 ricos del Estado que le siguen en la lista; su hija Sandra, única mujer entre los cinco primeros, atesora 5.400 millones, un 14% menos que el pasado año.

Como novedad dentro del ‘top 5’, el presidente y máximo accionista de Abanca, Juan Carlos Escotet, con 3.200 millones, es el único de los cinco primeros que ha visto aumentado su patrimonio en un 18% debido a la mejora del 6,6% del volumen de negocio interanual en el primer semestre del año y tras aumentar el crédito a las pymes y autónomos en un 35% más que los niveles previos al covid, hasta 1.500 millones.

Forbes destaca que las grandes fortunas estatales han visto cómo su patrimonio se ha reducido un 7%, hasta los 143.000 millones, por la guerra en Ucrania, la inflación, el alza de las materias primas y la energía, así como la política de tipos de interés y «la inminente recesión». Esta pérdida patrimonial se traduce en que cada millonario ha reducido de media su cartera en 286.301 euros al día.