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Artolazabal puntualiza que rechazar traslados no significa que las cárceles estén llenas

Delegaciones de los Gobiernos de Madrid y Lakua han visitado este jueves las obras de la prisión de Zubieta, que aumentarán en unas 300 personas la capacidad de acoger población reclusa en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Delegaciones de Lakua y Madrid en su visita a las obras de la cárcel de Zubieta. (EUROPA PRESS)

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno de Lakua, Beatriz Artolazabal, ha visitado este jueves las obras de la futura cárcel de Zubieta, en Donostia, donde se ha referido a su comparecencia de la víspera ante la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Justicia del Parlamento de Gasteiz.

Allí explicó que el incremento en la población reclusa «limita la posibilidad de asumir todos los traslados de personas penadas que solicitan cumplir la pena en Euskadi», lo que se interpretó como que las prisiones de Martutene, Basauri y Zaballa estaban al máximo. Ya por la noche el Departamento matizó que eso «no significa que las cárceles vascas no tengan capacidad para más internos e internas».

Esta mañana Artolazabal ha declarado que «la aceptación de traslados seguirá motivada por el arraigo» de los solicitantes. «Actualmente, los centros penitenciarios vascos están dentro de los límites que pueden considerarse razonables en cuanto a la gestión de personas y la dimensión de la plantilla. Sin embargo, es cierto que no pueden absorber todas las demandas que llegan por parte de personas penadas que cumplen sus condenas fuera de Euskadi, aún cuando pudieran tener interés en ser trasladadas, con o sin arraigo», ha añadido.

«Hay tres niveles de ocupación establecidos para los centros penitenciarios vascos: óptimo, operativo y máximo. Y en estos momentos los tres centros vascos están ligeramente por encima del nivel operativo», ha explicado la consejera.

Presupuesto de 38,9 millones

A la visita a Zubieta ha acudido asimismo una delegación del Ministerio del Interior, liderada por la presidenta de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de Seguridad del Estado, Mercedes Gallizo.

Ambas partes han acordado «la puesta en marcha de una mesa técnica mixta para el seguimiento de las obras», que tienen un presupuesto de 38,9 millones de euros y que incrementará en unas 300 el número de plazas penitenciarias en la CAV.  Cuando finalicen los trabajos se derribará la vetusta prisión de Martutene. 

La futura cárcel podrá acoger a más de 500 personas y contará con seis módulos residenciales –cinco para varones y uno para mujeres– con una capacidad total de 234 celdas, ha destacado Gallizo.

También dispondrá de un centro de inserción social, talleres ocupacionales, talleres productivos, un edificio deportivo cultural con pista polideportiva cubierta, biblioteca con sala de lectura y un edificio de comunicaciones con 20 locutorios, dos salas de comunicaciones en convivencia, siete salas familiares y otras siete salas de vis a vis, entre otros equipamientos.