Jefes de servicio de Donostialdea acusan a Osakidetza de «sectarismo e incompetencia»
Jefes de servicio de la OSI Donostialdea han entonado todo un basta ya tras los ceses de la directora gerente y la directora médica. Exponen en una carta pública su queja por un deterioro que viene de largo en Gipuzkoa y cuya denuncia está siendo respondida con «sectarismo» y «decisiones punitivas».
La crisis abierta por las decisiones de la dirección de Osakidetza en la OSI Donostialdea sube este lunes de grado considerablemente con una carta pública en la que 28 jefes de servicio, la práctica totalidad, le acusan de «sectarismo e incompetencia».
Las decisiones organizativas tomadas en parte en los últimos tiempos y el modo de imponerlas, con ceses en caso de discrepancias, son tildadas por estos profesionales de «política suicida» en esa extensa misiva publicada por ‘El Diario Vasco’.
Uno de los aspectos que han desatado esta crisis, quizás el principal, es el trato a Onkologikoa, denunciado ya por pacientes y profesionales de este centro y origen de movilizaciones. Se cita en el texto junto a «la situación de Tolosaldea, con un hospital cabecera no perteneciente a la red, o el baile de decisiones sobre el Hospital del Bidasoa».
La crisis estalló a finales de semana pasada con el cese de la directora gerente y la directora médica del Hospital Donostia por parte del Departamento, al que han seguido un par de dimisiones durante el fin de semana en denuncia de los mismos. Los jefes de servicio ya se concentraron el viernes de modo espontáneo en las escaleras de entrada al Hospital para denunciar el primer cese. Y mientras tanto, ni la consejera Sagardui ni cargos de Osakidetza han dado explicación alguna de las medidas tomadas.
Tampoco es este el único conflicto abierto en Osakidetza. Se les suman la polémica abierta por los recortes en atención primaria (aumentadas por unas declaraciones de la propia Sagardui sobre un cambio de modelo) o la decisión de trasladar el servicio de cirugía cardiaca de Basurto, paralizada por orden judicial. Sin olvidar las irregularidades anteriores en la OPE, que siguen en vía judicial. Tras este escándalo fue elevada a la dirección general de Osakidetza Rosa Pérez Esquerdo, que ha sido la encargada de notificar estos dos ceses a fines de la pasada semana.
«Cadena de despropósitos y decisiones punitivas»
La carta pública refleja que el deterioro viene de largo, puesto que habla de una «cadena de despropósitos y decisiones punitivas ante la que no podemos callar».
«Observamos una deriva en la gestión de los servicios asistenciales de Osakidetza, agravada por los recientes ceses y dimisiones, sin que Salud haya podido aportar ninguna razón convincente», dicen los jefes de servicio.
Se plantan tras los ceses de Itziar Pérez e Idoia Gurrutxaga, que han sido la gota que ha colmado el vaso y un «signo de torpeza inaudita», además de una «muestra de sectarismo e incompetencia que -dicen- desmotiva a toda la organización que se ha dejado la piel para sostener el sistema».
«Son una manifestación palmaria de un estilo directivo vertical. Es la progresiva limitación de la capacidad de gestión de los directivos de cada una de las organizaciones integradas que, una vez nombrados, van viendo recortadas sus capacidades de gestión en favor de una organización central cuyos integrantes son designados atendiendo a criterios políticos, y no de mérito y capacidad», denuncian.
Plantillas y relevo
A las citadas situaciones «graves» le añaden otras de carácter profesional: «Es incomprensible que no se activen las reformas necesarias para afrontar con garantías el relevo generacional que afecta a un 30% de la plantilla médica del Hospital de Donostia en los próximos cinco años» y «no es de recibo que profesionales sanitarios que salieron buscando formación o mejores condiciones laborales y que podrían regresar deban pelear en los tribunales por sus derechos».
Aseguran que a todas estas críticas constructivas se está respondiendo desde Osakidetza con decisiones sancionadoras, por lo que «pedimos a la consejera de Salud el cese inmediato de los cargos de la Dirección Central de Osakidetza si no quiere ser cómplice de este despropósito». Y añaden la demanda de «restitución inmediata del equipo directivo de la OSI».
La OSI ha amanecido este lunes descabezada, por lo que se ha producido una reunión de urgencia para abordar cuestiones de funcionamiento. Luego ha trascendido que Agustin Agirre, hasta ahora jefe de la OSI Bidasoaldea, asume el cargo de director gerente (que tenía la cesada Itziar Pérez) de modo provisional, y que Ana Bustinduy toma el de directora médica.