La crisis de Corporación Mondragon, hoy a votación decisiva, en cinco cuestiones
Los socios y socias de Orona y Ulma, empresas que representan el 15,2% de las ventas de la Corporación y el 13,75% del empleo, votan este viernes si ratifican o rechazan las propuestas de sus respectivas direcciones de abandonar el grupo cooperativo.
La Corporación Mondragon puede ver cómo este viernes se desgajan del mismo dos de sus nombres más importantes. Orona y Ulma celebran sus respectivas asambleas en Hernani y Donostia. Explicamos de manera sencilla la esencia de esta historia poniendo sobre la mesa cinco cuestiones básicas.
El primer grupo empresarial vasco
Fundado en 1956, Mondragon está formado a día de hoy por cerca de un centenar de cooperativas, empresas que son propiedad de sus socios-trabajadores. Una de las claves de su funcionamiento es la solidaridad y el intercambio entre cooperativas. Mondragon se configura en cuatro áreas: Finanzas, Industria, Distribución y Conocimiento.
Por sus cifras, es el primer grupo empresarial de Euskal Herria y da empleo a unas 80.000 personas en todo el mundo. Cuenta con 141 plantas en 37 estados, y sus productos se venden en más de 150 países.
Eroski, Fagor, Laboral Kutxa, Orbea o Mondragon Unibertsitatea son algunas de sus cooperativas más conocidas. Según los datos facilitados en el Congreso del 15 de noviembre, en 2021 el Grupo facturó 11.400 millones de euros, con un incremento de ventas del 5%.
Orona y Ulma, dos socios de mucho peso
Son dos de las cooperativas más importantes de Mondragon. Orona, con sede principal en Hernani, es el quinto grupo europeo en soluciones de movilidad vertical. Uno de cada diez ascensores nuevos que se instala en Europa lleva su sello. La cifra de ventas de la compañía alcanzó en 2021 los 832 millones de euros, superando en un 4,1% el resultado del ejercicio anterior. En cuanto a empleo, cerró el curso con 5.507 trabajadores y trabajadoras.
Por su parte, Ulma, con su campo base en Oñati, es en realidad un conglomerado de nueve secciones, cada una independiente: Agrícola, Arquitectura, Construcción, Conveyor Components, Embedded Solutions, Forged Solutions, Handlinng Systems, Packaging y Servicios de Manutención. Entre todas suman unos 5.500 trabajadores y facturan unos 900 millones de euros.
Una sencilla operación matemática permite concluir que entre ambas suponen el 15,2% de las ventas y el 13,75% del empleo de toda la Corporación Mondragon. Es por ello que su posible salida genera tanto impacto.
Cómo estar, el conflicto
En este punto cabe destacar que tanto Ulma como Orona han mantenido un silencio casi sepulcral de puertas afuera. La noticia saltó a los medios hace un par de meses, cuando la crisis ya estaba en ebullición. Según trasladó a sus socios la Corporación, ambas empresas remitieron el pasado 3 de junio una propuesta que supone «un cambio profundo en lo que hoy es Mondragon», con la «exigencia» de llevarla al Congreso de 2022, a «escasos días» de que este fuera convocado.
La propuesta tenía como principal punto la creación de la figura de «cooperativas convenidas», que no estarían sujetas a las decisiones que se toman en los congresos anuales, aunque seguirían aportando a la caja común en entidades como Lagun Aro, Laboral Kutxa o Mondragon Unibertsitatea.
No obstante, desde el grupo Mondragon se ha dejado deslizar la idea de que ambas firmas marchan muy bien y no quieren seguir aportando al ‘bote’ en la misma medida, mientras que desde posiciones cercanas a Ulma y Orona se ha deslizado un malestar con la concentración de poder de algunas de las grandes cooperativas –Eroski o Caja Laboral– dentro de los órganos de dirección de la corporación.
Ante la negativa del grupo de modificar el ‘status quo’, los socios y socias de Ulma y Orona están llamados a decidir si continúan en la Corporación o salen de ella.
El voto de 4.500 personas
Orona cuenta con unos 1.750 socios y socias con derecho a voto. Muchos residen fuera de Euskal Herria, por lo que se han organizado media docena de vuelos chárter para estar presentes en la sede de Hernani, en Galarreta.
Unas 2.800 personas pueden votar en la asamblea de Ulma. El encuentro tendrá lugar en la donostiarra plaza de toros de Illunbe. Se han fletado autobuses desde los centros de trabajo. Cada una de las nueve empresas de Ulma es autónoma, unas podrían decidir seguir en Mondragon y otras salirse. Las que se posicionen contra la mayoría volverán a votar para ver si ratifican su postura o asumen lo que han votado las demás.
Irizar y Ampo, los antecedentes
En 2008, dos importantes cooperativas de la comarca del Goierri, Ampo –válvulas– e Irizar –autobuses–, decidieron abandonar la Corporación Mondragon. En aquel momento ambas facturaban unos 525 millones de euros.
Oficialmente la salida se debió a diferencias en el modelo de gestión y para tener «mayor flexibilidad y agilidad en la toma de decisiones». Igual que ahora, también se dejaron deslizar rumores ante una posible falta de solidaridad hacia el resto de cooperativas, extremo que Ampo e Irizar negaron. Hay que decir que en esta década y media no les ha ido nada mal.
Entonces ya se publicó que Orona y Ulma podían seguir el mismo camino, aunque tanto Mondragon como las dos compañías negaron tal posibilidad. Catorce años y medio más tarde, los socios y socias de ambas tienen la última palabra.