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Doncic firma un triple doble con 60 puntos y 20 rebotes, remontada y victoria en la prórroga

Los Dallas Mavericks perdían 103-112 ante los Knicks de Nueva York a falta de medio minuto y gracias al esloveno, que ha establecido el récord de anotación en la historia de la franquicia texana, han conseguido imponerse por 126-121.

Tiro con el Doncic ha forzado la prórroga ante los Knicks. (Tim HEITMAN | AFP PHOTO)

El periodista y entrenador de baloncesto gasteiztarra Roberto Arrillaga, fan declarado de los Boston Celtics, ha comparado en alguna ocasión a Luka Doncic con su admirado Larry Bird, y aunque no pocos mitómanos se han echado las manos a la cabeza ante semejante afirmación, lo cierto es que el prodigio balcánico le está dando la razón al gasteiztarra.

Cabe resaltar en primer lugar que el rival, los Knicks de Nueva yoprk, este añono son uno de los peores de la competición, ya que coinciden con los Mavericks en la sexta plaza de su conferencia, con un balance dce 18-17, por 19-16 de los texanos, que han conseguido «desempatar». En ese sentido, con 33 puntos de Quentin Grimmes, los neoyorquinos han ido casi siempre por delante en el marcador, con rentas de hasta 12 puntos y, pese a la buena estrella de Doncic, hay que subrayar también que sin los 25 puntos de Dinwiddie o los 19 tantos y 9 rebotes de Christian Wood, la superlativa actuación de Doncic no hubiera sido suficiente. Por tanto, quede claro que más allá de los números en bruto, el nivel del rival y de los compañeros han elevado un punto la gran actuación del esloveno.

Si ya antes de la última jornada de la NBA Luka Doncic promediaba más de 32 puntos por partido, después de la pasada noche, otra grandiosa actuación ha vuelto a poner al genio esloveno en un sitio de la historia de la NBA. Primer triple doble de la competición en el que el autor ha logrado 60 puntos y 20 rebotes, a los que ha añadido 10 asistencias en 47 minutos de los 53 que ha tenido lugar en el duelo entre los Knicks de Nueva York y los Dallas Mavericks, que han pasado de perder 103-112 a falta de medio minuto, a imponerse por 126-121 después de que Doncic haya forzado la prórroga con una carambola desde los tiros libres para establecer el empate a 115.

Con solo cuatro segundos para terminar el choque, el esloveno ha lanzado deliberadamente a fallar –el balón debe golpear el aro, porque de otro modo hubiera perdido el balón aun en el caso de capturar él o algún  compañero el rebote– y tras una serie de rechaces, ha capturado el rebote y, entre dos adversarios –Julis Randle, autor de 29 puntos y 18 rebotes para los Knicks, y Miles McBride, aturo de 14 tantos– que han preferido apartarse a puntear su tiro, no fueran a ser castigados con falta, ha conseguido anotar la igualada a 115, con el público del American Airlines Center en pie. Doncic ha encestado 18 de sus puntos en el último período. «¡Milagro!», han cantado a coro los componentes de las televisiones locales de Dallas mientras el duelo se dirigía al tiempo extra.

«Estoy súper cansado», ha sido el primer comentario de un Doncic todavía incrédulo al acabar el partido de Dallas.

«Creo que simplemente, he tenido suerte. Teníamos dos segundos, he lanzado el balón y he tenido suerte. Íbamos perdiendo por diez puntos, es increíble», ha confesado el esloveno, al referirse a la jugada con la que ha forzado la prórroga.

El remate

Un tiempo extra sin acierto más allá de los tiros libres, ya que la primera canasta en juego, obra de el bueno de Doncic, ha llegado después de una serie conjunta de 0 de 9 en tiros. Con ese enceste Doncic ha sumado 58 puntos, a los que ha sumado dos más desde la línea de tiros libres para cerrar el partido.

El técnico Jason Kidd lo ha sacado de la pista con menos de diez segundos por jugar y Doncic ha recibido una sentida ovación de sus aficionados tras una noche épica.

Sea o no comparable con Larry Bird, y pese a su perpetuo aspecto de «niño gordito» –aunque con una expresividad mucho más risueña y menos adusta de la que solía hacer gala el de Indiana–, el impacto de Luka Doncic está superando todas las expectativas, y eso que estas ya eran altas desde que irrumpiera en la Minicopa de Gasteiz de 2013.

Por de pronto, ha superado a todo un Dirk Nowitzki como máximo anotador de un partido de los Mavs –el alemán firmó 59 puntos el 2 de diciembre de 2004 frente a los Rockets– y con el equipo situado firmemente en puestos de play-offs –aunque todavía reste más de la mitad de la Liga Regular–, hay que recordar que Dallas ya llegó a las Finales de la Conferencia Oeste la pasada campaña, superando en el camino a los Phoenix Suns, que teníen el mejor balance de la Liga Regular, y que solo los futuros campeones, los Golden State Warriors, pudieron con Luka Doncic y compañía.